Suiza rechaza dar facilidades a la nacionalizaci¨®n de los extranjeros
El 57% de los suizos vota en contra de la reforma constitucional
Cerca del 57% de los suizos decidi¨® ayer en refer¨¦ndum rechazar una reforma constitucional tendente a facilitar la concesi¨®n de la nacionalidad suiza a los extranjeros de segunda y tercera generaci¨®n. El tono de la campa?a estuvo marcado por el radicalismo de la extrema derecha y su temor hacia los musulmanes y la polarizaci¨®n entre el voto de los cantones de habla alemana y los de habla francesa, que votaron a favor de la reforma.
El 56,8% de los suizos votaron en contra de una ley que permita la obtenci¨®n facilitada de la nacionalidad helv¨¦tica a los hijos y nietos de extranjeros nacidos y criados en el pa¨ªs. El voto revela una marcada polarizaci¨®n entre los cantones de habla alemana y los de habla francesa. Los franc¨®fonos votaron claramente a favor de la reforma mientras que los germ¨¢nicos se expresaron masivamente en contra.
La reforma hubiera permitido a los j¨®venes extranjeros beneficiarse a partir de ahora de las mismas condiciones para la naturalizaci¨®n en todo el territorio de la confederaci¨®n. La ley se hubiera aplicado a los extranjeros de segunda generaci¨®n (hijos de inmigrantes) con al menos cinco a?os de escolarizaci¨®n obligatoria y en posesi¨®n de un permiso de residencia v¨¢lido. El resultado negativo cierra tambi¨¦n las puertas a la nacionalizaci¨®n de los extranjeros de tercera generaci¨®n, o nietos de inmigrantes. Esta reforma ya se intent¨® en 1994, con resultados similares.
Con unos 1.400.000 extranjeros sobre una poblaci¨®n total de m¨¢s de siete millones, esta medida hubiera afectado a unas 15.000 personas por a?o. Uno de los colectivos m¨¢s perjudicados ser¨¢ el italiano. Sobre todo en la Suiza alemana, los familiarmente denominados secondos, o hijos de inmigrantes italianos, son legi¨®n. Unos 90.000 espa?oles tambi¨¦n viven en el pa¨ªs, seg¨²n fuentes del Ministerio de Interior suizo.
En una declaraci¨®n sin precedentes en la historia pol¨ªtica del pa¨ªs alpino, cinco de los principales partidos pol¨ªticos con representaci¨®n parlamentaria (socialistas, verdes, radicales, democristianos y liberales) publicaron un comunicado conjunto en los principales medios de prensa del pa¨ªs el pasado jueves instando a los ciudadanos a votar s¨ª y llamando a un "sobresalto republicano" y descalificando, sin nombrarlo, al SVP (Partido del Pueblo Suizo) del caudillo de Z¨²rich Christoph Blocher, actual consejero federal (ministro) de Interior y Justicia.
A la vista de los resultados del voto popular, el llamamiento ha sido en vano. El SVP centr¨® su campa?a en una agresiva denuncia de la "invasi¨®n extranjera" de Suiza y, sobre todo, en tres anuncios que provocaron un gran esc¨¢ndalo. En el primero se advert¨ªa a los ciudadanos de que, muy pronto, "los musulmanes ser¨¢n mayor¨ªa en Suiza"; en el segundo se mostraba un pasaporte suizo con la foto de Osama Bin Laden y el tercero mostraba manos crispadas de pieles negras o amarillas en el momento de recoger pasaportes rojos con la cruz blanca suiza. Estos anuncios fueron denunciados por todo el espectro pol¨ªtico del pa¨ªs y han causado infinidad de debates televisivos y en la prensa escrita.
A d¨ªa de hoy se viven en el pa¨ªs alpino situaciones parad¨®jicas como la de numerosos ciudadanos nacidos y criados en Suiza que a¨²n mantienen la nacionalidad de sus abuelos dado que Suiza, a diferencia de Francia o Estados Unidos, siempre ha dado primac¨ªa al derecho de la sangre sobre el derecho del suelo o la nacionalidad autom¨¢tica a los que nacen en su territorio. El proceso para obtener la nacionalidad suiza es sumamente largo y costoso, dependiendo del cant¨®n de domicilio.
La negativa del pueblo suizo impedir¨¢ la plena integraci¨®n de miles de j¨®venes que no conocen otra patria y que, de ¨¦sta manera, no podr¨¢n pasar a integrarse plenamente en el tejido social y pol¨ªtico suizo, con todos los derechos y obligaciones que ello comporta. El intento de reforma de la ley lleg¨® en un momento de relativa crispaci¨®n con respecto a los extranjeros, ya que el cant¨®n de Vaud ha decidido la repatriaci¨®n forzosa de unos 500 demandantes de asilo de la ex Yugoslavia. La controvertida decisi¨®n ha sido contestada por numerosas organizaciones de derechos humanos (incluida Amnist¨ªa Internacional) y, a d¨ªa de hoy, s¨®lo unas pocas familias han vuelto a su pa¨ªs por iniciativa propia. Es de destacar que Suiza se compromete a ayudar financieramente a la reinstalaci¨®n de las personas que se vayan pac¨ªficamente.
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