Berlusconi anuncia la privatizaci¨®n del 20% de la televisi¨®n p¨²blica
La venta parcial de la RAI dar¨ªa al Gobierno italiano mil millones para paliar el d¨¦ficit

Silvio Berlusconi anunci¨® ayer la privatizaci¨®n del 20% del capital de la RAI, la radiotelevisi¨®n p¨²blica italiana, antes del pr¨®ximo mes de marzo. El traspaso gradual de la RAI a manos privadas estaba previsto en la conflictiva Ley de Televisiones, que el Parlamento tuvo que reformar despu¨¦s de que el presidente de la Rep¨²blica se negara a firmarla por considerarla inconstitucional y favorecedora de los intereses personales del propio Berlusconi.
La venta del 20% podr¨ªa reportar al Tesoro hasta mil millones de euros, en un momento en que el Gobierno necesita ingresos extraordinarios para evitar que el d¨¦ficit presupuestario rebase el l¨ªmite del 3% establecido por el Pacto de Estabilidad del euro. La RAI est¨¢ valorada en unos 4.000 millones de euros, sin contar su patrimonio inmobiliario, estimado en otros 1.500 millones. Genera unos beneficios muy modestos, de 82 millones en 2003 y de s¨®lo 2 millones en 2004, pese a financiarse con un canon obligatorio, emitir publicidad y carecer de una deuda apreciable. Cuenta con m¨¢s de 13.000 empleados distribuidos en tres canales terrestres y un paquete de canales por sat¨¦lite, entre los que figura uno de informaci¨®n continua.
El ministro de Comunicaci¨®n, Maurizio Gasparri, coment¨® la semana pasada que hab¨ªa recibido ya ofertas de "15 instituciones financieras interesadas en la privatizaci¨®n" y que los mercados eran "muy favorables al proceso". La ley de televisiones establece que ning¨²n inversor podr¨¢ acumular m¨¢s del 1% de las acciones, y que los pactos de sindicaci¨®n no podr¨¢n rebasar el 2%. Gasparri maneja un plan que destina en torno el 15% al p¨²blico en general, un 3% a los inversores institucionales y un 2% a los empleados.
El anuncio efectuado por el presidente del Gobierno, durante un acto celebrado en los estudios de Cinecitt¨¢ para presentar una serie televisiva sobre la Roma imperial, gener¨® pol¨¦mica incluso entre sus socios de coalici¨®n. No por la privatizaci¨®n en s¨ª, m¨¢s o menos asumida, incluso por las fuerzas pol¨ªticas que se oponen a la venta, desde que se aprob¨® la ley, sino por la gesti¨®n de la misma. La supervisi¨®n del proceso corresponde al Consejo de Administraci¨®n de la RAI, "descabezado" meses atr¨¢s por la dimisi¨®n de su presidenta, la periodista Lucia Annunziata, y en estos momentos controlado por personas fieles a Berlusconi.
Los centristas de la UDC, que componen el flanco menos conservador de la coalici¨®n berlusconiana Casa de las Libertades, se unieron inmediatamente a la oposici¨®n en la exigencia de que el consejo de administraci¨®n fuera renovado con urgencia, en t¨¦rminos que reflejaran "el mapa pol¨ªtico italiano" y la "neutralidad del proceso privatizador". Forza Italia y Alianza Nacional, en cambio, consideraron que la actual c¨²pula de la sociedad radiotelevisiva estaba "legitimada" para llevar a t¨¦rmino la privatizaci¨®n.
El objetivo final del Gobierno es crear un mercado televisivo totalmente privado con dos polos: uno, el mayor, en manos de Fininvest, el holding del propio Silvio Berlusconi, y otro, de menor tama?o, articulado en torno a la RAI. Existen grandes dudas, sin embargo, sobre la viabilidad de la radiotelevisi¨®n p¨²blica en condiciones de libre competencia. Mediaset, la sociedad que engloba las televisiones de Berlusconi, tiene 4.300 empleados, frente a los 13.000 de la RAI, y obtiene una audiencia global s¨®lo levemente inferior. Un reciente estudio bancario se?alaba que Mediaset gasta al a?o 195 euros por espectador, e ingresa 266 por publicidad. La RAI, en cambio, gasta 292 euros por espectador e ingresa 120 por publicidad, a los que se suman 157 por el canon (el impuesto obligatorio a todo ciudadano que posea un televisor, aunque la evasi¨®n es mucha) y 30 por otros conceptos, como organizaci¨®n de convenciones. Los sindicatos afirman que la privatizaci¨®n comportar¨¢ un gran n¨²mero de despidos.

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