El vital pesimismo de Woody Allen
El cineasta neoyorquino recibe de manos de Pedro Almod¨®var el Premio Donostia

Con las manos debajo de la mesa y los hombros t¨ªmidamente encogidos, Woody Allen (Brooklyn, Nueva York, 1935) protagoniz¨® ayer en San Sebasti¨¢n una de las conferencias de prensa m¨¢s multitudinarias que se recuerdan. En la amplia sala de prensa del Kursaal no qued¨® ni una silla libre ni espacio en el suelo para sentarse. Allen, que horas despu¨¦s recibi¨® de manos de Pedro Almod¨®var el Premio Donostia por su carrera, present¨® su ¨²ltima pel¨ªcula, Melinda y Melinda, la historia de una joven neoyorquina contada de dos maneras diferentes: una tr¨¢gica y otra c¨®mica.
El cineasta lleg¨® temprano a San Sebasti¨¢n. En avi¨®n privado, acompa?ado por su mujer, Soon Yi, y sus dos hijos peque?os. El director de Manhattan entr¨® en el hotel Mar¨ªa Cristina agarrado a la mano de su hija. "Ahora mismo tengo una perspectiva muy muy pesimista de la vida", dijo a los periodistas. "Para m¨ª, el vaso ya no est¨¢ medio vac¨ªo, est¨¢ totalmente vac¨ªo. La vida o es tr¨¢gica o es extremadamente tr¨¢gica". "?Que si Bush es un personaje tr¨¢gico o c¨®mico? Me temo que es un ejemplo perfecto de c¨®mo es dram¨¢tico alguien que da risa. Si Bush gana las pr¨®ximas elecciones, la tragedia ser¨¢ absoluta y autom¨¢tica".
Allen record¨® ayer la esencia de su humor, su parodia de la incongruencia de un mundo (Nueva York) tan hipercivilizado como perdido; su reproche a una vida injusta, fatalmente condenada al fracaso y en la que dif¨ªcilmente se puede llegar a la felicidad: "La vida es b¨¢sicamente triste", dijo el director de Zelig. "Aunque todav¨ªa hay peque?as islas de comicidad".
De esas islas de comicidad nacen las historias que, seg¨²n explic¨® ayer, escribe sin descanso: "Tengo decenas de ideas y creo que son buenas, las escribo en servilletas, donde sea. Son ideas para pr¨®ximas pel¨ªculas. Me gustar¨ªa poder hacerlas todas antes de morir, y las har¨¦ si encuentro el dinero y a la gente que me deje hacerlas tranquilamente".
Rodaje en Londres
Allen ha rodado su ¨²ltima pel¨ªcula en Londres. Una historia protagonizada por la actriz Scarlett Johansson que con el t¨ªtulo provisional de Proyecto de verano est¨¢ ambientada en el mundo de los llamados britartists. "Me fui a rodar a Londres porque me ofrecieron la oportunidad de trabajar all¨ª en condiciones. Me garantizaban una libertad creativa que ahora mismo no encuentro en Estados Unidos". "Como saben", a?adi¨®, "la industria americana no es precisamente la m¨¢s sensible del mundo y aunque con Melinda y Melinda tuve suerte y pude trabajar con absoluta libertad, las cosas no fueron igual cuando intent¨¦ rodar una nueva historia. De repente, me vi dando explicaciones, bailando claqu¨¦ lo llamo yo, a una serie de ejecutivos que se quer¨ªan meter donde nadie los llama. Dije que no quer¨ªa hacer as¨ª la pel¨ªcula, que no quiero la ayuda de ning¨²n hombre de negocios y dej¨¦ el proyecto. Luego surgi¨® la posibilidad de rodar en Londres y pens¨¦ en una nueva historia".
Woody Allen confes¨® ayer que con los a?os Maridos y mujeres (la pel¨ªcula que rod¨® tras la ruptura con Mia Farrow y en la que describe con m¨¢s crudeza la imposibilidad del matrimonio) es su favorita: "Creo que esa pel¨ªcula se ajusta mejor que ninguna a la idea que quer¨ªa contar cuando empec¨¦ a escribirla. Generalmente, tengo una idea que luego acabo, en mayor o menor medida, arruinando. Casi siempre me doy cuenta tarde, durante el montaje. ?se es el momento de verdadero p¨¢nico. En el caso de Maridos y mujeres el resultado tiene mucho que ver con la idea original".
