Una carrera de 41 a?os

Hace ya 41 a?os que Turqu¨ªa inici¨® su carrera de obst¨¢culos para intentar entrar en el selecto club de la UE, como recordaba ayer el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. En los dos ¨²ltimos a?os, se ha convertido ya en una marcha contra el reloj. La eliminaci¨®n de la pena de muerte, las leyes sobre la tolerancia cero contra la tortura o las normas para el reconocimiento de los derechos de los kurdos han sido algunos de los ejemplos de esas "revolucionarias reformas" a las que ayer se refiri¨® Erdogan.

La carrera comenz¨® en 1963, cuando Ankara firm¨® el primer acuerdo de asociaci¨®n con la entonces Comunidad Europea. 14 a?os despu¨¦s, el Gobierno turco pidi¨® el estatuto oficial de pa¨ªs candidato, pero Europa le dio con la puerta en las narices en 1989, lo que dio pie a una grave crisis entre ambos. En 1999 s¨ª logr¨® ese estatuto y, en diciembre de 2002, los jefes de Estado y Gobierno se comprometieron a abrir las negociaciones de adhesi¨®n si en diciembre de 2004 comprobaban que Turqu¨ªa hab¨ªa hecho las reformas legales que permitan cumplir los requisitos pol¨ªticos y econ¨®micos para estar en la Uni¨®n.

Este enorme pa¨ªs (780.000 kil¨®metros cuadrados) de 70 millones de musulmanes con una renta por habitante de 6.700 d¨®lares ha modificado centenares de leyes para acomodarse a las exigencias de la Uni¨®n. Existen ya escuelas en las que se ense?a en kurdo, o televisiones en ese idioma, algo impensable hace una d¨¦cada. El Ej¨¦rcito, garante de la laicidad del Estado, ha perdido peso en ¨®rganos clave como el Consejo de Seguridad Nacional o los antes todopoderosos tribunales militares. Hay normas a favor de la libertad de expresi¨®n, la igualdad de sexos o la libertad religiosa, y algunos agentes est¨¢n procesados por torturas.

Pero los cambios de leyes, y en tan corto espacio de tiempo, no han sido suficientes. Tanto la UE como Erdogan asumen que hace falta a?os para asimilar las reformas. Sigue habiendo decenas de cr¨ªmenes de honor, desapariciones, casos de torturas, cierres de peri¨®dicos o abusos militares y policiales.