"No s¨¦ qu¨¦ es Pekerman. Nunca dirigi¨® nada"
Cigarrillo negro siempre encendido, "mentiras evidentes" atacadas con desprecio, "verdades absolutas" defendidas con pasi¨®n, la caliente y grave voz del m¨ªtico Flaco Menotti resuena constante en el fondo de la conciencia del f¨²tbol argentino. A sus 65 a?os reacciona con furia adolescente cuando le tocan el juego que lo mantiene con vida. La renuncia de Marcelo Bielsa, el primer entrenador que abandona el cargo desde que Menotti inici¨® en 1974 el proyecto de organizaci¨®n de los equipos nacionales de Argentina, el no de Carlos Bianchi a la sucesi¨®n y la inmediata designaci¨®n de Jos¨¦ Pekerman, le dan ahora motivos suficientes para mantener el debate en un punto de jaque perpetuo.
"Si a m¨ª me preguntan por Bianchi, yo tengo un an¨¢lisis interior porque le conozco en finales"
"Bielsa tuvo una formaci¨®n te¨®rica, le falt¨® algo de calle. Lo bueno es que fue creciendo"
Pregunta. ?Le sorprendi¨® la renuncia de Bielsa?
Respuesta. No conozco los motivos m¨¢s all¨¢ de los que ¨¦l explic¨®. Pero entiendo y comprendo su fatiga, su cansancio. No me sorprende en el sentido de que es la cr¨®nica de una muerte anunciada, la del entrenador vocacional. No me refiero a los mercenarios de este oficio. Hablo de aquellos, como Bielsa, que todav¨ªa sue?an con entrar al campo como si fuese a un taller de artesanos donde se generan obras, sociedades, f¨²tbol, juego, donde se prepara el gran espect¨¢culo para agradar al p¨²blico.
P. ?Es un s¨ªntoma de lo que pasa en el f¨²tbol argentino?
R. S¨ª, se lo est¨¢ devorando el negocio. Los entrenadores trabajamos s¨®lo para los empresarios que venden jugadores, los enriquecemos para ellos. As¨ª es que yo trabajo para armar un equipo y al final del torneo me lo desarman todo y hay que volver a empezar. ?Qu¨¦ relaci¨®n sentimental se puede construir as¨ª con los hinchas? Ac¨¢ s¨®lo se trabaja para la exportaci¨®n.
P. ?El entrenador debe volver a preguntarse para qu¨¦ sirve su oficio?
R. Claro, porque lo que hay que resolver es si un equipo de f¨²tbol, una obra de teatro, una gran orquesta sinf¨®nica, es un problema de int¨¦rpretes, de m¨²sicos y directores, o es un problema de ensayo. ?Qu¨¦ es el f¨²tbol? ?Es cuesti¨®n de juntar 11 tipos y ponerlos en el campo, aun cuando sean los mejores? ?Es eso? ?Una orquesta es el resultado de un director que llama a los mejores int¨¦rpretes y les dice ma?ana tocamos Mozart en el teatro Col¨®n? ?Es as¨ª? Es probable que con grandes jugadores, grandes int¨¦rpretes, esa funci¨®n se salve. Pero si los jugadores y el entrenador tienen verdadera vocaci¨®n, aun cuando ganen fortunas, necesitan ensayar, necesitan juntarse con los otros para salir a escena el domingo y, cuando se miren, ya sepan todo de memoria. Como sucede con un delantero centro y un media punta, o los dos centrales con los laterales en la defensa y as¨ª.... Las verdades del f¨²tbol no las tiene nadie, pero hay mentiras evidentes. Son muy pocos los entrenadores que sostienen una l¨ªnea de pensamiento y de acci¨®n. A m¨ª me da verg¨¹enza escuchar las cosas que dicen algunos entrenadores cuando les preguntan qu¨¦ f¨²tbol les gusta y contestan: 'tres-uno-dos-uno-tres...'. Parece que est¨¢n dando n¨²meros de tel¨¦fono.
