El Atl¨¦tico gana en su peor d¨ªa
Un cabezazo de Salva en una acci¨®n aislada permite a un discreto conjunto rojiblanco vencer a un Villarreal que mereci¨® m¨¢s
Sucedi¨® que Luccin, por una vez, abri¨® un bal¨®n a la banda con cierto criterio; a eso se a?adi¨®, y ya es a?adir, que Musampa puso un bal¨®n decente en el ¨¢rea (para que luego digan que los milagros no existen); de repente, all¨ª apareci¨® Salva, ¨¢gil, ganando el sitio en el salto al defensor, ejerciendo de lo que es, de delantero en el sentido m¨¢s fiel de la palabra. Acab¨® en gol su cabezazo, en la ¨²nica jugada que un Atl¨¦tico de tono sombr¨ªo fue capaz de perge?ar en la primera parte, 45 minutos en los que el Villarreal pas¨® por encima de su rival, del hasta hace poco tan afamado Atl¨¦tico de C¨¦sar Ferrando, un conjunto que, si no fuera porque est¨¢ a medio hacer, se dir¨ªa que es de medio pelo.
ATL?TICO 1 - VILLARREAL 0
Atl¨¦tico: Leo Franco; Molinero, Perea, Pablo, Sergi; Aguilera (Novo, m. 59), Luccin (Sosa, m. 55), Colsa (Simeone, m. 78), Musampa; Torres y Salva.
Villarreal: Reina; Javi Venta, Pe?a, Gonzalo, Armando S¨¢; Josico (Arzo, m. 83), Senna, Battaglia (Cazorla, m. 61), Font; Jos¨¦ Mari (Guayre, m. 61) y Forl¨¢n.
Gol: 1-0. M. 42. Luccin abre hacia la izquierda, donde est¨¢ Musampa, que centra y Salva se adelanta a un defensor para marcar de cabeza.
?rbitro: Losantos Omar. Expuls¨® a Perea (m. 85) por doble amonestaci¨®n. Most¨® tarjeta amarilla a Molinero, Gonzalo, Senna y Arzo.
Unos 40.000 espectadores en el Calder¨®n.
Es el Atl¨¦tico un equipo que parece que tomara indecisiones. Sin el lesionado Ibagaza, nadie se muestra capaz de salirse del gui¨®n, el que indica que no hay nada como un buen pase largo en busca de Fernando Torres para evitar l¨ªos. Y Torres estuvo en cuerpo, cierto, pero no en alma, en uno de esos d¨ªas grises de los que no est¨¢ exentas las estrellas, las que son y las que pueden llegar a serlo.
La primera vez que el Atl¨¦tco hizo algo parecido a jugar al f¨²tbol marc¨® un gol. Hasta entonces, hasta el cabezazo de Salva, el equipo estuvo ah¨ª, bien puesto t¨¢cticamente, pero con la fantas¨ªa propia de un ladrillo. No es que el Villarreal hiciera nada del otro jueves, pero al menos tocaba, encaraba, arriesgaba un regate, un detalle, un gesto, algo que recordar, algo relacionado con la est¨¦tica. Lo intentaba el chaval H¨¦ctor Font, atrevido ¨¦l, aliado con Forl¨¢n en el ataque, en alg¨²n tuya-m¨ªa de buen gusto. Tres ocasiones de gol acumul¨® el Villarreal en sendas acciones de Forl¨¢n, Senna y Font. Pero si algo no se le puede negar al Atl¨¦tico es su fortaleza defensiva, con Perea al mando de las operaciones. Por ah¨ª ha salido ganando el cuadro madrile?o, que vive tranquilo con el colombiano atr¨¢s y con Pablo de escudero.
Fue tan inesperado el gol de Salva, cruji¨® tanto en el escenario en el que se desarrollaba la primera parte, que el Villarreal se mostr¨® incapaz de superar el castigo recibido. Se le escapaba un partido que era suyo, ante un rival que le golpe¨® una vez, una sola vez. No se fue al ataque el equipo castellonense, lastrado por el pobre papel de quienes se manejaban en el eje, sin noticias de Senna m¨¢s que a bal¨®n parado y ahogado Battaglia en un juego de poco vuelo.
Puso Ferrando en escena a Sosa, a Simeone, a Novo, a todo el que a mano ten¨ªa y pudiera permitir al Atl¨¦tico manejar un partido que, con el marcador a favor, no era suyo por razones de dif¨ªcil explicaci¨®n. Se qued¨® con diez el conjunto rojiblanco por la expulsi¨®n de Perea, tan precipitado en el choque cuando ya ten¨ªa una amarilla como quisquilloso el ¨¢rbitro al considerar que su acci¨®n era merecedora de tarjeta.
Ya por entonces, el Villarreal hab¨ªa perdido todas las virtudes que le acompa?aron en el inicio del encuentro. Ya no encontraba a Forl¨¢n, harto como acab¨® al argentino de pasearse por los huecos que sus compa?eros no ve¨ªan. Se fue arriba con todo, pero ese todo era poca cosa. La expulsi¨®n de Perea puso al Atl¨¦tico en su escenario favorito. Ya no ten¨ªa que manejar el partido. Ya ten¨ªa excusa para apelar a la heroica, para venirse atr¨¢s, para buscar alg¨²n contragolpe aislado. Y ah¨ª s¨ª encontr¨® a Torres. Ah¨ª s¨ª pill¨® a un Villarreal estirado, lo que abri¨® pasillos al Ni?o, que lleg¨® al ¨¢rea para superar la salida de Reina sin encontrar un socio que pusiera la r¨²brica.
No supo el Villarreal echarle valent¨ªa en el ¨²ltimo tramo del choque, en el que s¨®lo vio el cielo cuando Guayre mand¨® un bal¨®n al larguero. Languideci¨® as¨ª el partido, con el conjunto castellonense pregunt¨¢ndose qu¨¦ demonios le llev¨® a permitir que su rival se llevara un duelo desigual, que fue suyo durante muchos, demasiados minutos.
Sin embargo, el ep¨ªlogo mostr¨® a un p¨²blico, el rojiblanco, despidiendo jubiloso al Atl¨¦tico, lo que resulta l¨ªcito, pues el equipo atrap¨® los tres puntos, que es lo que cuenta, y de poco vale que lo hiciera desde unos argumentos de una pobreza may¨²scula. Hizo caja el conjunto de Ferrando en un acci¨®n puntual, en la ¨²nica acci¨®n digna que mostr¨®, y se borr¨®, un riesgo ¨¦ste que no siempre le dejar¨¢ indemne.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.