?Que gane Bush!
Mi estancia durante el verano en Washington DC me ha permitido seguir de cerca los avatares de la campa?a presidencial de los Estados Unidos de Am¨¦rica. De ello he sacado dos conclusiones. La primera es que el presidente Bush va a ser reelegido. La segunda, que esto es quiz¨¢ lo mejor que le puede suceder al pa¨ªs y al mundo entero. Todas las encuestas realizadas hasta el 29 de septiembre dan por ganador de la contienda electoral al presidente Bush. Y no me extra?a. En todos los temas importantes que se debaten en Estados Unidos, el senador Kerry no ofrece soluciones sustancialmente distintas a las del actual presidente. Desde la guerra de Irak, que, a juzgar por sus declaraciones, el candidato dem¨®crata continuar¨ªa como necesaria, hasta el d¨¦ficit fiscal, que propone reducir en cinco a?os sin decir c¨®mo, pasando por el outsourcing (deslocalizaci¨®n), que no tiene poder para impedir, y la p¨¦rdida de derechos ciudadanos que implica la Patriotic Act (Ley Patri¨®tica), que parece intocable, etc¨¦tera.
El senador Kerry no ofrece soluciones muy distintas a las de George Bush, por eso creo que es mejor que gane ¨¦ste y contin¨²e su carrera hacia el abismo
No soy de los que piensan que los partidos republicano y dem¨®crata son iguales, aunque no puedo olvidar las palabras del escritor Gore Vidal: "En Am¨¦rica hay un partido de la propiedad con dos alas, una derecha: el Partido Republicano, y otra izquierda: el Partido Dem¨®crata". Creo que si ganara el senador Kerry, algunas cosas importantes cambiar¨ªan en Estados Unidos. Su presidencia traer¨ªa un Gobierno m¨¢s laico, m¨¢s preocupado por la redistribuci¨®n del ingreso, la defensa del sistema p¨²blico de pensiones, y m¨¢s preocupado con la imagen internacional de Estados Unidos. Kerry defender¨ªa los programas sociales que han sobrevivido a las cribas neoliberales y dedicar¨ªa m¨¢s recursos a la educaci¨®n p¨²blica, que se halla en un estado lastimoso.
No creo, sin embargo, que afrontara de una manera decidida y eficaz los "d¨¦ficit gemelos", el fiscal y el de cuenta corriente, que crecen sin parar. Por esa raz¨®n, el "presidente" Kerry no ser¨ªa capaz de detener el deterioro del d¨®lar y la necesaria subida de los tipos de inter¨¦s para compensarlo. Ni cesar¨ªa el deterioro de los niveles de vida de la clase media estadounidense. En pol¨ªtica exterior, a pesar de todos los gestos para con sus aliados, no cambiar¨ªa la pol¨ªtica hacia Israel y el conflicto de Palestina, ni dejar¨ªa de ocupar los pa¨ªses del Golfo P¨¦rsico, que tanto enoja a los pueblos isl¨¢micos. En su presidencia no cambiar¨ªa la pol¨ªtica de energ¨ªa, ni se dar¨ªan pasos para la definitiva sustituci¨®n del petr¨®leo como combustible. En pocas palabras, no hay nada en el programa ni en las promesas del senador Kerry que dejen entrever una verdadera "revoluci¨®n americana", como la de F. D. Roosevelt en los a?os treinta, que es tan necesaria como lo fue aqu¨¦lla.
Cuanto peor, mejor
Por eso creo que es mejor que gane Bush las elecciones y contin¨²e su carrera hacia el abismo. S¨®lo una crisis de grandes proporciones, como la que una pol¨ªtica de "m¨¢s de lo mismo" causar¨ªa en Estados Unidos en los pr¨®ximos cuatro a?os, les puede abrir los ojos a los norteamericanos para que acepten un cambio radical en la conducci¨®n del pa¨ªs. Es la l¨®gica -tan censurable cuando se promueve intencionadamente- de la agudizaci¨®n de las contradicciones: "cuanto peor, tanto mejor".
Desde luego, cuatro a?os con Bush al frente traer¨ªan muchos quebraderos de cabeza a la mayor¨ªa de los ciudadanos norteamericanos y a los del mundo entero. Los d¨¦ficit, que crecer¨¢n con su din¨¢mica propia hasta proporciones desconocidas (The Economist habla de 2,3 billones de d¨®lares en 10 a?os), acabar¨¢n recortando las pensiones de millones de ciudadanos, destrozando el tejido escolar y el sistema de salud, exagerando el dualismo de una sociedad con algunos muy ricos, una mayor¨ªa que se afana por mantenerse a flote, y unos cuarenta millones de pobres.
En pol¨ªtica exterior continuar¨¢ el alejamiento de antiguos aliados y la obsesi¨®n unilateralista que los llev¨® a Irak, y los puede llevar a otras aventuras militares. S¨®lo entonces, cuando esa ciudadan¨ªa tan amante de la libertad y de la justicia haya tocado el fondo de la ignominia, ser¨¢ capaz de hallar su salvaci¨®n y una mejora para el mundo entero.
Quiz¨¢ no haya m¨¢s remedio que esperar otros cuatro a?os para que surja de las filas dem¨®cratas un l¨ªder que rompa con una tradici¨®n ajena al esp¨ªritu y la letra de la revoluci¨®n americana y que devuelva a Estados Unidos el papel de ser "luz en el monte" , el ejemplo de civilizaci¨®n y democracia, que quisieron para ellos sus fundadores.
Luis de Sebasti¨¢n es catedr¨¢tico de Econom¨ªa de ESADE.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.