Espa?a: m¨¢s calor y menos lluvia
Los climat¨®logos presentan los cambios probables a escala regional para ayudar a tomar medidas
N o se trata de meter miedo a la gente, sino de tener m¨¢s y mejor informaci¨®n de cara a la mitigaci¨®n de los efectos del calentamiento global y a la adaptaci¨®n a los cambios clim¨¢ticos", advierte Manuel Castro, catedr¨¢tico de la Universidad de Castilla-La Mancha y experto en clima. La verdad es que las proyecciones que indican c¨®mo podr¨ªa ser el clima en Europa a finales de siglo son preocupantes, especialmente para Espa?a, con temperaturas que podr¨¢n aumentar hasta seis grados cent¨ªgrados en verano y menos precipitaciones a lo largo del a?o, pero sobre todo en primavera y en verano. Las alteraciones que esto inducir¨ªa en la agricultura, en los ecosistemas, en los recursos h¨ªdricos o en actividades socio-econ¨®micas como el turismo son serias y no deben perderlas de vista los responsables de tomar medidas, advierten los expertos.
El cambio clim¨¢tico encierra amenazas para la industria tur¨ªstica espa?ola
Las se?ales del calentamiento global en pocas d¨¦cadas son dif¨ªciles de precisar
Estos son algunos de los resultados del proyecto de la UE Prudence, una iniciativa cient¨ªfica en la vanguardia mundial, que comenz¨® hace tres a?os y cuyos especialistas se reunieron la semana pasada en Toledo para debatir los resultados finales. Lo interesante y novedoso, tanto desde el punto de vista de la pura investigaci¨®n como de la informaci¨®n que aportan esos resultados, es que proceden de modelos clim¨¢ticos regionales, es decir, que tienen mucha m¨¢s resoluci¨®n, ajust¨¢ndose a territorios espec¨ªficos, que los modelos globales que abarcan todo el planeta y en los que hasta hace poco se basaba la predicci¨®n clim¨¢tica.
En Prudence est¨¢n formalmente 21 grupos de investigaci¨®n de nueve pa¨ªses europeos, a los que se sumaron otros de modo informal. El equipo de Castro, anfitri¨®n de esta ¨²ltima reuni¨®n del proyecto, y el de Mar¨ªa In¨¦s M¨ªnguez (Universidad Polit¨¦cnica de Madrid), son los participantes espa?oles.
El objetivo era analizar diez diferentes modelos regionales de predicci¨®n clim¨¢tica, de alta resoluci¨®n, aplic¨¢ndolos sobre toda Europa, "y cuantificar las discrepancias para poder indicar con mayor confianza cu¨¢les podr¨ªan ser los cambios clim¨¢ticos en el continente", explic¨® el coordinador de Prudence, Jens H. Christensen, del Instituto Meteorol¨®gico de Dinamarca. Los diez modelos se sustentan en dos grandes modelos globales (uno brit¨¢nico y otro alem¨¢n) que aportan a las simulaciones regionales la informaci¨®n imprescindible sobre la evoluci¨®n del clima en el resto del planeta.
"Nos basamos en diferentes escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero en el futuro y est¨¢ claro que si son m¨¢s altas ser¨¢ mayor el calentamiento global que si son m¨¢s bajas", resumi¨® Christensen. "El calentamiento es una tendencia global, pero con los modelos regionales podemos precisar m¨¢s: por ejemplo el aumento de las temperaturas en verano ser¨¢ mayor en el Sur de Europa
, en Espa?a en concreto (hasta seis grados cent¨ªgrados) que en el Norte (unos tres grados)". En cuanto a las lluvias, habr¨¢ m¨¢s agua en las zonas septentrionales y menos en las meridionales, en todo el Mediterr¨¢neo.
Adem¨¢s, como los modelos regionales son de alta resoluci¨®n -de 50 kil¨®metros en los de Prudence, aunque hay algunas simulaciones de 25 kil¨®metros, frente a los 300 kil¨®metros de los modelos globales- se puede estudiar con cierto detalle el impacto de eventos clim¨¢ticos extremos como sequ¨ªas, olas de fr¨ªo o de calor e inundaciones, destacaron los especialistas, siempre refiri¨¦ndose, por ahora, a finales del siglo XXI.
Los impactos previsibles son variados, coment¨® el brit¨¢nico Tim Carter (Instituto Finland¨¦s de Medio Ambiente). "Si nos centramos en las nieves, por ejemplo, en zonas monta?osas como los Alpes est¨¢n preocupados ya en las estaciones de esqu¨ª porque en las cotas bajas no tienen mucha nieve durante suficientes meses en invierno. Esto puede poner en peligro la actividad tur¨ªstica; adem¨¢s, como se empezar¨¢ a esquiar en cotas superiores, habr¨¢ una mayor presi¨®n en los ecosistemas a mayor altura".
