?Abrir la puerta o cerrarla?
Mientras Francia y Alemania mantienen debates encendidos sobre el ingreso, Reino Unido, Italia o Espa?a lo apoyan
El posible ingreso de Turqu¨ªa en la UE ha dividido no s¨®lo a los pa¨ªses miembros, sino tambi¨¦n, en algunos casos, a las fuerzas pol¨ªticas en el interior de cada pa¨ªs.
FRANCIA
Rechazo desde la derecha
La puerta entreabierta a Turqu¨ªa envenena a¨²n m¨¢s el futuro refer¨¦ndum franc¨¦s sobre la Constituci¨®n europea. La ultraderecha, la derecha y el centro pol¨ªticos rechazan la inclusi¨®n de Turqu¨ªa en la UE y dejan pr¨¢cticamente en solitario al presidente de la Rep¨²blica, Jacques Chirac.
El presidente franc¨¦s va a contrapi¨¦ de la fuerza pol¨ªtica que le apoya, la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), oficialmente contraria a la adhesi¨®n de Turqu¨ªa a la UE. El propio primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, acaba de cuestionar la oportunidad de que "el r¨ªo del islam entre en el lecho del laicismo", en respuesta a una pregunta del diario The Wall Street Journal. Ante un distanciamiento tan evidente de Chirac, los servicios del primer ministro han salido del paso diciendo que las palabras de su jefe no fueron bien traducidas.
El principal argumento de los que est¨¢n en contra es el riesgo de choque econ¨®mico y demogr¨¢fico. Los 73 millones de habitantes de Turqu¨ªa superan ya la poblaci¨®n de Francia (62 millones) y las proyecciones indican que en 2050 se acercar¨¢ a los 100 millones, lo cual le permitir¨¢ superar a Alemania.
El otro gran argumento es el islamismo turco, un debate muy peligroso, a los ojos de Chirac, quien ha declarado que rechazar a Turqu¨ªa por motivos religiosos o ¨¦tnicos ser¨ªa "hacer el juego a los que propugnan el choque de civilizaciones entre el Occidente y el islam".
A la izquierda del arco pol¨ªtico el ex primer ministro Laurent Fabius, campe¨®n del no a la Constituci¨®n europea, exige una decisi¨®n del Parlamento antes de que Chirac comprometa la postura de Francia y anticipa sus argumentos para el debate: "No estamos obligados a seguir la recomendaci¨®n del se?or Bush en ese punto".
ALEMANIA
Importancia estrat¨¦gica
El Gobierno federal alem¨¢n considera de importancia estrat¨¦gica dar el s¨ª a Turqu¨ªa para negociar su ingreso en la Uni¨®n Europea. La oposici¨®n democristiana (CDU / CSU) est¨¢ en contra y quiere conceder a Turqu¨ªa s¨®lo una "relaci¨®n privilegiada" con la UE. As¨ª lo expuso la presidenta de la CDU, Angela Merkel, hace unos d¨ªas en una carta dirigida a todos sus correligionarios en la Comisi¨®n Europea, jefes de Gobierno de la UE y a los presidentes de los partidos de su misma cuerda. Sostiene Merkel que el ingreso de Turqu¨ªa desborda las posibilidades de integraci¨®n de la UE. Por su parte, el presidente del partido hermano la Uni¨®n Socialcristiana (CSU) y primer ministro de Baviera, Edmund Stoiber, declar¨® ayer a periodistas extranjeros en Berl¨ªn que la UE perder¨ªa su car¨¢cter con el ingreso de Turqu¨ªa, que no se pueden extender las fronteras de la UE hasta Irak, Ir¨¢n, Georgia y Siria y que despu¨¦s de Turqu¨ªa tratar¨ªan de entrar los pa¨ªses del norte de ?frica. Seg¨²n Stoiber, adem¨¢s de la falta de recursos financieros para afrontar el ingreso de Turqu¨ªa, hay que poner un l¨ªmite geogr¨¢fico.El tema es una cuesti¨®n especialmente candente en Alemania donde viven 2,4 millones de turcos, un tercio de los 7,1 millones de extranjeros residentes en el pa¨ªs. El Gobierno alem¨¢n, en especial el ministro de Exteriores verde, Joschka Fischer, y tambi¨¦n el canciller federal socialdem¨®crata, Gerhard Schr?der (SPD), no ocultan que consideran importante no dar con la puerta en las narices a Turqu¨ªa. La opini¨®n p¨²blica alemana est¨¢ dividida casi en tres tercios. Seg¨²n un sondeo que public¨® ayer el Financial Times Deutschland, un 34% de los alemanes se inclina por Turqu¨ªa como miembro de pleno derecho de la UE; un 27% desea un status privilegiado, la postura democristiana, y un 32% se opone por completo y prefiere que se quede fuera del todo.
