El gigante turco asusta a Europa
La Uni¨®n Europea afronta dividida la apertura de negociaciones para el ingreso de un pa¨ªs de 70 millones de musulmanes
La ampliaci¨®n de la UE al Este y la aprobaci¨®n de la primera Constituci¨®n europea han sido las decisiones de mayor calado tomadas este a?o por la Uni¨®n. Las dos han originado pol¨¦micas en Europa, pero acaba de dispararse ya un debate mucho m¨¢s agrio ante la tercera gran decisi¨®n del a?o: la probable apertura de negociaciones para la entrada de Turqu¨ªa, el gran pa¨ªs de 70 millones de musulmanes llamado a ser el m¨¢s poblado del selecto club europeo. La Comisi¨®n Europea y los gobiernos ya han apuntado sus discrepancias con el miedo al avance islamista en el continente como tel¨®n de fondo.
Dos comisarios han abierto el fuego a ca?onazos esta semana. Primero, el holand¨¦s Frits Bolkestein: "La tendencia actual nos lleva a una sola conclusi¨®n: Estados Unidos se mantiene como la ¨²nica superpotencia; China se est¨¢ convirtiendo en un gigante econ¨®mico, y Europa se est¨¢ transformando en m¨¢s isl¨¢mica". Con Turqu¨ªa dentro, opina Bolkestein, "la liberaci¨®n de Viena en 1683
"Acusar de islamofobia a todo el que objeta la adhesi¨®n es una cr¨ªtica barata"
[frente al imperio otomano] habr¨ªa sido en vano" y pueden cumplirse los augurios de que, a la larga, "Europa se convierta en una parte del mundo ¨¢rabe occidental, del Magreb".
No menos contundente ha sido, y por escrito, el comisario austriaco Franz Fischler, para quien Turqu¨ªa no es Europa, corre el riesgo de volver al "fundamentalismo" y su entrada puede originar "incidentes xen¨®fobos" y costes inasumibles en ayudas. La religi¨®n, afirma, "no es un problema grave". "Acusar de islamofobia, por no decir xenofobia, a todo el que objeta la adhesi¨®n
es una cr¨ªtica barata", dice, para precisar que la divisi¨®n entre Estado y religi¨®n es un principio europeo que en Turqu¨ªa no est¨¢ asentado "y no lo estar¨¢ por mucho tiempo".
Bolkestein y Fischler dar¨¢n su opini¨®n en la Comisi¨®n el 6 de octubre, el d¨ªa en que el Ejecutivo comunitario aprobar¨¢ por mayor¨ªa un informe para se?alar si Turqu¨ªa cumple o no los requisitos pol¨ªticos y econ¨®micos para abrir las negociaciones de adhesi¨®n en primavera. En diciembre, y esta vez por unanimidad, los jefes de Estado y Gobierno tendr¨¢n la ¨²ltima palabra.
Ankara llama a las puertas de Europa desde 1963, pero tuvo que esperar hasta 1999 para ser "pa¨ªs candidato". Ahora ha llegado "la hora de la verdad", como repite el comisario de la Ampliaci¨®n, el alem¨¢n Gunter Verheugen, porque, si el paso es afirmativo, significar¨¢ "el punto de no retorno" para el ingreso de Turqu¨ªa, aunque las negociaciones duren 10 a?os. Todo indica que el informe ser¨¢ positivo, aunque fije asignaturas pendientes en derechos humanos (un millar de casos de torturas en 2003), igualdad de la mujer (sigue habiendo cr¨ªmenes de honor), libertad de expresi¨®n (cierre de peri¨®dicos y periodistas detenidos) o respeto a la minor¨ªa kurda. Verheugen ha visitado Turqu¨ªa esta semana, pero antes de salir aclar¨® su opini¨®n: "Hay ya datos suficientes para adoptar una decisi¨®n definitiva. Turqu¨ªa ha hecho progresos impresionantes. A¨²n no se ha aplicado todo, pero eso es normal. Lo importante es que el proceso contin¨²e".
Bolkestein y Fischler no est¨¢n solos en la Comisi¨®n, pero s¨ª en minor¨ªa. Ankara, adem¨¢s, cuenta con formidables apoyos. "Turqu¨ªa, como potencia europea, pertenece a la Uni¨®n Europea", porque la UE "no es un club exclusivo de una religi¨®n". La frase, pronunciada en Estambul en la cumbre de la OTAN a finales de junio, no es de un l¨ªder de la Uni¨®n. Es de George W. Bush, el presidente de Estados Unidos y principal abogado del ingreso turco. Para algunos, con el fin de anclar a Turqu¨ªa en Occidente. Para otros, como acusa Fischler, porque en "la lista de deseos" de Washington est¨¢ el debilitamiento del proyecto europeo.
