?ltimas sinfon¨ªas de Mozart
EL PAIS ofrece ma?ana, lunes, por 2,95 euros, las versiones con instrumentos de ¨¦poca de Jos van Immerseel y Anima Eterna
Aquel verano de 1788, acuciado por dificultades econ¨®micas que se mantendr¨ªan hasta el final de sus d¨ªas, Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) escribi¨® en apenas 10 semanas sus tres ¨²ltimas sinfon¨ªas. Ten¨ªa 32 a?os y viv¨ªa en Viena. Se hab¨ªa liberado de la afectivamente asfixiante presi¨®n paterna y de la del arzobispo de Salzburgo. Adem¨¢s ten¨ªa buenos m¨²sicos para interpretar sus obras, pero la escasez de ingresos econ¨®micos era sumamente preocupante y la circunstancia de que solamente se apuntase un suscriptor, el bar¨®n Van Swieten, a su temporada de conciertos 1788-1789 encend¨ªa todas las alarmas rojas. El escritor, historiador y flautista Gabriel Jackson ha se?alado la influencia parcial de la guerra contra Turqu¨ªa entre 1788 y 1790 para explicar este retroceso econ¨®mico, sobre todo desde el comienzo de las operaciones militares. "Muchos de sus mecenas hab¨ªan salido de Viena regresando a sus propiedades habituales o bien hab¨ªan ido al frente como oficiales. Pero segu¨ªa habiendo un n¨²mero reducido de conciertos y de representaciones de ¨®pera", comenta Jackson en Mozart, vida y ficci¨®n (Ediciones Universidad de Salamanca, 2003). Lo cierto es que el p¨²blico vien¨¦s dio la espalda al compositor y entre las razones o sinrazones m¨¢s fiables de esta actitud colectiva est¨¢ la de la regresi¨®n conservadora de ese p¨²blico en un momento en el que la m¨²sica de Mozart volaba alto en creatividad e innovaci¨®n. La creaci¨®n de las tres ¨²ltimas sinfon¨ªas, fechadas entre el 26 de junio y el 10 de agosto de 1788, podr¨ªa entrar sin excesivos reparos en lo que Stefan Zweig llama "momentos estelares de la humanidad". Dos de ellas, la 40 y la 41, est¨¢n contenidas en el libro-disco que se distribuye ma?ana con el ejemplar de EL PA?S al precio de 2,95 euros.
En sol menor (K 550) y en do mayor (K 551), respectivamente. La primera es una tonalidad mozartiana muy peculiar, asociada a la melancol¨ªa, a la fragilidad de los sentimientos, al dolor. Mozart la utiliza en arias tan emotivas como la de Pamina en La flauta m¨¢gica o la de Constanza en El rapto del serrallo, y tambi¨¦n en el quinteto de cuerdas K 516. La sinfon¨ªa 40 es quiz¨¢ la m¨¢s "oper¨ªstica" del autor, tal vez la m¨¢s sensible. El escritor Manuel Vicent la utiliz¨® como defensa de los valores de una generaci¨®n frente a ciertos aspectos poco respetuosos de la siguiente en un memorable art¨ªculo publicado en Triunfo titulado, nada casualmente, No pongas tus sucias manos sobre Mozart (en EL PA?S Vicent escribi¨® m¨¢s recientemente una columna asimismo memorable sobre la m¨²sica de Bruckner y los inmigrantes del Este que sirven como empleados dom¨¦sticos en las zonas acomodadas de Madrid). A Mozart, en efecto, hay que presentarse con las manos limpias. Fundamentalmente porque su m¨²sica es siempre un lugar de encuentro y consolaci¨®n, y en ella palpita a borbotones lo que se entiende por "factor humano". La ¨²ltima sinfon¨ªa, la 41, es una obra de s¨ªntesis, y en ella conviven referencias de todo tipo de lo, hasta ese momento, escrito por el compositor, desde hallazgos formales hasta citas m¨¢s o menos sentimentales. Se denomina a veces, inapropiadamente, J¨²piter, por su grandeza o por su longitud. Las dos ¨²ltimas sinfon¨ªas est¨¢n compuestas, para situarnos, despu¨¦s de los estrenos de Las bodas de F¨ªgaro y Don Giovanni y antes de los de Cos¨¬ fan tutte y La flauta m¨¢gica, y suponen, casi obvio es decirlo, la m¨¢xima aportaci¨®n de Mozart en el terreno orquestal.
La m¨²sica de Mozart es transparente. La m¨²sica de Mozart posee frescura. La m¨²sica de Mozart desprende humanidad. El clavecinista y director de orquesta de este registro, Jos van Immerseel, naci¨® en Amberes y fund¨® en 1987 el grupo Anima Eterna, quiz¨¢ parodiando su propio apellido (Alma eterna, en efecto). Desde 2002 el grupo est¨¢ asociado al Concertgebouw de Brujas y graba en el sello franc¨¦s Zigzag Territoires. Antes de ello, Immerseel y los suyos dejaron m¨¢s de una decena de discos dedicados a Mozart en el sello holand¨¦s Channel Classics. Interpretan con instrumentos originales o con versiones modernas de los mismos. Parten de ediciones cr¨ªticas y tratan de descubrir los aspectos m¨¢s fieles a las obras de origen gracias a la elaboraci¨®n del sonido, la articulaci¨®n y el fraseo. Su repertorio no se limita a Mozart y se extiende desde Bach hasta el siglo XIX inclusive. Volver¨¢n a la colecci¨®n Cl¨¢sica de EL PA?S con Chaikovski. Tambi¨¦n volver¨¢ Mozart con una recreaci¨®n de su ¨²ltimo concierto, es decir, con el concierto de clarinete KV 622, varios fragmentos de La clemencia de Tito y la M¨²sica mas¨®nica. De momento nos quedamos con las dos ¨²ltimas sinfon¨ªas. El fil¨®sofo y ensayista Rafael Argullol escribe el art¨ªculo introductorio del libro-disco. Vive Argullol de cerca a Mozart e incluso ha escrito el texto po¨¦tico que reemplaza a los di¨¢logos de La flauta m¨¢gica en la versi¨®n de La Fura dels Baus, que se estren¨® en la Jahrhunderthalle de Bochum, en la Trienal del Ruhr, hace un a?o, y que durante esta temporada visitar¨¢ la ?pera de Par¨ªs y el Teatro Real de Madrid. El registro original de las ¨²ltimas sinfon¨ªas de Mozart de Anima Eterna sali¨® al mercado en 2003.
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