ESPA?A
Largas negociaciones
El Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero es firme partidario del ingreso de Turqu¨ªa en la UE, como lo fue el de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. M¨¢s all¨¢ de las estrechas relaciones que ¨¦ste mantuvo con Washington, gran promotor de la adhesi¨®n turca, el asunto en Espa?a no representa una cuesti¨®n ideol¨®gica.
El Gobierno considera, sin embargo, que las negociaciones con Ankara no son cosa de dos d¨ªas. Tanto Zapatero como el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, han declarado su satisfacci¨®n por los progresos del Gobierno de Erdogan y su confianza en que el informe que tiene que presentar la Comisi¨®n Europea el pr¨®ximo 6 de octubre sea positivo y permita abrir las negociaciones. Pero ambos han a?adido que el camino que Turqu¨ªa debe recorrer para llegar al ingreso es todav¨ªa largo, tanto por los progresos que debe realizar en materia institucional y econ¨®mica como por las divergencias sobre su ingreso que existen dentro de la propia Uni¨®n.
REINO UNIDO
Fervoroso apoyo
El ingreso de Turqu¨ªa en la Uni¨®n Europea no es un tema que suscite gran pol¨¦mica en el Reino Unido. Tanto el Gobierno laborista como el Partido Conservador apoyan de manera fervorosa un ingreso de gran importancia geoestrat¨¦gica que permitir¨ªa seguir avanzando en la l¨ªnea de una Europa muy amplia y, por tanto, con m¨¢s dificultades para profundizar en su integraci¨®n pol¨ªtica. Ante el dilema de ampliar el mercado o profundizar en la integraci¨®n, los brit¨¢nicos siempre han apostado por ampliar el mercado. "Fuimos de los primeros pa¨ªses que se pronunciaron a favor del ingreso de Turqu¨ªa y tambi¨¦n defendemos el ingreso de Rumania, Bulgaria y Croacia", explic¨® ayer un portavoz del Foreign Office. Los tories tambi¨¦n apoyan el ingreso de Turqu¨ªa "porque nos permitir¨¢ tender un puente con los pa¨ªses isl¨¢micos" y por el dinamismo que puede incorporar a la econom¨ªa europea, seg¨²n manifest¨® ayer una portavoz del principal partido de la oposici¨®n.
ITALIA
Compromiso de Berlusconi
El Gobierno italiano es muy partidario del ingreso de Turqu¨ªa en la Uni¨®n Europea. Silvio Berlusconi se alinea sistem¨¢ticamente con las posiciones de Washington, y en el caso de la candidatura turca ha sido un palad¨ªn del inter¨¦s estadounidense por anclar en Europa y Occidente al gigante turco. Berlusconi ha jugado tambi¨¦n cartas personales. En su deseo de situar a Italia en primera l¨ªnea de la diplomacia ha intentado forjar amistades privadas con George W. Bush y con Vlad¨ªmir Putin y se ha comprometido ante Ariel Sharon y Erdogan a ejercer como portavoz de sus intereses ante la UE.
Otra cosa es la Santa Sede. Oficialmente, el papa Juan Pablo II no ha expresado objeciones al ingreso turco. Pero s¨ª lo ha hecho un cardenal tan cualificado como Joseph Ratzinger, mano derecha del pont¨ªfice. Ratzinger declar¨® d¨ªas atr¨¢s, como "opini¨®n personal", que la adhesi¨®n de Turqu¨ªa ser¨ªa "antihist¨®rica" y "un gran error", dado que la identidad turca se forj¨® "en la oposici¨®n a Europa y al cristianismo que constituye la esencia europea".
Esta informaci¨®n ha sido elaborada por Joaqu¨ªn Prieto, Jos¨¦ Comas, Peru Egurbide, Walter Oppenheimer y Enric Gonz¨¢lez.
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