Astilleros
?Qu¨¦ se puede hacer para salvar los Astilleros?
Grave pregunta con dispares respuestas seg¨²n a qui¨¦n se le formule. Es posible que no todo pueda ser tan f¨¢cil de solucionar como los sindicatos plantean, que cerrarse al slogan "Astilleros no se cierra" no es decir nada, y que habr¨ªa que aportar m¨¢s valent¨ªa y m¨¢s ganas de entenderse con quien pone un plan encima de la mesa, y ¨¦ste, a su vez, renunciar a su r¨ªgida seguridad de que es el ¨²nico posible. ?D¨®nde me lleva esto? Pues al ¨²nico lugar al que, visto lo visto, se puede ir: a la mesa de negociaci¨®n, al intento de armonizaci¨®n de las distintas propuestas e intereses.
El problema de Astilleros, ese conflicto guadiana, es de los que pone a un Gobierno en circunstancia de demostraci¨®n de capacidad y a los sindicatos en circunstancia de demostraci¨®n de responsabilidad. ?Qu¨¦ hay entre la buena voluntad expresada por el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y el de la Junta de Andaluc¨ªa, Manuel Chaves y la exigencia de la Comisi¨®n europea? Seguramente, un peque?¨ªsimo espacio para la negociaci¨®n, pero en ese espacio deben entenderse sindicatos y Gobierno.
Un Gobierno que tambi¨¦n tiene otro reto, el de hacer entender a la Comisi¨®n Europea que mientras los astilleros asi¨¢ticos tengan el favor de sus Gobiernos y se puedan permitir los bajos precios que se permiten; mientras el mism¨ªsimo Estados Unidos, all¨ª donde el liberalismo y la competencia supuestamente es religi¨®n, sigan igualmente protegiendo a los suyos, por dejarlo ah¨ª, que hay m¨¢s casos, no se puede llevar hasta el fundamentalismo la decisi¨®n de cerrar el grifo de las ayudas p¨²blicas a rajatabla.
El Gobierno del Partido Popular cometi¨® un grave error al burlar a la Comisi¨®n, burla que hay que pagar. Pero el reto ahora tambi¨¦n es intentar y conseguir, convencer a la Uni¨®n Europa de que es necesario negociar la devoluci¨®n de la ayuda ilegal del Gobierno anterior para no llevar a la quiebra irremediable a nuestros astilleros p¨²blicos. Eso s¨ª, sin que otra vez las recetas para salvar lo salvable vuelvan a ser de curanderos.
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