Cuatro genocidas y dos ¨¢ngeles
El escritor croata Predrag Matvejevic present¨® ayer en Kosmopolis su galer¨ªa de personajes siniestros de la ex Yugoslavia, un escalofriante relato en directo de las vidas y los horrores de cuatro genocidas: el dictador serbio Slobodan Milosevic, el croata Franjo Tudjman; y los dos serbobosnios que permanecen huidos, el se?or de la guerra Radovan Karadzic, y su sanguinario ayudante de campo, Ratko Mladic.
Su denuncia, estructurada en cuatro actos, se titula Ricardo III en las guerras yugoslavas y est¨¢ llena de referencias a Shakespeare. Matvejevic presenta a los criminales a trav¨¦s de fotos y v¨ªdeos y va relatando sus historias familiares haciendo el recuento de suicidios, asesinatos y violacione, un pasado privado que desemboc¨® despu¨¦s en el genocidio de pueblos enteros. "En la familia de Milosevic hubo tres suicidios. Ahora, ¨¦l es m¨¢s fuerte que el Tribunal de La Haya". "Karadzic, un poeta de tercera que imagin¨® la destrucci¨®n de Sarajevo en un poema, viol¨® a una sobrina y anticip¨® as¨ª los centenares de violaciones de ni?as y mujeres musulmanas a manos de las tropas serbias en Bosnia". "El padre del jovial Tudjman mat¨® a su mujer y luego se suicid¨®. Cuando era estalinista, Tudjman culp¨® del crimen a los nacionalistas croatas. Cuando lleg¨® al poder nacionalista, culp¨® a los comunistas". "La hija de Vladic se suicid¨® como Ofelia porque no aguantaba los cr¨ªmenes de su padre".
En el otro extremo de esas salvajadas est¨¢n v¨ªctimas como Jasmina Tesanovic, una mujer de Belgrado, serbia y cristiana, que ayer estuvo en Barcelona para explicar su amistad epistolar con la iraqu¨ª musulmana Nuha Al-Radi, que empez¨® en enero de 2000, cuando Nuha ley¨® en Granta los Diarios de guerra de Jasmina.
Las cartas empezaron con estas palabras de Jasmina: "Se supone que deber¨ªamos ser enemigas". No lo fueron, y Al-Radi tuvo tiempo de imitar a su amiga serbia y publicar su propio diario: Diarios de Bagdad (Lumen). La idea era que las dos rememoraran juntas su maravillosa historia de paz y amistad frente a la destrucci¨®n. No pudo ser. Al-Radi muri¨® el pasado 31 de agosto. Pero la emoci¨®n con que Jasmina Tesanovic recuerda a su amiga explica que esta muerte de Bagdad no se olvidar¨¢ f¨¢cilmente.
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