El hallazgo de un templo cambia el plano de la Tarragona romana

El hallazgo de un nuevo templo romano en Tarragona modifica radicalmente la concepci¨®n de la antigua capital imperial que se ten¨ªa hasta ahora. El descubrimiento prueba que el foro de Tarraco era mucho mayor de lo calculado: aproximadamente el doble. ?sta es la conclusi¨®n de un equipo arqueol¨®gico que acaba de descubrir junto al foro conocido lo que aseguran es un templo dedicado a los dioses J¨²piter, Juno y Minerva (la denominada tr¨ªada capitolina).

Este tipo de templos eran los mayores en la ¨¦poca romana, comparables a una catedral para el cristianismo.

El hallazgo de los cimientos de este templo capitolino -as¨ª se llaman los dedicados a los tres dioses de m¨¢s peso en el pante¨®n romano- supone que frente a ¨¦l hab¨ªa un espacio abierto, del mismo modo que ocurre frente a las iglesias actuales, donde habitualmente se celebraban las ceremonias y que bien podr¨ªa servir de mercado o lugar de reuni¨®n.

El hallazgo abre a¨²n m¨¢s la v¨ªa de la investigaci¨®n en la parte baja de la ciudad, poco explotada tur¨ªsticamente

El edificio descubierto, consagrado a la tr¨ªada capitolina de J¨²piter, Juno y Minerva, prueba que el foro de la ciudad era mucho mayor

"Esto cambia del todo el concepto que ten¨ªamos de la parte baja de la ciudad", se?ala Joaqu¨ªn Ruiz, uno de los coordinadores del equipo que ha sacado a la luz estos restos. Como tantos otros descubrimientos, el del templo capitolino lo ha sido por pura casualidad. Los arque¨®logos llevan d¨¦cadas intentando localizar el templo de Augusto, emperador que vivi¨® en Tarraco entre el 25 y el 27 antes de Cristo, convirtiendo as¨ª la ciudad en capital del mundo romano.

"Sabemos que el templo existe porque se acu?aron monedas con su imagen y la del altar", dice Ruiz. Y esta b¨²squeda es exactamente la que ten¨ªa como cometido el equipo de arque¨®logos, que trabajaban con la hip¨®tesis de que este templo de culto imperial -Augusto fue elevado a la categor¨ªa de dios por Tiberio, su sucesor, tras su muerte- estuviera situado en el foro de la parte baja. "Busc¨¢bamos un imperio y nos encontramos con la rep¨²blica", ironiza Ruiz, advirtiendo de que el templo capitolino data de finales del siglo II antes de Cristo, en tiempos de la Rep¨²blica de Roma.

La antigua Tarraco, capital de la provincia Tarraconensis y puerto mediterr¨¢neo de referencia, dispon¨ªa tambi¨¦n de otro foro en la parte alta de la ciudad, junto al que se alz¨® el circo, entre otros monumentos. Pero era en el foro de la parte baja donde se administraba la justicia para todos los habitantes de la provincia, que alcanzaba desde la actual Galicia hasta el valle del Ebro.

El templo de J¨²piter, Juno y Minerva se halla junto a la bas¨ªlica jur¨ªdica, docenas de templos menores alrededor del foro y de tiendas, en un sitio elevado desde donde se dominaba perfectamente el puerto, la verdadera raz¨®n de ser de Tarraco.

El descubrimiento, que a¨²n debe ser presentado y validado ante la comunidad cient¨ªfica, abre a¨²n m¨¢s la v¨ªa de la investigaci¨®n en la parte baja de la ciudad, poco explotada tur¨ªsticamente si la comparamos con la alta. Sin embargo, la excavaci¨®n en esta zona se antoja extremadamente complicada, puesto que durante el siglo XIX fue el ensanche de la ciudad y, a la vez que la construcci¨®n de nuevas casas pon¨ªa al descubierto importantes restos, tambi¨¦n sepultaba otros. Entre ellos, la mayor parte del foro, que hoy descansa bajo bloques de pisos.

"Pero podemos suponer la forma de la antigua Tarraco a partir de la forma que tienen hoy las parcelas, que son herederas de la distribuci¨®n romana", se?ala Ruiz. Todo esto, con datos recabados en la ciudad desde la Revoluci¨®n Industrial se plasmar¨¢ en una maqueta pr¨®ximamente.

Con todo, a¨²n queda la inc¨®gnita del templo de Augusto. Ahora, la hip¨®tesis de que se encuentra en la parte alta "gana puntos", seg¨²n Ruiz. Y, m¨¢s concretamente, bajo el altar mayor de la actual catedral, el ¨²nico punto de la ciudad a¨²n sin excavar.