Aznar y Bin Laden
El editorial titulado El teatro del horror, publicado por EL PA?S el pasado jueves 23 de septiembre, que examinaba la actual escalada del horror en Irak, ha provocado numerosas quejas de lectores, plasmadas en medio centenar de cartas -muchas de ellas con una sospechosa coincidencia en algunos p¨¢rrafos-, con un denominador com¨²n. EL PA?S, dicen, hac¨ªa en el ¨²ltimo p¨¢rrafo del editorial una comparaci¨®n inadmisible: "En la invenci¨®n del pasado, y la reivindicaci¨®n de las cruzadas entre el islam y la cristiandad, hay una inquietante similitud entre Aznar y Bin Laden".
Una similitud que los lectores rechazan en¨¦rgicamente y consideran impropia de este peri¨®dico. Tambi¨¦n ha habido, aunque en menor cantidad, cartas de signo contrario, que muestran su acuerdo con el editorial. Vayamos por partes.
Indignado se muestra Eugenio Nasarre, diputado en las Cortes Generales por el Partido Popular, quien asegura que mientras no se realice una "justa reparaci¨®n" ha decidido "no comprar ni leer EL PA?S, as¨ª como animar a mis familiares y amigos a que hagan lo mismo. No me interesa leer las informaciones y opiniones de un peri¨®dico capaz de tener tan repugnante comportamiento". Y ofendido, Antonio del Olmo, que se declara votante del PP, "democr¨¢tico como nadie y, ante todo, respetuoso con las personas". "Parece", dice Del Olmo, "que olvidan que el PP tiene cerca de 700.000 afiliados y obtuvo, en las pasadas y leg¨ªtimas elecciones generales casi 10.000.000 de votos. Creo que su comportamiento est¨¢ ofendiendo a todos estos espa?oles, muchos, y tenemos derecho a que se nos respete".
Jos¨¦ Sousa Jim¨¦nez, que se declara historiador medievalista, se quej¨®, por tel¨¦fono, desde A Coru?a: "?ltimamente estoy notando una radicalizaci¨®n pol¨ªtica en EL PA?S que no es habitual y que no me gusta nada. Hoy, con el editorial, se han pasado siete pueblos y creo que todo tiene un l¨ªmite. La comparaci¨®n de Aznar con Bin Laden es atroz. Uno puede estar en desacuerdo con la referencia de Aznar, y creo que cometi¨® un error al decir que el problema de Espa?a con Al Qaeda empieza en el siglo VIII. Pero una cosa es el medievo espa?ol y c¨®mo se reafirmaron los reinos cristianos peninsulares frente a los ¨¢rabes, y otra, un fen¨®meno como Bin Laden. Esa comparaci¨®n s¨ª que es dar un salto al vac¨ªo y no deber¨ªa hacerla EL PA?S. Se han pasado much¨ªsimo".
Otro lector, Ra¨²l Ortiz Gonz¨¢lez, tras asegurar que ha dado orden de cancelar su suscripci¨®n, afirma: "Mi trayectoria personal y, desde luego, la de mi familia, en cuanto a la pol¨ªtica se refiere, descarta que esta decisi¨®n est¨¦ basada en una posible proximidad a posiciones 'no progresistas', as¨ª que les animo a reflexionar sobre si, su supuesto progresismo, no les acabar¨¢ por llevar a situaciones desagradables".
Y Enrique Mart¨ªnez D¨ªaz, despu¨¦s de reconocer "la calidad y rigor del peri¨®dico", expone una queja com¨²n a muchas cartas: "No entiendo que se hayan vertido semejantes ofensas contra el ex presidente del Gobierno y, por extensi¨®n, no s¨®lo contra los votantes del Partido Popular, sino contra los espa?oles de buena fe. Con esta actitud, tanto que se hablaba de crispaci¨®n, son ustedes los primeros que est¨¢n contribuyendo a crearla".
