El Sevilla sigue so?ando

No fue la batalla predicha a modo de espuela por Joaqu¨ªn Caparr¨®s la v¨ªspera del partido, pero s¨ª que fue un enfrentamiento bronco, lleno de pelotazos (decenas y decenas de ellos) y m¨¢s sudor que otra cosa. El Nacional se equivoc¨®, aunque tambi¨¦n es probable que no tenga capacidad para otra cosa. El Sevilla demostr¨® ayer ser infinitamente superior al cuadro de Madeira, casi no le hizo falta f¨²tbol para imponerse y lograr as¨ª la clasificaci¨®n. El Nacional proporcion¨® un enorme gozo a todos los sevillistas a un precio barat¨ªsimo.

El Nacional plante¨® el encuentro partiendo de una defensa s¨®lida (normalmente hasta cinco jugadores), centro del campo afilado con dos futbolistas en l¨ªnea hacia porter¨ªa, y mucha movilidad para los atacantes. El dibujo de Casimiro Mior no funcion¨®, pero no estaba falto de sabidur¨ªa. El campo Dos Barreriros es peque?¨ªsimo y eso convierte cualquier bal¨®n en un peligro latente. Eso s¨ª, si alguien se sabe pegarle bien.

El Sevilla de Caparr¨®s sali¨® mentalizado para correr muchos kil¨®metros, los que hiciera falta. Quiz¨¢ pec¨® de horizontal, de no intentar estirar hasta los l¨ªmites un ya de por s¨ª limitado escenario. Pero le sirvi¨®. No le hicieron falta los espacios con los que rasear la pelota y desarrollar el juego entre l¨ªneas. Adem¨¢s, los de Madeira introdujeron la marruller¨ªa en el partido.

Daniel Alves y Marcelo se pegaron codazos mutuos y el ¨¢rbitro se lo comi¨®. Como tampoco vio el que le dio Cardozo a Javi Navarro tras el saque de un c¨®rner a la media hora de partido. El Sevilla cogi¨® en ese momento el mango de la sart¨¦n. El conjuro fue a¨²n mayor y Jesuli marc¨® tras un meritorio pase de Dar¨ªo Silva.

Aunque Caparr¨®s segu¨ªa con el ce?o fruncido y sus idas y venidas frente al banquillo, todo estaba a favor del Sevilla, Renato y Jordi dieron descanso a dos de sus compa?eros y debutaron en competici¨®n europea. Jordi, fichado al Madrid, tambi¨¦n demostr¨® ser un jugador interesante, dotado de las cualidades de sacrificio y rigor que desea Caparr¨®s. El Nacional le dio la vuelta a su planteamiento inicial y se decidi¨® por poblar el ataque, mientars el Sevilla sub¨ªa otro pelda?o en la reivindicaci¨®n del sistema de Caparr¨®s. Feo o bonito seg¨²n gustos, pero que crece.