M¨¢s que palabras
Se dice, se comenta, y hasta se presume, que tenemos las m¨¢s efectivas leyes. Luego resulta que no se pueden llevar a la realidad. Se quedan en el papel. Unas incumplidas y otras aletargadas por la falta de dotaci¨®n econ¨®mica y escasez de medios para su desarrollo real. Que se lo digan a las v¨ªctimas de violencia dom¨¦stica, cuando acuden a pedir ayuda, se quedan m¨¢s solas que la una.
Ten¨ªamos entendido que las normas se hacen para acatarlas.
Si ese deber no se cumple, deben desencadenarse una serie de consecuencias mediante las cuales debe tratarse por todos los medios de reprobar la conducta antijur¨ªdica y de condena. Afrontar los problemas de violencias y violaciones, tan de moda hoy, o cualquier otro tipo de conductas antijur¨ªdicas, dando la callada por respuesta o desde la demagogia f¨¢cil y sin aceptar las cargas que conlleva la responsabilidad de gobernar, no es de justicia. Aparte de la alarma social que genera, por la pasividad de las acciones pol¨ªticas, habr¨ªa que dar un paso m¨¢s y poner coto a tantos desajustes sanguinarios. Son inhumanas las lidias televisivas de los personajes medi¨¢ticos. Altaneras y crueles las actitudes de colegiales que le plantan cara a sus docentes. Los divertimentos brutales se fomentan hasta la saciedad.
Lo violento de tantos des¨®rdenes est¨¢ en no poner orden y pasar de ordenar el caos. Opino que es una irresponsabilidad, por parte de quien ha elegido voluntariamente actuar como servidor de la sociedad, cerrar por vacaciones cuando se han dejado deberes sin hacer o los derechos se incumplen.
Si el panorama es de un cataclismo total, lo m¨¢s sensato es ponerse a trabajar. No hay otra forma de atajar las ruinas. Y si el derecho no puede y no debe cubrir todo el ¨¢mbito de la convivencia, ah¨ª est¨¢ el sentido com¨²n. Lo que no es de recibo es caminar contra natura y atizar juegos peligrosos, restar libertades democr¨¢ticas, legislar por legislar y sonre¨ªr la gracia a todo el mundo.
Entiendo la urgente necesidad de gobiernos que nos pacifiquen y apacig¨¹en, nos den estabilidad y seguridad. Ya no estamos seguros ni en casa.
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