Trabajar m¨¢s horas para conservar el empleo
Inquietud sindical ante la tendencia europea a ampliar la jornada en nombre de la productividad
En Alemania, en el lander de Renania-Westfalia del Norte, se han firmado ya este a?o dos convenios colectivos en los que la jornada laboral semanal pasa de las 37,7 horas a las 40. No es la primera vez que empleados de una compa?¨ªa acceden a perder derechos adquiridos. Lo nuevo del fen¨®meno es que la negociaci¨®n se est¨¢ llevando a cabo en empresas que est¨¢n lejos de la quiebra. "Estos acuerdos est¨¢n cambiando las relaciones en la industria alemana", dice el Observatorio Europeo del Empleo. "Hasta ahora, un aumento de la jornada sin compensaci¨®n salarial s¨®lo era posible en empresas en crisis y s¨®lo para los trabajadores m¨¢s cualificados".
La jornada laboral acordada por convenio, as¨ª como la jornada real que efectivamente cubren los trabajadores europeos, no ha hecho m¨¢s que descender, salvo excepciones, en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Eurostat, la oficina estad¨ªstica europea, se?ala que la duraci¨®n media de trabajo de los asalariados a tiempo completo ha disminuido incluso media hora entre 1997 y 2002 y la jornada de las 35 horas implantada por ley en Francia ha supuesto una reducci¨®n generalizada de los horarios que ahora, sin embargo, se debate permanentemente ante la amenaza de las fugas empresariales hacia el este. ?Estamos asistiendo ahora al inicio del recorrido inverso? "Yo creo que no, que el fen¨®meno no est¨¢ todav¨ªa generalizado, pero que es, ciertamente, una cuesti¨®n estrat¨¦gica preocupante que est¨¢ utilizando la patronal", dice Ronald Janssen, consejero de la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos.
Los llamamientos a recorrer ese camino de vuelta son abundantes en los ¨²ltimos meses y no s¨®lo provienen de la patronal. "El retorno a las 40 horas semanales es inevitable, tanto para el sector p¨²blico como para el privado", repite una y otra vez Laurens Jan Brinkhorst, ministro holand¨¦s de Asuntos Econ¨®micos. "Holanda necesita ampliar la jornada laboral para aumentar la productividad y mejorar el crecimiento econ¨®mico". El comisario europeo de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios, Joaqu¨ªn Almunia, tambi¨¦n cree que en una econom¨ªa globalizada hay sectores obligados a optar por ampliar las jornadas laborales.
Aunque las ¨²ltimas previsiones econ¨®micas hablan ya de una clara recuperaci¨®n de la econom¨ªa europea, lo cierto es que el crecimiento econ¨®mico y la productividad (por empleado) de Estados Unidos y Jap¨®n van siempre por delante. Sin embargo, la productividad por hora trabajada es mayor a este lado del Atl¨¢ntico. En la Rep¨²blica Checa, Finlandia, Grecia, Hungr¨ªa, Irlanda y Eslovaquia la hora trabajada es m¨¢s productiva que la estadounidense. Partiendo de esta base, la estrategia de prolongar los horarios no repercutir¨ªa en una mayor productividad por hora trabajada y no siempre conduce a una mayor productividad en t¨¦rminos absolutos.
Seg¨²n el ¨²ltimo informe trimestral del Observatorio Europeo del Empleo, en muchos pa¨ªses con largas jornadas laborales la productividad es menor, como es el caso de Letonia. La jornada laboral efectiva en ese pa¨ªs b¨¢ltico es de 43,6 horas semanales, la m¨¢s alta de la Uni¨®n Europea, y, sin embargo, su productividad est¨¢ muy por debajo de la media europea. S¨®lo el Reino Unido (con 43,3 horas) le sigue de cerca, aunque en este caso la productividad por trabajador es muy similar a la estadounidense.
Diversos an¨¢lisis se?alan que hay una tendencia general y ya asentada en toda Europa a exigir horarios mucho m¨¢s largos a los j¨®venes ejecutivos y, por supuesto, a los directivos. Las jornadas laborales de los hombres son tambi¨¦n m¨¢s largas que las de las mujeres. El 17% de los asalariados frente al 12% de las asalariadas hacen horas suplementarias, la mayor¨ªa de ellas no remuneradas. Los cuadros superiores de la administraci¨®n p¨²blica, los directivos del sector privado y los profesionales liberales son los que hacen m¨¢s horas extras no pagadas.
Aunque todav¨ªa no hay estad¨ªsticas lo suficientemente actualizadas para verificar si este fen¨®meno de ampliar los horarios es general, lo cierto es que la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos prepara un informe sobre este asunto y tiene prevista para esta semana una reuni¨®n sobre el mismo. Mientras tanto, ya ha hecho un llamamiento para alertar contra la pol¨ªtica de los empresarios y los mensajes "simplistas" de los pol¨ªticos, que consideran mero oportunismo. "Fijar la jornada en las 40 horas no es lo que Europa necesita", claman los sindicatos.
"Los convenios que ampl¨ªan los horarios pueden ser buenos para una empresa, pero no si se generalizan", explica Janssen, "porque con recortes de salarios habr¨ªa m¨¢s producci¨®n, pero disminuir¨ªa la demanda, como ocurre en Alemania". El otro efecto perverso de la ampliaci¨®n de la jornada laboral es el desempleo, que sigue estable y a altos niveles en la Uni¨®n Europea en el 9,0%.
Tambi¨¦n esta semana pr¨®xima, la Comisi¨®n Europea presentar¨¢ sus propuestas para modificar la directiva de ordenaci¨®n de tiempo de trabajo. Bruselas pretende limitar enormemente la posibilidad de hacer excepciones a la norma b¨¢sica europea que establece un m¨¢ximo efectivo de 48 horas semanales. El pa¨ªs que m¨¢s excepciones aplica e incluso firma con sus empleados es el Reino Unido. Tradicionalmente, es el pa¨ªs de mayor jornada laboral de Europa (ahora superada por Letonia) y los an¨¢lisis de Bruselas demuestran la tendencia brit¨¢nica a extender a¨²n m¨¢s las jornadas interminables.
"Seg¨²n los datos disponibles, aproximadamente 4 millones de personas, es decir, el 16% de la mano de obra, trabajan actualmente m¨¢s de 48 horas semanales, mientras que, a comienzos de los a?os noventa, s¨®lo lo hac¨ªan 3,3 millones", dice un informe de la Comisi¨®n. El Gobierno laborista de Tony Blair asegura que su sistema es crucial para mantener el crecimiento econ¨®mico y el viceministro polaco de Trabajo, Piotr Kulpa, se ha apresurado a manifestarle p¨²blicamente su apoyo.
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