El Getafe se queda sin fiesta

Estaban los jugadores del Getafe comenzando a jugar como un equipo de Primera cuando Luis Garc¨ªa marc¨® el primer gol del Mallorca aprovech¨¢ndose de un rechace y de un fuera de juego muy patoso que, como se prob¨® despu¨¦s, no fue accidental. La gente hab¨ªa reventado el Alfonso P¨¦rez para ver el deb¨² del estadio en la m¨¢xima categor¨ªa. Gritaba: "?Geta, Geta, Geta!". La parroquia estaba contenta, la tarde era buena y el rival directo y batible. Pero todo se torci¨® en ese momento de epifan¨ªa. Justo cuando los jugadores del Getafe comenzaron a jugar como un verdadero equipo de Primera. Cuando tomaron conciencia de que eran grandes y perdieron la timidez. Entonces recibieron el golpe.

El Getafe sucumbi¨® a sus desajustes en la defensa y a la falta de confianza que atenaza a los jugadores metidos en compromisos grandes. Muchos se vieron desbordados por la situaci¨®n, o eso pareci¨® en los primeros minutos del partido, cuando el medio campo del Mallorca hizo sentir su experiencia. Gente como Pereyra, que vino del River; Farin¨®s, que jug¨® una final de Liga de Campeones, y Jorge L¨®pez metieron mano al Getafe en esos momentos de desconcierto.

El Mallorca jug¨® a desgastar, pero no tuvo ni la mitad de talento ni la mitad de profundidad que el Getafe. El equipo de Benito Floro jug¨® a palpar al rival, a esperar sin desordenarse, a mantener la posici¨®n. Ayer tuvo la pelota un rato, hasta que descubri¨® que no le serv¨ªa para nada. Pereyra se met¨ªa entre los centrales, romp¨ªa y sal¨ªa para dar comienzo a una serie de movimientos mecanizados en los que Farin¨®s distribu¨ªa y Marcos Vales, Arango y Jorge L¨®pez se agitaban a lo ancho con mucho esp¨ªritu viajero, pero sin asumir riesgos: no tiraron ni una vez a puerta. Cuando los mallorquinistas se cansaron de intercambios y relevos, cedieron el bal¨®n. El Getafe lo us¨® con m¨¢s sentido.

Los delanteros del Getafe se asociaron con estilo. Ricky, Pach¨®n y Gallardo desbordaron y tuvieron en Yordi a un rematdor pertinaz. Pero fallaron en los ¨²ltimos metros. O porque remataron mal o porque hicieron un recorte de menos o de m¨¢s, dio la impresi¨®n de que los nervios del deb¨², la magnitud de la tarde, les calent¨® demasiado las ideas.

En plena efervescencia del Getafe, Tena y Nano cometieron dos errores en dos fueras de juego que el Mallorca no desaprovech¨®. Ah¨ª brillaron Arango, Jorge L¨®pez y Luis Garc¨ªa. Prestos para aparecer y reventar -en sus ¨²nicos disparos a puerta- la que habr¨ªa podido ser una gran tarde getafense.