Sentido exacto
De signo contrario son estas dos muestras. Justo Serna Alonso, de Valencia, expone: "M¨¢s bien lo que parece que Aznar, de modo orgulloso, afirmaba -en su conferencia- es que Espa?a se resisti¨® a ser un trozo m¨¢s del mundo isl¨¢mico y que, por tanto, pudo preservar o recuperar su identidad. Justamente porque lo hicieron nuestros antepasados, es por lo que Bin Laden no nos lo perdonar¨ªa. Si eso es lo que dijo el ex presidente, entonces su concepci¨®n del pasado medieval y su noci¨®n misma de la identidad (de lo espa?ol) es la propia de un nacionalista esencialista. No me extra?ar¨ªa que esto fuera as¨ª. Lo siento, pero el editorial de EL PA?S en el que tan bruscamente se compara a Aznar con Bin Laden, y que deploran Rajoy y Acebes es, al menos en ese sentido, exacto, preciso".
Y Diego Pacheco Guijarro: "No creo que se invite a pensar que Bin Laden y Aznar son la misma cosa. Aunque alguien me dijo una vez, que estaba a favor de Bin Laden por no estar a favor de una guerra".
Llu¨ªs Bassets, director adjunto de EL PA?S y responsable de Opini¨®n -el director del peri¨®dico, Jes¨²s Ceberio, estaba ausente ese d¨ªa- responde lo siguiente: "Comparar a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar con Bin Laden es una solemne barbaridad. No es extra?o que se indigne quien haya interpretado el editorial en estos t¨¦rminos. No quisiera que hubiera confusi¨®n alguna entre los lectores de EL PA?S, ni siquiera entre quienes han entendido el editorial de la peor manera posible. 'En la invenci¨®n del pasado, y la reivindicaci¨®n de las cruzadas entre el islam y la cristiandad, hay una inquietante similitud entre Aznar y Bin Laden', dec¨ªa el texto. La similitud o el paralelismo se limita a que Aznar cree ver en la invasi¨®n ¨¢rabe de lo que hoy llamamos Espa?a un origen de los problemas de este pa¨ªs con Al Qaeda, mientras que los comunicados de Al Qaeda se refieren con nostalgia y ambici¨®n de recuperaci¨®n a Al Andalus, tal como se?al¨® en su conferencia el propio Aznar. Que esta similitud haya sido calificada de 'inquietante', en cambio, debe dar lugar a una explicaci¨®n: es inquietante no porque exista posibilidad alguna, que no existe, de establecer equivalencia ni relaci¨®n entre las actividades, valores y personalidad de un terrorista internacional y de un ex presidente que fue elegido democr¨¢ticamente en unas elecciones y se opone a toda forma de terrorismo. Inquieta que este presidente recurra al uso de su propio imaginario sobre la Historia para explicar el presente. Tambi¨¦n es inquietante e inaceptable, por cierto, la manipulaci¨®n que se est¨¢ haciendo del texto del editorial, extrayendo la parte final de la frase de su contexto para hacer decir a EL PA?S lo que nunca se ha dicho. En cualquier caso, si nos vemos obligados a explicar un art¨ªculo editorial esto quiere decir que en algo hemos fallado. Nuestra obligaci¨®n es escribir editoriales suficientemente claros que no necesiten de explicaciones ulteriores, de forma que nadie pueda interpretar lo que nosotros no queremos decir. La expresi¨®n pol¨¦mica, en todo caso, y atendiendo principalmente a su recepci¨®n por parte de un segmento de nuestros lectores, sin ser inexacta, no es afortunada, ni sobre todo prudente".
A esta defensora le hubiera gustado que muchas de estas cartas hubieran sido menos ofensivas e insultantes, y m¨¢s respetuosas, en consonancia con el respeto que solicitan esos lectores. Pero, preferencias al margen, considera que Llu¨ªs Bassets tiene raz¨®n: cuando un editorial necesita explicaci¨®n es que algo ha fallado. Y, sin entrar en an¨¢lisis hist¨®ricos, cree simplemente que esa frase fue un error, una imprudencia.
Los lectores pueden escribir a la Defensora del Lector por carta o correo electr¨®nico (defensora@elpais.es), o telefonearle al n¨²mero 91 337 78 36.
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