Suma de perfecciones
Aqu¨ª vimos lo mejor del flamenco. Mar¨ªa Pag¨¦s ha hecho una obra redonda, cuajada de buenas intenciones plenamente realizadas, sin un desmayo, sin una pausa. Desde el grito inicial de Angelillo pregonando boquerones todo se desarrolla de manera inexcusable hacia un fin conocido de antemano. Canciones, m¨²sicas, silencios tambi¨¦n. El escenario sufre constantes transformaciones, para dar cabida a distintos formatos de la compa?¨ªa, a partir de las cuales se generan los temas.
Quiere decirse con ello que la versatilidad es extraordinaria. Una versatilidad que los cuerpos de baile mueven de manera genial, en una constante movilidad que no les deja ni un respiro. Lo hacen de maravilla, con autoridad, con dominio absoluto de los recursos. Dominio del que hacen gala todos los dem¨¢s, en una impecable puesta a punto. Los que cantan, los que tocan, los que bailan.
Canciones, antes de una guerra
Compa?¨ªa de Mar¨ªa Pag¨¦s. Teatro de la Maestranza, Sevilla, 28 de septiembre.
Lo que bailan. De Le¨®n, Valerio y Quiroga a Atahualpa Yupanqui, de Miguel Hern¨¢ndez a Antonio Machado, de Louis Armstrong a John Lennon... Toda una teor¨ªa sin fronteras musicales de g¨¦nero. Ah¨ª Mar¨ªa Pag¨¦s se mueve como pez en el agua, no s¨®lo con autoridad sino con un rigor y una belleza ejemplares. Llev¨® la emoci¨®n a la sala en todo momento, pero especialmente en la nana de la cebolla su actuaci¨®n fue un culmen de delicadeza, de dejarse ir dulcemente, tristemente, hacia s¨ª misma. Pero en todo lo que hizo estuvo sublime, su arte en esta nueva creaci¨®n es un cap¨ªtulo m¨¢s, exquisito como todos, en esa carrera de pocos t¨ªtulos, pero excelentes, que lleva realizados.
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