Aliada del sufrimiento
Somarriba, enferma, logra terminar la s¨¦ptima, como en Atenas
"En cuanto se estiraba la cuerda, tos¨ªa y tos¨ªa. Pens¨¦ en bajarme, pero me dije: 'Joane, tienes que sufrir un poco m¨¢s'. Soy una aliada del sufrimiento".
Joane Somarriba (Gernika, Vizcaya; 1972) habla con un tono de voz en el que la resignaci¨®n ha sustituido a la desesperaci¨®n, a la ira. La voz de una persona que, pese a haber alcanzado las m¨¢s altas cimas de su especialidad -ha ganado tres Tours, dos Giros, un Mundial contrarreloj- a¨²n siente que la mala suerte se ha empe?ado en acompa?arle en los momentos clave de su carrera. "Y es as¨ª", cuenta su esposo, el ex ciclista Ramontxu Gonz¨¢lez Arrieta, cuando el Mundial femenino apenas lleva dos vueltas y ve a su Joane pasar en la cola del pelot¨®n hablando con su compa?era Dori Ruano. "Qu¨¦ mal la veo", dice; "no me gusta nada su cara. Est¨¢ muy mal. Tiene el pecho muy cogido. Ha estado toda la semana con fiebre, con antibi¨®ticos. Y, aunque me ha dicho que estaba un poco mejor, no puede estar bien del todo. ?Qu¨¦ mala suerte tenemos! El a?o pasado, en Hamilton, estaba que se sal¨ªa. Hasta ella, que es discreta, que nunca exagera, me lo dijo: 'Ramontxu, me veo muy bien'. Me lo dijo despu¨¦s de ganar el Mundial contrarreloj. Se ve¨ªa ganadora tambi¨¦n el s¨¢bado, capaz de hacer el doblete. Pero tuvo una aver¨ªa en la bici, tardaron en repararla porque no permit¨ªan coches de equipo y se qued¨® sin posibilidades. Y este a?o tambi¨¦n ven¨ªa muy bien. Estuvimos hasta el viernes de la semana pasada en Navacerrada, en el Pasadoiro, y baj¨® muy bien. Pero el lunes empez¨® con el catarro...".
Pese a correr enferma, el martes, en la contrarreloj, Somarriba logr¨® terminar la cuarta. Un resultado que le levant¨® el ¨¢nimo, la moral; que le hizo pensar que quiz¨¢s el s¨¢bado...
?A¨²n aguanta!
Para muchos, el que ayer saliera a correr Somarriba supuso ya un hecho rese?able. M¨¢s tarde, al verla en la carrera, la misma pregunta se acompa?aba de signos de admiraci¨®n. ?A¨²n aguanta, no se retira! Y, ya al final, cuando la cosa se puso seria, cuando las mejores empezaron con ataques demoledores, el respetable se qued¨® sin palabras, inefable. ?C¨®mo describir a lo que estaban asistiendo?
En la ¨²ltima subida al dur¨ªsimo parque de Torricelle, despu¨¦s de que Ruano hubiera sido capturada tras intentar una fuga mal acompa?ada, un ataque tremendo de la rusa Bubnenkova dej¨® hecho trizas al grupo principal, pero delante, cuando ya s¨®lo quedaban cuatro, a rueda de la alemana Arndt, all¨ª estaba Somarriba, entre toses, desalientos, calambres, dolores. Sufriendo. Y, cuando Arndt, aquella alemana que cruz¨® la meta en Atenas, medalla ol¨ªmpica de plata, haciendo un soberano corte de mangas al mundo en general, se lanz¨® en el descenso hacia una victoria que no se le escap¨®, ?qui¨¦n fue la ciclista que mantuvo la ilusi¨®n de las perseguidoras? La resoplante Somarriba, la mujer de la mala suerte, la mujer que buscaba en Verona quiz¨¢s su ¨²ltima gran victoria.
En el descenso tambi¨¦n se escap¨® la italiana Guderzo, segunda al final, y tambi¨¦n enlaz¨® un grupo por detr¨¢s. En la recta decisiva, Somarriba, la renqueante, logr¨® quedar la quinta de su grupo, la s¨¦ptima en total. El mismo puesto que en Atenas.
"F¨ªsicamente, est¨¢ muy bien. Tiene muchos m¨¢s a?os de ciclismo en sus piernas. Pero no s¨¦ si seguir¨¢ un a?o m¨¢s", dudaba Ramontxu. Y ella no le sac¨® de dudas. "Me gustar¨ªa terminar mi carrera en los Mundiales de Madrid, en 2005, pero... no s¨¦. Puede ser un a?o muy largo hasta llegar all¨ª. Lo tendr¨¦ que pensar muy bien", concluy¨®.
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