El inmutable Mancebo toca podio

Termina la contrarreloj y en la mism¨ªsima calle de Alcal¨¢, aparcado frente a Correos, Eusebio Unzue se baja del coche y da un buen golpe al cap¨®. "Mecachis en la mar", dice. "Siempre tiene que aparecer uno y ponerse por delante. Con lo bien que le habr¨ªa ido a Paco ganar esta etapa". Habr¨ªa sido, de todas maneras, ir¨®nico que el primer triunfo de etapa de Paco Mancebo en una gran ronda se hubiera producido en una contrarreloj urbana, algo as¨ª como si Cipollini, por poner un ejemplo, hubiera ganado una etapa en Alpe d'Huez.

No habr¨ªan sido formas de romper un sino necesario: Paco Mancebo ha llegado al ciclismo para ser un ser inmutable, siempre fijo en su puesto, siempre entre los primeros, nunca el primero, mientras por delante de su cara y por detr¨¢s de su espalda se renuevan las generaciones. Esta temporada, la mejor de su larga vida ciclista, ya de ocho a?os en la elite, ha sido la de su descubrimiento del brillo y del color, la de su necesidad de destacar por su maillot de campe¨®n de Espa?a o por sus ganas de saltar a la menor ocasi¨®n. Ha sido el a?o de su mayor ¨¦xito en una gran ronda: ocupar el puesto que el a?o pasado fue el de Valverde, uno que se ha quedado a su espalda, el tercer puesto en la Vuelta, un primer ascenso a un podio, una revelaci¨®n ante la afici¨®n. "He estado mejor que otros a?os porque me he entrenado mucho y bien y eso se nota, m¨¢s que otras cosas. Lo importante es el entrenamiento. Y luego hay que hacer las cosas como hay que hacerlas, si no duermes bien, al d¨ªa siguiente est¨¢s cansado. Sin m¨¢s", dice. "No hay secretos en la vida de un deportista. La base es el entrenamiento y el sacrificio. El ciclista torcido y voluntarioso tambi¨¦n cree que tiene que decir algo".

El a?o pasado, s¨®lo un ciclista de todo el mundo fue capaz de repetir puesto entre los 10 primeros en el Tour y en la Vuelta. Fue Paco Mancebo. D¨¦cimo en el Tour, quinto en la Vuelta. Este a?o, ha repetido tama?a exhibici¨®n de regularidad, sexto en el Tour, tercero en la Vuelta. "Pero aspiro a algo m¨¢s", dice. "No me conformo con ser el ciclista regular que nunca gana. Creo que tengo calidad para ello, pero hasta el momento no lo he demostrado. Hacen falta otras cosas. Suerte y cosas mayores. Pero a eso aspiro, y de eso me di cuenta el a?o pasado, por lo menos en la Vuelta, que puedo ganarla. Y el Tour igual, aunque all¨ª siempre hay gente que lo prepara mejor".

Su gran d¨ªa le lleg¨® cuando la Vuelta atraves¨® los territorios que marcaron su infancia, sus tierras de ?vila, donde varias veces intent¨® atacar, sin ¨¦xito, mostrando, para muchos, m¨¢s sus limitaciones que sus posibilidades. "Era terreno para la sorpresa", explica. "Lo que pasa es que los equipos est¨¢n ahora muy organizados y no dejan nada a la improvisaci¨®n. A ver si es verdad que proh¨ªben el pinganillo...".