Una falsa pol¨¦mica

La designaci¨®n de Sevilla como sede de la final de la Copa Davis ha suscitado una falsa pol¨¦mica que, en inter¨¦s de todos, conviene aclarar. As¨ª, y con objeto de no equivocar el an¨¢lisis, es preciso advertir que lo que est¨¢ en entredicho no es de ninguna manera la candidatura ol¨ªmpica de Madrid, cuya solidez y apoyo social e institucional generalizados van mucho m¨¢s all¨¢ de este episodio. A estas alturas de la carrera ol¨ªmpica, cuando faltan nueve meses para que el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional decida qu¨¦ ciudad organiza los Juegos de 2012, resulta ya una evidencia que nuestra candidatura no depende de la Copa Davis. Siendo ¨¦sta una competici¨®n de indudable importancia, no basta para oscurecer el intenso compromiso de esta ciudad con un deporte al que ha consagrado notables esfuerzos organizadores e infraestructuras de enorme calidad. Nuestra capacidad para organizar acontecimientos deportivos del m¨¢ximo nivel est¨¢ fuera de toda duda, como corroboran las cerca de 75 competiciones internacionales celebradas en los ¨²ltimos a?os en Madrid, y como ratifica tambi¨¦n la agenda para 2005, cuando la ciudad acoger¨¢ tres campeonatos del mundo y uno europeo. Pero adem¨¢s, ocurre que en el caso del tenis la pasi¨®n por el deporte que constituye el lema de nuestra candidatura queda suficientemente acreditada por una actividad igualmente relevante. Madrid contribuye decisivamente a la difusi¨®n de esta disciplina con un torneo en pista cubierta que cada a?o consolida su posici¨®n en el circuito de la Asociaci¨®n de Tenistas Profesionales, y presta sus mejores instalaciones como sede de eliminatorias de gran calado, como la final de la Copa Federaci¨®n de 2001. Por si no fuera suficiente, en fin, dentro de unas semanas los 37 mejores jugadores del mundo y la mayor¨ªa de las estrellas espa?olas van a venir a jugar a Madrid convocados por el Master Series, competici¨®n de referencia que esta ciudad ha situado entre las m¨¢s prestigiosas del mundo. Es a todas luces evidente que Madrid hubiera organizado tambi¨¦n una excelente final de la Copa Davis, y el hecho de que vaya a hacerlo Sevilla, con la profesionalidad que todos esperamos, no desmerece en nada nuestra capacidad, de la que el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional tiene constancia.

No cabe, pues, una pol¨¦mica que, de suscitarse, afecta a otros ¨¢mbitos. Lo que s¨ª debe quedar claro es que Madrid no ha planteado nunca su proyecto ol¨ªmpico en t¨¦rminos de competitividad agresiva con otras ciudades, y que desde luego no lo va a hacer ahora. Nuestra capacidad de convocatoria se basa en una estrategia bien diferente, que busca aunar esfuerzos y conseguir complicidades. As¨ª lo han entendido la sociedad y las instituciones espa?olas, que, desde el Gobierno de la Naci¨®n al mundo del deporte, han manifestado reiteradamente su apoyo a esta hermosa aventura de la que habr¨¢ de beneficiarse todo el pa¨ªs.

Alberto Ruiz-Gallard¨®n es alcalde de Madrid.