Un documental narra los cuatro d¨ªas que siguieron al 11-M
En esta pel¨ªcula no hay nada que sea normal", asegur¨® esta semana en Berl¨ªn el director St¨¦phane M. Grueso, uno de los cuatro autores del documental 4 d¨ªas de marzo, filme que narra los d¨ªas que siguieron al atentado de las estaciones de trenes de Madrid y que fue presentado esta semana en Berl¨ªn por varios miembros de su equipo.
La pel¨ªcula relata los sucesos entre el 11-M y las elecciones del domingo siguiente, 14 de marzo, en el que se produjo el cambio de Gobierno con la victoria del PSOE. Trata de la desinformaci¨®n que sufrieron los espa?oles tras el 11-M a causa de la manipulaci¨®n gubernativa y de c¨®mo, en consecuencia, electores y medios manifestaron su derecho a conocer la verdad hasta conseguirla un d¨ªa antes de las elecciones, al finalizar el d¨ªa de reflexi¨®n.
"Mostramos exactamente lo que vimos y vivimos en Madrid"
El filme no muestra a las v¨ªctimas, excepto unos segundos al comienzo de sus 29 minutos. Tampoco el dolor se impone como hilo narrativo. Grueso asegura que quiso mostrar el que "la gente salv¨® al pa¨ªs". El polit¨®logo y articulista Ignacio Sotelo elogia "el optimismo" de la pel¨ªcula, que revela el problema de la falta de independencia de los medios de comunicaci¨®n en Espa?a y que "de ninguna manera instrumentaliza a las v¨ªctimas". Sin embargo, el profesor opina que "pensar que el pueblo pueda defenderse por s¨ª mismo contra la manipulaci¨®n es ilusorio. Fue todo un poco m¨¢s complicado que eso".
Grueso, Agatha ?lvarez, Mar¨ªa Jos¨¦ Espinosa y Gabriel Guti¨¦rrez Dewar participaban en un curso de direcci¨®n y documentales del Instituto de RTVE en Madrid cuando ocurri¨® la tragedia. Siguieron el impulso de captar im¨¢genes y voces en la calle. "Mostramos exactamente lo que vimos y vivimos en Madrid", explic¨® Grueso ante el p¨²blico presente, tanto alemanes como espa?oles residentes fuera de su pa¨ªs.
Tanto el sujeto como la tecnolog¨ªa que se utilizaron para realizar el documental se salen de las normas. Las im¨¢genes de 4 d¨ªas de marzo, realizadas con dos peque?as c¨¢maras, contrastan con aquellas que se suelen ver en televisi¨®n. La imperfecci¨®n y la espontaneidad no impidieron que el filme reflejara la realidad vivida, aunque "no pretende ser un documental objetivo", afirman sus autores.
Las im¨¢genes describen cronol¨®gicamente las reacciones de la gente cuyas emociones y opiniones oscilan entre la desolaci¨®n, la desesperaci¨®n, la contemplaci¨®n, el ansia de actividad y la agresividad. Se hace evidente la profunda divisi¨®n pol¨ªtica de la sociedad espa?ola. Salen en pantalla personas que se pelean verbalmente. Desde un se?or mayor, muy seguro de lo que dice, "que no han sido los ¨¢rabes", a un camarero que est¨¢ seguro que no ha sido ETA, y una se?ora de mediana edad que grita que "los maten a todos, que se pudran en la c¨¢rcel" (los terroristas). Se escuchan los primeros "¨ªbamos en ese tren", y luego los clamores de "pena de muerte, asesinos". En una imagen aparece un joven manifestante que se exalta en reacci¨®n a las palabras de una chica de izquierdas: "?Quer¨¦is instrumentalizar a las v¨ªctimas!". Todo culmina delante de la sede del Partido Popular. Los manifestantes gritan "queremos la verdad" y "con los muertos no se juega", mientras que en la televisi¨®n se informa sobre un grupo de radicales que ocup¨® la sede del partido gubernamental.
Entre las escenas se mezclan los instantes en los que el entonces presidente Aznar, el ministro del Interior ?ngel Acebes y el candidato a la presidencia del PP Mariano Rajoy sostienen en televisi¨®n la tesis de que todo indicaba hacia ETA.
4 d¨ªas de marzo atestigua, desde un punto de vista personal, momentos que no se ven en televisi¨®n pero que son reales. Documenta tambi¨¦n que otros medios de comunicaci¨®n como el tel¨¦fono, el m¨®vil, Internet, e incluso medios m¨¢s elementales como peque?os papeles escritos, sirvieron para que la sociedad creara canales de informaci¨®n espont¨¢neos.
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