P. ?C¨®mo eval¨²a los seis a?os de gesti¨®n de Bielsa al frente de Argentina?
R. ?l tuvo una formaci¨®n m¨¢s acad¨¦mica, te¨®rica, le falt¨® algo de calle. Es como esos actores de conservatorio que algunos roles los hacen bien, pero hay otros que los quieren hacer y no pueden. Lo bueno es que creo que fue creciendo, tuvo una evoluci¨®n. Despu¨¦s del fracaso en el Mundial, modific¨® su dibujo t¨¢ctico, cambi¨® la elecci¨®n de futbolistas y fue a buscar la eficacia desde un lugar que le es m¨¢s c¨®modo a los jugadores. Eso habla bien de ¨¦l...
P. ?Por qu¨¦ cree que Carlos Bianchi no acept¨® el cargo?
R. Bianchi nunca fue considerado de verdad como el entrenador de la selecci¨®n, s¨®lo hicieron el tr¨¢mite porque hab¨ªa un consenso general para que le ofrecieran el cargo, pero no lo quer¨ªan. Yo apostaba cien d¨®lares contra uno a que Bianchi no aceptaba.
P. ?Era Pekerman el indicado para sustituir a Bielsa?
R. Si partimos desde el punto de vista de los antecedentes, no tiene ninguno. En estos a?os no ha tenido experiencia pr¨¢ctica con los mayores. Tal vez, desde la observaci¨®n, s¨ª. Pero yo hace 20 a?os que veo ballet y no entiendo nada.
P. ?No basta su experiencia con los juveniles, gan¨® tres campeonatos mundiales sub 20?
R. No tiene nada que ver. Son cosas muy distintas. Yo no me atrever¨ªa a dirigir juveniles. Para m¨ª hay diferencias muy marcadas, hay entrenadores de inferiores, de primera y de nivel internacional. No todos son lo mismo, ni son iguales. La selecci¨®n es tambi¨¦n otra categor¨ªa. Una cosa es dirigir ac¨¢ y otra en Espa?a. Y otra en Italia.
P. ?Qu¨¦ puede cambiar en el equipo que arm¨® Bielsa con Pekerman como entrenador?
R. Es que no s¨¦ qu¨¦ es Pekerman. Nunca dirigi¨® nada. No lo digo peyorativamente, pero la verdad es que no le conozco como entrenador en un River-Boca, en un Real Madrid-Barcelona, en un Rosario Central-Newell's, en competencia cada domingo. Nunca le vi dirigiendo un equipo que est¨¢ peleando el descenso. No lo conozco bajo presi¨®n, no conozco su personalidad, no conozco su idea del juego en la b¨²squeda de la eficacia. Si no se tiene una gran personalidad, no se pueden transmitir esas ideas a jugadores profesionales. Si a m¨ª me preguntan por Bianchi, yo tengo un an¨¢lisis interior, porque le conozco en finales, partidos importantes. A Bielsa le conoc¨ª con el V¨¦lez, con el Newell's. Ahora, Pekerman... Lo de los juveniles lo descarto, porque no tienen ninguna presi¨®n. No es lo mismo dirigir a un gran actor que a un chaval de teatro vocacional, aunque sea bueno.
P. Est¨¢ claro que no le convence el cambio.
R. No. Bielsa jam¨¢s se comprometi¨® con la miseria medi¨¢tica. Y resulta que se pasa ahora a un entrenador que el d¨ªa en que lo designaron estuvo desde las ocho de la ma?ana hasta las doce de la noche dando entrevistas a cualquier medio. A m¨ª me hubiera gustado que Pekerman dijera: 'Har¨¦ todo lo posible por seguir adelante, pero me voy porque tengo que hablar con los jugadores, hay partido dentro de 20 d¨ªas'. Pero ya veo ahora que est¨¢ todo permitido para los grandes poderes otra vez. Es el uso que hacen ellos de la libertad de prensa, utilizan el micr¨®fono para mentir o enga?ar, pero se dan el lujo de censurar a quien piensa distinto.
P. ?El responsable es el presidente de la AFA?
R. Ser¨ªa muy c¨®modo echarle toda la culpa a Grondona cuando hay un Estado que se desentiende de c¨®mo funciona la AFA y estas supuestas sociedades sin fines de lucro, donde los intermediarios y los directivos hacen negocios con el club. En este circo es muy c¨®modo echarle toda la culpa a Grondona cuando ning¨²n dirigente tiene ni presenta un proyecto alternativo.
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