Ponis en la feria
Se acab¨® la feria y el veraneo se acaba, otra vez empieza la rutina habitual del trabajo y vuelvo a sentir, una vez m¨¢s, pena e impotencia.
Los feriantes se van a otra feria y con ellos llevan a esos pobres ponis que han permanecido 10 d¨ªas en nuestra ciudad, 10 d¨ªas de tortura atados a una rueda que gira sin cesar, con un hierro en sus cabezas, desde las nueve de la noche hasta Dios sabe qu¨¦ hora de la madrugada, agobiados por el ruido, el calor y las luces, paseando sobre sus lomos ni?os alegres y gritones que, espole¨¢ndolos con los zapatos, crueles sin saberlo, les animaban a trotar. Ma?anas de sol abrasador encerrados en un furg¨®n. Y en cuanto se acabe la feria, en el mismo furg¨®n, a otra feria, a repetir lo mismo, as¨ª hasta que se les acabe la vida...
No dudo que estos feriantes tengan todas sus licencias legales y al d¨ªa, pero ?es legal que unos animales tengan que soportar durante horas y horas ruido, calor y luces para que unos ni?os se diviertan? ?En qu¨¦ piensan sus padres? Es m¨¢s f¨¢cil ense?ar a los ni?os respeto y cari?o a los animales, que vayan a verlos a una granja o picadero, que los traten como seres vivos, no como simples motivos de diversi¨®n, que convertirlos en ego¨ªstas sin aprecio a nada, s¨®lo interesados en lo que les pueda divertir sin ver m¨¢s all¨¢ el sufrimiento que puedan causar. Es esa una labor de los padres, parte de la educaci¨®n que necesitan y a la que tienen derecho, no olvidemos que los ni?os de ahora ser¨¢n los gobernantes de ma?ana.
En el refugio de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas, el censo de perros y gatos abandonados ha aumentado en estos meses de vacaciones casi un 40%. Familias que compraron cachorritos han descubierto que son un estorbo en vacaciones.
Otros animales no ser¨¢n recogidos por la Protectora, donde tienen la posibilidad de entrar en los programas de adopci¨®n que ofrece por toda Espa?a y parte de Europa, sino que son atrapados por los laceros de la perrera municipal y, a los pocos d¨ªas, sacrificados. No hacen falta m¨¢s palabras. M¨¢laga se merece perder de vista a la perrera municipal o que sea gestionada por la Protectora, como ocurre en muchas ciudades andaluzas y del resto de Espa?a. As¨ª est¨¢n las cosas.
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