EE UU intenta celebrar una cumbre en octubre sobre Irak con el G-8 y varios pa¨ªses isl¨¢micos

Estados Unidos trata de convocar en octubre una cumbre conjunta entre el Grupo de los Ocho (G-8) y varios pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo para respaldar el proceso pol¨ªtico y electoral en Irak. En una entrevista con The New York Times, el secretario de Estado, Colin Powell, asegura que "eso es lo que el primer ministro iraqu¨ª quiere". Pero la cumbre, de celebrarse, coincidir¨ªa con la fase final de la campa?a para las presidenciales, y su efecto obvio ser¨ªa el de reforzar la posici¨®n de George W. Bush frente al dem¨®crata John Kerry, cuando Irak se ha convertido en el frente central de la batalla electoral.

"Estamos haciendo planes para celebrar una reuni¨®n regional a la que asistir¨ªan todos los dirigentes del G-8, y confiamos en que pueda celebrarse en octubre", declara Powell, al tiempo que dice que ser¨¢ "la cumbre de Alaui", como si el principal interesado en celebrarla fuera el primer ministro iraqu¨ª, cooptado para ese puesto gracias al respaldo de Estados Unidos. Adem¨¢s de los ministros de Exteriores de los pa¨ªses m¨¢s industrializados del mundo y probablemente de China, se quiere que acudan a la reuni¨®n -discretamente preparada al calor de la asamblea de la ONU- Turqu¨ªa, Egipto, Siria, Jordania, Arabia Saud¨ª, Kuwait e incluso Ir¨¢n, un pa¨ªs bajo presi¨®n de la UE y sobre todo de EE UU para que paralice el desarrollo de sus programas de armas nucleares. La cumbre podr¨ªa ocuparse tambi¨¦n de esta situaci¨®n.

El objetivo de la conferencia ser¨ªa respaldar el proceso de democratizaci¨®n en Irak y las elecciones previstas para enero. Una iniciativa de este tipo ha sido respaldada en el pasado por pa¨ªses como Francia y Rusia, pero el grosero intento de celebrarla poco antes de las elecciones -pudiendo hacerla despu¨¦s del 2 de noviembre- encuentra fuertes resistencias.

El mejor ejemplo de explotaci¨®n de la situaci¨®n iraqu¨ª por parte del Gobierno norteamericano fue la presencia de Ayad Alaui en Washington el jueves para hablar ante el Congreso y reunirse con Bush. Los dos quisieron pintar un panorama optimista que contrasta fuertemente con la realidad de Irak, pero el objetivo ¨²ltimo era desacreditar la ofensiva del candidato dem¨®crata, que ha hecho de los desastres de la guerra el eje de su campa?a electoral.

Kerry denuncia, entre otras cosas, el fracaso de la Casa Blanca a la hora de ampliar el respaldo a su pol¨ªtica exterior: una cumbre regional como la que quiere celebrar el Gobierno ir¨ªa en contra de esa estrategia y se convertir¨ªa en una herramienta electoral de primer orden. La reuni¨®n, adem¨¢s, se convoca para arropar a Alaui, del que el dem¨®crata dijo que incurre en contradicciones y que tanto ¨¦l como Bush "tienen que poner la mejor cara posible" ante la preocupante situaci¨®n.

El senador, que se ha recuperado gracias a su claridad y contundencia al exponer los enga?os sobre Irak y la incompetencia y desprecio de la realidad, prepara el terreno para una cita vital: el debate del pr¨®ximo jueves en Miami con George W. Bush, primero de los tres previstos y fundamental, no s¨®lo porque marcar¨¢ la campa?a, sino porque estar¨¢ dedicado a pol¨ªtica exterior.

En Filadelfia, Kerry dijo que la invasi¨®n "fue una profunda distracci¨®n de la batalla contra nuestro peor enemigo, Al Qaeda. (...) No hay duda de que los errores de juicio, de c¨¢lculo y de actuaci¨®n de Bush en Irak han hecho que la guerra contra el terrorismo sea m¨¢s dif¨ªcil de ganar". "Irak", continu¨®, "es un refugio para los terroristas: Bush coloc¨® a Sadam Husein como prioridad; yo habr¨ªa hecho de Bin Laden la prioridad".

La ofensiva da frutos. Adem¨¢s de ayudar a Kerry a recuperar impulso y de animar a las bases a creer en la victoria y votar -la participaci¨®n es lo que va a decidir estas elecciones- deteriora a Bush: seg¨²n la revista Time, aunque el presidente saca seis puntos al senador, s¨®lo el 37% opina que Bush es sincero al describir la situaci¨®n en Irak; el 55% cree que las cosas est¨¢n peor de lo que dice. Ayer, el presidente asumi¨® que hay "violencia persistente en partes de Irak" y " graves problemas en varias ciudades".

Aunque la Casa Blanca no lo reconozca, est¨¢ alarmada por la recuperaci¨®n de Kerry, y ya vale todo: Bush acude con frecuencia a la distorsi¨®n al citarle: "Ha dicho que prefer¨ªa la dictadura de Sadam al Irak de hoy", asegur¨® en Wisconsin, cuando lo que Kerry dijo en Nueva York es que "Sadam es un dictador brutal que merece su lugar en el infierno", y que "la satisfacci¨®n de su ca¨ªda no debe empa?ar el hecho de que hemos cambiado un dictador por una situaci¨®n de caos que nos hace menos seguros".

En cuanto a la no menos sucia batalla de la publicidad, en el ¨²ltimo anuncio que un grupo paralelo republicano sac¨® ayer al aire se ven im¨¢genes de Bin Laden y de los atentados en Madrid, Besl¨¢n, Nueva York y Washington, y una voz que dice: "?Confiar¨ªa usted en Kerry contra estos fan¨¢ticos asesinos? El presidente Bush no empez¨® esta guerra... pero la terminar¨¢".