Es la acusaci¨®n que este comisario austriaco hace extensiva al Reino Unido, el gran valedor europeo de Ankara. "Creo que la entrada de Turqu¨ªa ser¨ªa buena para todos y deseo con todo mi coraz¨®n un acuerdo positivo en diciembre", declar¨® en mayo el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair. Junto con el Reino Unido, los Gobiernos de Alemania y Espa?a apoyan a Turqu¨ªa. Tambi¨¦n el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, ha hecho afirmaciones positivas, aunque su partido est¨¢ en contra, quiz¨¢s a la vista de que el 61% de los franceses rechaza el ingreso turco. Similares porcentajes de rechazo se dan en Alemania (los democristianos se oponen a la entrada), Austria, Holanda o B¨¦lgica, los pa¨ªses en los que est¨¢n asentados la gran mayor¨ªa de los 3,8 millones de turcos que ya viven en la UE.
En buena medida, el rechazo a Turqu¨ªa se debe al desconocimiento del pa¨ªs, como destaca el informe Turqu¨ªa en Europa, ?m¨¢s que una promesa?, presentado en Bruselas por una comisi¨®n independiente presidida por el finland¨¦s Martti Ahtisaari. Destaca el documento el car¨¢cter laico del Estado turco, su vocaci¨®n europea y el dinamismo de un pa¨ªs que crece al 5% anual.
Entre las "impresionantes reformas" turcas, cita el documento la abolici¨®n de la pena de muerte, leyes contra la tortura o recortes al poder militar. Entre las ventajas para la UE del ingreso turco se mencionan la "posici¨®n geoestrat¨¦gica ¨²nica" del pa¨ªs, la seguridad para los suministros energ¨¦ticos para Europa o su aportaci¨®n a la lucha contra el terrorismo internacional.
Es esta ¨²ltima una de las ventajas destacadas tambi¨¦n por el ministro alem¨¢n del Interior, Otto Schily, en un encuentro en Berl¨ªn con periodistas: "Algunos tienen miedo. Yo no. Tengo confianza. Si decimos no, habr¨¢ una peor atm¨®sfera en Turqu¨ªa. Quiz¨¢s sea entonces cuando se convierta en un Estado isl¨¢mico, se acerque a Ir¨¢n, desarrolle armas nucleares... ?Es eso lo que buscamos?" "Excluir a Turqu¨ªa como miembro de la UE ser¨ªa un error terrible a ojos de los musulmanes", se?alaba en junio Murat Mercan, vicepresidente del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). "Podr¨ªa suscitar una grave crisis y una agitaci¨®n e inestabilidad pol¨ªtica a las puertas de Europa", dice la comisi¨®n independiente.
Ankara no tiene prisa por entrar, pero s¨ª quiere tener la puerta abierta. "La sociedad turca necesita adaptarse. Mis amigos turcos me han dicho que no les importa tener un largo periodo de adaptaci¨®n. Lo importante es que reciban el sello de aprobaci¨®n", asegura Bernard Bot, ex embajador en Turqu¨ªa y ministro de Exteriores de Holanda, el pa¨ªs que ahora preside la Uni¨®n.
El comisario Fischler mantiene que la UE debe tener un plan B para Turqu¨ªa. Para el Gobierno del primer ministro de Turqu¨ªa, Recep Tayyip Erdogan, que el d¨ªa 23 visitar¨¢ Bruselas, la puerta de la UE abierta es la gran prioridad y el 75% de los turcos apoya esa tesis. Ellos ni tienen ni vislumbran un plan B.
Condiciones para Ankara
Los requisitos que Turqu¨ªa, como todo pa¨ªs candidato, debe cumplir para entrar en la UE fueron fijados en una cumbre europea en 1993 en Copenhague. Esos criterios son.
Pol¨ªticos: instituciones estables garantes de la democracia, primac¨ªa del derecho, derechos humanos y respeto de las minor¨ªas.
Econ¨®micos: econom¨ªa de mercado viable y capacidad de hacer frente a presiones competitivas.
Comunitarios: integraci¨®n del acervo comunitario (la legislaci¨®n europea) y adhesi¨®n a los objetivos pol¨ªticos, econ¨®micos y monetarios (el euro) de la UE.
Tambi¨¦n en Copenhague, en diciembre de 2002, los l¨ªderes europeos adoptaron este acuerdo: "La UE alienta a Turqu¨ªa a que prosiga con vigor su proceso de reformas. Si el Consejo Europeo de diciembre de 2004 decide, bas¨¢ndose en un informe y una recomendaci¨®n de la Comisi¨®n (en octubre), que Turqu¨ªa cumple los criterios pol¨ªticos de Copenhague, la UE iniciar¨¢ negociaciones de adhesi¨®n sin dilaciones".
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