La entrada de Turqu¨ªa divide a la UE

La luz verde que la UE se dispone a dar a Turqu¨ªa para iniciar en 2005 las negociaciones de adhesi¨®n de este gran pa¨ªs poblado por 70 millones de musulmanes levanta estos d¨ªas en toda Europa divisiones y miedos por encima de ideolog¨ªas. En Francia, Alemania, Austria y Holanda, el rechazo es mayor. En el Reino Unido, Espa?a, Italia y los nuevos socios del Este (EE UU es el principal valedor de Ankara) se dan los mayores apoyos. Ayer, los dirigentes del principal grupo de la Euroc¨¢mara, el Partido Popular Europeo, se opusieron a la entrada de Turqu¨ªa s¨®lo 24 horas despu¨¦s de que el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, superara el ¨²ltimo obst¨¢culo exigido por Bruselas para que el 6 de octubre pueda aconsejar ese inicio de negociaciones.

Dirigentes pol¨ªticos de toda Europa saltaron ayer a escena para aclarar sus posiciones, la mayor¨ªa de ellas muy cr¨ªticas. Sal¨ªan as¨ª al paso de los positivos comentarios del comisario de la Ampliaci¨®n, el alem¨¢n Gunter Verheugen, quien asegur¨® que "ya no hay m¨¢s obst¨¢culos sobre la mesa", entre otras razones porque ya no existe "una tortura sistem¨¢tica" en Turqu¨ªa.

"Luego existen casos de tortura", le replic¨® ayer de inmediato el tambi¨¦n alem¨¢n Hans-Gert Poettering, presidente del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE, el mayor de la C¨¢mara con 268 esca?os de 732). Poettering declar¨® que Turqu¨ªa no cumple la condici¨®n de respetar los derechos humanos para entrar en la UE, por lo que no deben comenzar esas negociaciones que Ankara viene reclamando desde hace 41 a?os.

Fue ¨¦sa una de las conclusiones de los debates organizados por el PPE esta semana para analizar la "preocupante situaci¨®n en Turqu¨ªa", en palabras del eurodiputado alem¨¢n. En realidad, Poettering considera que Turqu¨ªa no debe entrar jam¨¢s en la UE y apuesta por una "asociaci¨®n especial" de Ankara con la Uni¨®n, pero nunca con los turcos dentro de unas instituciones europeas en las que tendr¨ªan m¨¢s peso y poder que ning¨²n otro pa¨ªs por tener m¨¢s habitantes. Es lo que ha propuesto la CDU alemana.

El franc¨¦s Jacques Toubon, ex ministro y dirigente del grupo de 17 eurodiputados de la UMP (el partido del presidente Jacques Chirac), opina que la entrada de Turqu¨ªa en la UE "supondr¨ªa un mal servicio para los europeos". Ha sido Toubon "el m¨¢s beligerante" en los debates de estos d¨ªas en el PPE. "Rozaba el chauvinismo racista", asegura uno de los participantes, con razonamientos como ¨¦ste: "Los turcos nunca ser¨¢n realmente europeos, porque culturalmente est¨¢n incapacitados para asumir los valores democr¨¢ticos de la UE y porque su religi¨®n les impide asumir la igualdad hombre-mujer o el respeto al individuo".

Efecto de contagio positivo

El espa?ol Alejo Vidal-Quadras (PPE), vicepresidente de la C¨¢mara y miembro de la delegaci¨®n especial para Turqu¨ªa, advierte de que en su grupo hay una "fuerte divisi¨®n", sobre todo dependiendo del pa¨ªs de procedencia. ?l se declara a favor: "No tiene precio el efecto de contagio que tendr¨ªa para el mundo musulm¨¢n que un pa¨ªs isl¨¢mico se convierta en una sociedad abierta integrada en la UE".

En el segundo bloque del Parlamento Europeo, el socialista (200 esca?os), el alem¨¢n Martin Schultz, su presidente, ha dicho que el grupo mantiene una "solidaridad cr¨ªtica" con Ankara y que "una gran mayor¨ªa" apoyar¨¢ el inicio de negociaciones si el informe de la Comisi¨®n es favorable. Schultz destaca el "valor enorme" de que "una sociedad musulmana pueda adherirse a los principios democr¨¢ticos". Lo mismo cree Enrique Bar¨®n, l¨ªder de los socialistas espa?oles y ex presidente de la C¨¢mara, quien sostiene que "algunos tienen un miedo excesivo".

En el grupo de los liberales (88 asientos), su l¨ªder, el brit¨¢nico Graham Watson, opina: "Los partidos est¨¢n muy divididos, pero una mayor¨ªa de liberales desea que Turqu¨ªa acabe siendo un pa¨ªs miembro de la UE". "Si los europeos rechazamos realmente la idea del choque de civilizaciones, nos debi¨¦ramos alegrar de la perspectiva de ver que entra en la UE una democracia liberal turca". Eso s¨ª, Watson precisa que el jueves le dijo a Erdogan que la inmediata reforma del C¨®digo Penal representa "una etapa crucial" para imponer severos castigos a los torturadores o para mejorar el nivel de la libertad de expresi¨®n.

La consecuencia negativa m¨¢s inmediata de este agrio debate que crece d¨ªa a d¨ªa puede plasmarse en las campa?as pol¨ªticas, con referendos previstos en una decena de pa¨ªses, que se lanzar¨¢n a comienzos de 2005 por toda Europa para ratificar la Constituci¨®n de la UE. En Francia han saltado ya numerosas alarmas y en Dinamarca, entre otros, se reclama ya otra consulta sobre Turqu¨ªa.

Ayer, la eurodiputada centrista francesa de la UDF Marielle de Sarne, incluida en el Grupo Liberal, "deplor¨®" los positivos comentarios del comisario Verheugen sobre Turqu¨ªa y consider¨® que el inicio de las negociaciones con Ankara ser¨¢ "una amenaza" para el proceso de ratificaci¨®n de la Constituci¨®n. "La UDF recuerda su rechazo de fondo a la adhesi¨®n de Turqu¨ªa, que cambiar¨ªa fundamentalmente la naturaleza misma del proyecto europeo y convertir¨ªa en imposible toda perspectiva de lograr una verdadera uni¨®n pol¨ªtica con un peso en el mundo".

Pese a todo el ruido, ninguno de los Gobierno de la UE, en cuyas manos estar¨¢ en diciembre la ¨²ltima palabra para lanzar o no las negociaciones, ha dicho estar en contra de Ankara. Nadie quiere una crisis con ese pa¨ªs de incalculable valor estrat¨¦gico. Como mucho, algunos Ejecutivos conservadores (Austria, Holanda o Dinamarca) han optado por el silencio. En otros pa¨ªses con fuerte rechazo en las opiniones p¨²blicas (Francia o Alemania), sus m¨¢ximos dirigentes se han apresurado a decir que son favorables a Turqu¨ªa.

Verheugen dio en p¨²blico una de las claves de ese fen¨®meno que los pol¨ªticos prefieren no mencionar. Para el comisario, el rechazo a Turqu¨ªa tendr¨ªa "unas consecuencias devastadoras", informa Efe. "Ser¨ªa dar una negativa a todo el mundo isl¨¢mico y poner fin abruptamente al proceso de reformas de Turqu¨ªa". Incluso los griegos, tradicionales enemigos de Turqu¨ªa, prefieren ver a sus vecinos en el mismo club. "Ser¨¢n obligados a respetar unas normas y unos valores", opina el ex ministro griego de Defensa Yannos Papantoniou. "Aqu¨ª nadie ve una alternativa", afirma Bar¨®n.