El r¨¦cord del 'Libro Guinness'

El popular Libro Guinness de los r¨¦cords, la obra con derechos de autor m¨¢s vendida de la historia editorial, celebr¨® ayer su quincuag¨¦simo cumplea?os con una edici¨®n conmemorativa repleta de plusmarcas extraordinarias. Considerado la biblia de los logros humanos m¨¢s asombrosos, el libro, rebautizado como R¨¦cords Mundiales Guinness, se ha publicado en 37 idiomas y ha vendido, desde su primera edici¨®n, m¨¢s de cien millones de ejemplares en un centenar de pa¨ªses. "La tradici¨®n de medio siglo de r¨¦cords Guinness es impresionante", dijo Stewart Newport, encargado de registrar las marcas. No cabe duda de que en ese tiempo el mundo ha cambiado: si en 1955 el futbolista m¨¢s caro val¨ªa 88.147 euros, ahora esa marca la ostenta Zinedine Zidane, que en 2001 lleg¨® al Real Madrid por 52,5 millones de euros. Sin embargo, en opini¨®n de Newport, "lo ¨²nico que no ha variado" es que "la gente todav¨ªa sigue inspirada para batir nuevos r¨¦cords Guinness, y esta edici¨®n conmemorativa es un testamento de ese deseo". Nada menos que mil propuestas de r¨¦cord diarias recibe la conocida recopilaci¨®n de haza?as, un ¨¦xito que se debe a que el libro, seg¨²n el citado responsable, "da a las personas la oportunidad de mostrar al mundo entero que ellos son los mejores". La invenci¨®n de la gu¨ªa tuvo su origen en una ocurrencia del brit¨¢nico Hugh Beaver, directivo de la conocida cervecera Guinness. El 10 de noviembre de 1951, Beaver particip¨® en una cacer¨ªa en el condado de Wexford, en la costa sureste de Irlanda, y mantuvo una acalorada discusi¨®n que gir¨® en torno a una pregunta: ?Cu¨¢l pod¨ªa ser el ave de caza m¨¢s r¨¢pida de Europa, el chorlito o el urogallo? El directivo de la Guinness se dio cuenta de que no exist¨ªa ninguna gu¨ªa con respuestas a esa clase de preguntas y plante¨® su idea a los hermanos Norris y Ross McWhirter, quienes regentaban una agencia especializada en la venta de datos deportivos en Londres. Esa agencia fue el embri¨®n del que nacer¨ªa, en 1954, como el Libro de los R¨¦cords, que, al parecer, capt¨® el patrocinio de Guinness porque la cervecera lo vio como una biblia a la que poder confiar el resultado de las apuestas tan habituales en los pubs.-