Tambi¨¦n en Espa?a el cambio clim¨¢tico encierra amenazas para la industria tur¨ªstica. "Las temperaturas pueden llegar a ser tan altas aqu¨ª que sea inc¨®modo para los turistas del norte de Europa, que tal vez en el futuro prefieran regiones m¨¢s septentrionales", apunt¨® Carter. "Y la disponibilidad de agua ser¨¢ inferior, lo que es un problema serio", a?adi¨®.
En cuanto a la agricultura, los cultivos pueden desplazarse hacia el invierno. "Pero es complejo", puntualiz¨® el experto brit¨¢nico, "porque el aumento de di¨®xido de carbono en la atm¨®sfera puede suponer mayor crecimiento de las plantas y un aprovechamiento del agua m¨¢s eficaz", advirti¨®.
Los cient¨ªficos constataron en Prudence la solidez de los modelos regionales analizados, dada la consistencia de sus resultados. Las divergencias, puntualiz¨® Christensen, se aprecian sobre todo en la cuantificaci¨®n precisa de las tendencias previsibles.
De cara al futuro, se quiere avanzar investigando el clima con modelos de 20 kil¨®metros de resoluci¨®n y a 30 o 50 a?os vista, y no s¨®lo a un siglo, lo que es complicado porque las se?ales del cambio clim¨¢tico dentro de pocas d¨¦cadas son m¨¢s d¨¦biles y m¨¢s dif¨ªciles de precisar. Adem¨¢s, apunt¨® Christensen, la fiabilidad demostrada ahora de los modelos regionales permitir¨¢ abordar con mucha m¨¢s confianza las predicciones de fen¨®menos extremos.
Previsiones a escala de 50 kil¨®metros
En los diferentes modelos regionales del proyecto Prudence, toda Europa (un ¨¢rea de unos 5.000 por 6.000 kil¨®metros) se cuadricula en una malla de aproximadamente 120 por 100 celdillas, de unos 50 kil¨®metros de lado y entre 16 y 30 capas de altura en la atm¨®sfera. Para computar la evoluci¨®n clim¨¢tica durante 30 a?os en esa malla, un equipo inform¨¢tico de varios procesadores trabajando en paralelo tarda entre uno y dos meses de c¨¢lculo continuado, resolviendo miles de millones de operaciones, explica el experto Manuel Castro. Prudence ha trabajado con 10 modelos regionales, incluido el Promes desarrollado en Espa?a por el equipo de Castro.
Los cient¨ªficos destacan que Prudence es un programa de referencia mundial. Y es l¨®gico, puesto que Europa est¨¢ a la vanguardia de la investigaci¨®n clim¨¢tica con modelos regionales, por delante de EE UU y Jap¨®n, se?ala Filippo Giorgi, del Centro Internacional de F¨ªsica Te¨®rica, de Trieste (Italia) y miembro de la oficina de coordinaci¨®n del IPCC (Panel Intergubernamental para Cambio Clim¨¢tico), de Naciones Unidas.
En la estela de Prudence ha arrancado un programa similar en EE UU, explica Giorgi. "Algo m¨¢s retrasados van los modelos para el sudeste asi¨¢tico; tambi¨¦n hay un proyecto -europeo- dedicado a ?frica occidental, y otro m¨¢s para el Amazonas". Por ello es obvio que el pr¨®ximo informe de evaluaci¨®n (denominado AR4) del IPCC, que estar¨¢ listo dentro de dos a?os, "recoger¨¢ muchos nuevos resultados de los modelos regionales, para Europa, para Norteam¨¦rica y las zonas tropicales", adelanta Georgi.
Hasta hace poco, los modelos regionales eran casi una pesadilla para los especialistas por la complicaci¨®n de su desarrollo y por la disparidad de lo resultados. Los cient¨ªficos de Prudence demuestran que se han superado los principales escollos. "Los modelos regionales tienen ahora gran calidad", dice Giorgi. "Ha mejorado la representaci¨®n de la f¨ªsica del clima en ellos, optimiz¨¢ndose las parametrizaciones f¨ªsicas; pero tambi¨¦n son superiores ahora los modelos globales, de los que dependen los regionales, ya que aportan la informaci¨®n de contorno". ?l destaca tambi¨¦n el avance espectacular de los equipos inform¨¢ticos que permite computar modelos regionales en ordenadores asequibles para muchos investigadores, mientras que antes hab¨ªa que recurrir a costos¨ªsimos superordenadores.
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