El Bar?a golpea primero

No hay torneos menores (l¨¦ase Supercopa), ni amistosos que valgan cuando quienes se enfrentan son el Madrid y el Bar?a. Si lo de ayer es un anticipo de lo que se avecina, habr¨¢ que deducir que corren buenos tiempos para el baloncesto espa?ol. Bar?a y Madrid, sin hacer un juego para enmarcar, disputaron un choque intenso, repleto de igualdad, de emoci¨®n, de retos, de cruce de miradas, fren¨¦tico a ratos, que se resolvi¨® en el ¨²ltimo instante de la pr¨®rroga y muri¨® en el lanzamiento fallido de Sonko.

Podr¨¢ cambiar el Madrid, de arriba a abajo, en su banquillo, en la composici¨®n de su plantilla, viva la revoluci¨®n. Pero lo que no cambia es el sufrimiento que padece ante el Bar?a, un suplicio que en los ¨²ltimos tiempos deviene en derrota con singular reiteraci¨®n. El cuadro madridista se encuentra ante Due?as y se minimiza de mala manera. Ayer, sobrevivi¨® porque Maljkovic, el nuevo inquilino del banquillo madridista, en-contr¨® el ant¨ªdoto contra el gigante azulgrana: Antonio Bueno levant¨® a su equipo de la lona cuando estaba medio moribundo. Pero su ausencia del partido en la pr¨®rroga, como el hecho de que durante muchos monentos Bennett marcara, es un decir, a Bodiroga, llevaron al Madrid a perder el t¨ªtulo

Pero m¨¢s all¨¢ de la resoluci¨®n final, de lo que se trataba ayer era de conocer las sensaciones que transmiten un equipo renovado de la cabeza a los pies y otro que mantiene las constantes, y los actores principales, de los ¨²ltimos tiempos, con la excepci¨®n de su t¨¦cnico, Joan Montes. El nuevo Madrid, sin Felipe Reyes, contra el cl¨¢sico Bar?a. Gan¨® el Bar?a.

Y lo hizo porque sus m¨²ltiples alternativas son de suficiente solvencia. En un d¨ªa sonrojante en el tiro lejano, un apagado Navarro se despert¨® a tiempo para encestar cuatro triples, los ¨²nicos de su equipo en 14 intentos. Tampoco el Madrid estuvo precisamente solvente en ese apartado (8 de 30), pero el conjunto blanco corri¨® m¨¢s que su rival y atenu¨® as¨ª el problem¨®n que le supuso encarar a Due?as.

No se escap¨® el Madrid cuando pudo (30-22 fue su m¨¢xima ventaja), ni lo hizo el Bar?a en aquel 41-48 que Bennett redujo con su ¨²nica canasta del partido, un triple. Entre tanta igualdad se lleg¨® a la pr¨®rroga y el intercambio de golpes, con Navarro iluminado, dej¨® el t¨ªtulo en manos de un Bar?a que empieza la temporada como acab¨® la anterior: levantando un trofeo.