Papeles bajo contrato

Espa?a acogi¨® el pasado a?o a uno de cada tres inmigrantes llegados a la UE. Desde el a?o 2000, el n¨²mero de extranjeros empadronados ha pasado de menos de un mill¨®n a casi cuatro. Muchos de ellos, unos 800.000, se encuentran en situaci¨®n irregular pese a su vinculaci¨®n al mercado laboral. Esa gran bolsa de trabajo sumergido es, seg¨²n el Gobierno, el verdadero activador del efecto llamada -en su peor versi¨®n- sobre el que tanto alertaba el PP cuando gobernaba, y que sigue invocando frente a los intentos actuales del Ministerio de Trabajo por poner remedio a la disociaci¨®n entre realidad legal y realidad social. El ministro Caldera ofreci¨® ayer un pacto de Estado sobre inmigraci¨®n cuya primera consecuencia ser¨ªa un reglamento de aplicaci¨®n de la ley de extranjer¨ªa.

El discurso del PP sobre la necesidad de establecer una barrera clara entre inmigraci¨®n legal e ilegal fue compatible con una pol¨ªtica que de hecho permiti¨® el florecimiento de una enorme bolsa de econom¨ªa sumergida que contrata inmigrantes sin papeles. El fuerte crecimiento de sectores apoyados en la existencia de mano de obra barata tiene seguramente mucho que ver con ello. Es un modelo inviable a largo plazo, con trabajadores que, como es l¨®gico, tienen derechos, como la sanidad o la educaci¨®n, pero que no cotizan, ni ellos ni sus empleadores. Al mismo tiempo, el car¨¢cter restrictivo de la ley oblig¨® a peri¨®dicos y poco rigurosos procesos de regularizaci¨®n.

El intento del Gobierno actual por reconciliar legalidad y realidad puede provocar otros efectos no deseables, pero siempre ser¨¢ mejor actuar que mantener la ficci¨®n actual: en 2003 llegaron unos 600.000 inmigrantes, cuando el contingente fijado era de 30.000. Las acusaciones del PP de que el Gobierno ofrece papeles para todos fue contestada ayer por Caldera con datos. Por ejemplo, que el Gobierno actual se encontr¨® con cerca de 400.000 expedientes sin resolver, de los que la cuarta parte eran de renovaci¨®n del permiso de residencia. Era urgente poner remedio a esa bola de nieve de personas arrojadas a la irregularidad por la propia Administraci¨®n.

El reglamento que se quiere consensuar propondr¨¢ f¨®rmulas para vincular la regularizaci¨®n a un contrato laboral verificable, a fin de acabar con la picaresca de falsas ofertas de trabajo. Caldera inform¨® de que buena parte del reglamento procede de propuestas que ya estudiaba el anterior Gobierno, y record¨® que el criterio sigue siendo adecuar los flujos de inmigrantes a las necesidades reales del mercado laboral y a la capacidad de integraci¨®n de la sociedad espa?ola.