Cuesti¨®n de suerte
El c¨®mico, que en una de sus pel¨ªculas ha dicho que s¨®lo existe un amor duradero -"el no correspondido, ¨¦se no te abandona jam¨¢s"-, afirm¨® ayer que la pareja es s¨®lo cuesti¨®n de suerte. "Creo que es algo totalmente fuera de nuestro control. S¨®lo un feliz accidente puede lograr que dos personas que se aman logren encajar perfectamente las piezas para poder as¨ª disfrutar de toda una vida".
Durante casi una hora de preguntas y respuestas, Allen s¨®lo escuch¨® dos reproches. El primero a la clase social de sus personajes (siempre sufriendo pero con pisos estupendos) y el segundo a su ego. "No nac¨ª rico. Mi familia es de clase trabajadora, pero, por alguna raz¨®n que desconozco, todos los personajes que se me ocurren viven en buenos apartamentos y tienen una buena educaci¨®n. Quiz¨¢ es porque la mayor¨ªa de la gente que conozco vive as¨ª. Pero ignoro la cuesti¨®n de fondo porque lo cierto es que no crec¨ª con dinero y que los ritmos que yo tengo son los de la gente pobre. Conozco bien ese medio social, pero no se me ocurren historias sobre ¨¦l. La verdad, insisto, es que no puedo entender la raz¨®n". Ante quienes consideran que el cineasta no habla de otra cosa que de s¨ª mismo, Allen ech¨® mano de su temible inteligencia: "Yo, sinceramente, no veo ninguna similitud entre mis pel¨ªculas. No s¨¦ que tienen que ver Zelig con Manhattan o Balas sobre Broadway con Melinda y Melinda. Pero puedo entender esa objeci¨®n, supongo que es lo mismo que cuando hablamos de comida china, hay miles de platos diferentes, muy diferentes, pero al final, es eso, comida china".

Portentoso Nueva York
Pedro Almod¨®var y Woody Allen se conoc¨ªan por sus historias, pero ayer, por primera vez, se vieron las caras. Sobre el escenario del Kursaal, en la gala inaugural del 52? Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, Almod¨®var expres¨® su admiraci¨®n por el director de Hanna y sus hermanas. "Yo conoc¨ª Nueva York a trav¨¦s de Superman y King Kong, pero eso fue el cielo de Nueva York; las aceras, las esquinas, las marquesinas de los edificios, me los ense?¨® Woody Allen", dijo Almod¨®var ante el p¨²blico. "En mi primer viaje a la ciudad pude comprobar que ni ¨¦l ni Superman me hab¨ªan enga?ado. Mi generaci¨®n ha crecido con Woody Allen, hemos vivido de todo con Woody Allen: una dictadura, la democracia, un golpe de Estado, la movida madrile?a, el glam, la ruta del bakalao, la bachata, los socialistas, los populares, de todo; cada a?o hubo siempre una pel¨ªcula de Woody Allen para ver, una pel¨ªcula que nos hac¨ªa m¨¢s inteligentes, m¨¢s libres y m¨¢s cosmopolitas".
Woody Allen, ante un p¨²blico que le ovacion¨® de pie, agradeci¨®, visiblemente emocionado, un premio que considera inmerecido. "Cuando me dijeron en Nueva York que quer¨ªan darme un homenaje por toda mi carrera pens¨¦ que no pod¨ªa aceptarlo, yo no soy ni un cient¨ªfico ni un doctor que haya hecho nada de valor para la humanidad. Luego, sin embargo, pens¨¦ que a lo mejor s¨ª hab¨ªa hecho algo, pens¨¦ que con mis pel¨ªculas he conseguido curar a muchos insomnes y eso es algo. Hoy les traigo aqu¨ª mi ¨²ltima pel¨ªcula; si les gusta est¨¢ bien pero si no les gusta no pasa nada, acabo de terminar otra"
"Woody Allen es uno de los pocos genios de cine que quedan. Hay pocos que acumulen tantas obras maestras. Es portentoso", dijo al llegar a San Sebasti¨¢n el director de La mala educaci¨®n. "Almod¨®var es un cineasta maravilloso. ?Yo deber¨ªa darle a ¨¦l este premio!", dijo Allen.
Allen tambi¨¦n hab¨ªa explicado por la ma?ana que aceptaba el premio por gratitud a los espectadores espa?oles: "Siempre han apoyado mi cine. Yo quiero darle las gracias al p¨²blico y al pueblo espa?ol".
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