Un sue?o eterno

Este relato es un aldabonazo de ternura. Una visita a los relatos de aventuras y romanticismo. Los agradecimientos a su autor, El Brujo, que sigue fabulando desde un escenario con San Francisco, juglar de Dios, de Dar¨ªo Fo.

?Qu¨¦ entiende usted por viaje?As¨ª de bonito no lo dir¨ªa a los diez a?os, cuando inici¨® su vuelta al mundo.El asunto de la limpieza les preocupaba m¨¢s que la comida.Luego vendr¨ªa la segunda, 18 a?os despu¨¦s.Canguro y, de noche, cr¨¢pula.Pero est¨¢ aqu¨ª... Algo le hizo traicionar sus prop¨®sitos.Por favor, d¨ªgame que no abandon¨® su sue?o de dar la vuelta al mundo.

Creo que es un despertador de la conciencia, una forma de romper con la rutina cotidiana. El Quijote es un viaje y la vida es un viaje. Lo es toda met¨¢fora del vivir intenso.

El plan era salir de Torredonjimeno (Ja¨¦n) y llegar en bici a M¨¢laga para tomar un barco y recorrer el mundo. Me acompa?aba mi mejor amigo y llevamos una muda, cepillo y pasta de dientes, algo de dinero y un rollo de papel higi¨¦nico.

Eso a mi amigo, que insisti¨® mucho en lo del rollo. El caso es que nos escapamos a las seis de la tarde, con 45 grados, y llegamos hasta el pueblo de al lado. All¨ª nos metimos en la piscina y gastamos el dinero en bocadillos, cervezas y cubatas. Bien colocados, pusimos fin a esa primera intentona.

Exacto. El segundo plan, con el mismo compa?ero, nos llev¨® a Par¨ªs. De all¨ª ir¨ªamos a Rotterdam a embarcar. En Par¨ªs dorm¨ª mes y medio en la calle y en el metro, hasta que conoc¨ª a exiliados espa?oles del franquismo que me dieron mucho cuartelillo. Uno de ellos ten¨ªa un amigo pintor que me acogi¨® en su casa de campo a cambio de que cuidara de sus ni?as peque?as. Por la noche me escapaba a la ciudad.

Recuerdo un d¨ªa que regres¨¦ a la casa a las cinco de la ma?ana y no ten¨ªa llaves. Me sent¨¦ en las escaleras y vi el amanecer m¨¢s maravilloso de mi vida. Ese d¨ªa decid¨ª no volver jam¨¢s a Espa?a.

Una llamada de Espa?a ofreci¨¦ndome trabajo como actor. Pas¨¦ dos noches en vela decidiendo entre ser aventurero o actor. Al fin decid¨ª que el romanticismo del aventurero durar¨ªa seis meses, tras los cuales mi destino ser¨ªa de camarero. As¨ª que volv¨ª.

?Qu¨¦ va! En los ochenta qued¨¦ con mi amigo en que diez a?os m¨¢s tarde nos encontrar¨ªamos en la Puerta del Sol de Madrid, pero no acud¨ª a la cita y supongo que ¨¦l tampoco.