El Gobierno italiano niega haber pagado un rescate

El Gobierno italiano neg¨® ayer de forma tajante que se hubiera pagado un rescate a los secuestradores. La versi¨®n oficial m¨¢s oficialista fue ofrecida por el ministro de Asuntos Exteriores, Franco Frattini: "La ¨²nica mediaci¨®n ha consistido en un sistema de contactos que ha hecho comprender a los secuestradores con qui¨¦n estaban jugando: con un pa¨ªs, Italia, amado por el mundo ¨¢rabe. No ha habido m¨¢s rescate que ese". El comisario extraordinario de la Cruz Roja italiana, Maurizio Scelli, declar¨® por su parte que no quer¨ªa o¨ªr la palabra "rescate" porque pon¨ªa en peligro la neutralidad de la organizaci¨®n y, sobre todo, la vida de las 25 personas que mantiene en Irak.

Y, sin embargo, son muchas las fuentes que aseguran que los secuestradores cobraron, un mill¨®n de d¨®lares seg¨²n la mayor¨ªa, cinco millones seg¨²n el bien informado diario kuwait¨ª Al Rai Al Aam. Los corresponsales en Bagdad de los peri¨®dicos italianos publicaron ayer explicaciones muy pormenorizadas de la operaci¨®n, que en sus ¨²ltimos momentos era bastante conocida en la zona protegida donde residen la mayor¨ªa de los occidentales. Incluso un portavoz del Ministerio del Interior, en los ca¨®ticos y jubilosos instantes posteriores a la noticia de la liberaci¨®n, acept¨® t¨¢citamente que se hab¨ªa pagado, pero apel¨® a la "necesaria discreci¨®n" para no dar detalles.

La explicaci¨®n m¨¢s franca la ofreci¨® el presidente de la Comisi¨®n de Exteriores, Gustavo Selva, de la coalici¨®n conservadora de Silvio Berlusconi: "El Gobierno ha desmentido, pero es un desmentido oficial que entra dentro de las obligaciones de un Gobierno para que no parezca que ha cedido al chantaje". "No se debe ceder, pero en esta ocasi¨®n hubo que hacerlo porque lo m¨¢s importante era la vida de las chicas", a?adi¨®, "lo cual abre una v¨ªa peligrosa y puede incitar a otros grupos a hacer lo mismo".

El pago de un rescate no consistir¨ªa delito seg¨²n la ley italiana, pero el juez instructor anunci¨® que intentar¨ªa esclarecer si se hab¨ªa pagado por la liberaci¨®n de Pari y Torretta. Lo m¨¢s probable, sin embargo, era que la cuesti¨®n quedara en un limbo. Los dirigentes de la oposici¨®n, que fueron informados puntualmente sobre las actuaciones gubernamentales, incluyendo las negociaciones econ¨®micas, cerraron filas con Berlusconi y no se mostraron dispuestos a presionar para que se conociera toda la verdad.