Zubin Mehta asegura que se ir¨ªa a dirigir a Irak ma?ana mismo

Una visita m¨¢s de Zubin Mehta a Espa?a, otra de tantas. "Cuando he visto la lista de veces que he venido, hasta yo me he sorprendido", asegur¨® ayer el director indio. Hoy dirige obras de Richard Strauss en Madrid, donde ayer hizo la Tercera sinfon¨ªa de Mahler con la Orquesta Estatal de Baviera, programa que repetir¨¢ en la inauguraci¨®n del ciclo Palau 100, en el Palau de la M¨²sica de Barcelona. Mehta se mostr¨® guerrero y activo, dos cualidades que entre los m¨²sicos cl¨¢sicos no se dan mucho: "Ir¨ªa a tocar a Irak ma?ana si me lo pidieran, al menos la m¨²sica les mantendr¨ªa en paz dos horas".

Es activo, vital, habla alto y claro. No le gusta el mundo en que vive, conserva la lucidez y el compromiso que se heredan en las tierras donde apesta la desigualdad. Haber nacido en Bombay hace 68 a?os le sigue dando car¨¢cter luchador y una visi¨®n rebelde de las cosas. "S¨ª, ir¨ªa a Irak e intentar¨ªa que la m¨²sica sirviera de algo, que la escucharan chi¨ªes, sun¨ªes y kurdos, porque la m¨²sica une".

Pero no es el ¨²nico sitio a donde volar¨ªa para apagar fuegos. "Tambi¨¦n tocar¨ªa m¨¢s a menudo en Israel para un p¨²blico conjunto de ¨¢rabes y jud¨ªos. Lo hago, pero poco. El a?o pasado dimos un concierto con un solista ¨¢rabe al que se pusieron en pie a aplaudir, eso es especial, nos llen¨® a todos de alegr¨ªa", dec¨ªa ayer Mehta en el Auditorio Nacional de Madrid, donde dio una rueda de prensa junto a Joseph Vila i Casa?as, director del Orfeo Catal¨¢, que interpret¨® tambi¨¦n la Tercera de Mahler con la Escolan¨ªa Nuestra Se?ora del Recuerdo y la soprano Marjana Lipovsek.

Ve el futuro con una mezcla de indignaci¨®n y frustraci¨®n ante el panorama de cuatro a?os m¨¢s con Bush. "Yo me comprometo con la realidad pero a veces creo que no se puede hacer nada. M¨¢s en Estados Unidos. En Israel todav¨ªa me siento m¨¢s libre para expresar mis opiniones que en Estados Unidos, por ejemplo".

Eso pese a que artistas e intelectuales cada vez toman m¨¢s partido en contra de la pol¨ªtica republicana en EE UU, cosa que no parece afectar al mundo cl¨¢sico y oper¨ªstico. "No s¨¦ por qu¨¦ no se comprometen m¨¢s, a lo mejor todos los compositores de ese pa¨ªs votan republicano. Yo creo que es porque no influimos en nadie, nadie se fija en nosotros", asegura.

Si ve con optimismo el futuro de Mahler, en cambio, que no s¨®lo se ha convertido en el ¨²ltimo gran sinfonista de la historia musical, algo que se ha reivindicado a finales del siglo XX, sino que guarda sus sorpresas ocultas para el XXI. "A Mahler se le ha interpretado bien en el siglo XX, pero en el futuro descubriremos mejor sus ¨²ltimas sinfon¨ªas. Yo, que he interpretado mucho la Primera, la Tercera y la Quinta, ahora estoy descubriendo a fondo la S¨¦ptima y la Novena, afirma.

De Espa?a nadie va a echar a Mehta, que a partir de 2006 pasar¨¢ largas temporadas en Valencia, donde ser¨¢ uno de los cerebros del nuevo teatro de la ¨®pera, "cuando Calatrava, el arquitecto, acabe las obras", avisa. All¨ª piensa perfumar mucho la ciudad con aromas wagnerianos. "Haremos El anillo del nibelungo", anuncia. Y formar¨¢ una orquesta a nivel europeo. "Desde luego, cuando hagan El anillo... se ver¨¢. Una orquesta que puede con eso puede con todo lo dem¨¢s".