Con el alma en las manos
La lengua de signos espa?ola se emplea por primera vez en el Senado
Bene y Judith hablan con todo el cuerpo, pero no emiten sonido alguno. Se expresan con los gestos dulces y en¨¦rgicos, pausados o irritados de cualquier conversaci¨®n, reproduciendo el tono de la voz del otro, pero siempre con la textualidad de movimientos de la lengua de signos espa?ola (LSE), un idioma que busca reconocimiento oficial. Ellas fueron ayer en el Senado int¨¦rpretes de esta lengua que hicieron historia, al convertirse en las primeras que la utilizaron de forma oficial en las Cortes.
En el estrado, la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familia y Discapacidad, Amparo Valcarce, desgrana los objetivos que se propone desarrollar durante la presente legislatura. La int¨¦rprete traduce las palabras y cada gesto es un concepto. Algunos nombres los deletrea con el alfabeto dactilol¨®gico, que es la representaci¨®n manual en el espacio del abecedario.
El Gobierno pretende aprobar una ley que d¨¦ car¨¢cter oficial a la lengua de signos espa?ola
Aunque parece una comparecencia m¨¢s de un cargo oficial, una parte del p¨²blico escucha con los ojos bien abiertos lo que dice Valcarce a trav¨¦s de las manos de Bene. Se emocionan y sonr¨ªen cuando la secretaria de Estado afirma: "Y vamos a regular, por ley, la lengua de signos, que es la lengua de las personas sordas que han optado en Espa?a por esta modalidad. Esta regulaci¨®n garantizar¨¢ a las personas sordas el apoyo necesario para poder acceder a los servicios p¨²blicos, informaci¨®n, educaci¨®n, sistema legal o medios de comunicaci¨®n". La tribuna se agita con gestos de satisfacci¨®n entre los representantes de los sordos que traducen las ganas de acabar con su aislamiento y discriminaci¨®n secular en un mundo de sonidos.
En Espa?a hay un mill¨®n de personas que padecen problemas auditivos de mayor o menor grado, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Alrededor de 200 ni?os nacen cada a?o con una sordera profunda. Pilar Rodr¨ªguez, directora del colegio biling¨¹e Instituto Hispanoamericano de la Palabra, en Madrid, dice que "es primordial que se reconozca la oficialidad de la LSE para poder contar en las escuelas p¨²blicas con int¨¦rpretes y asesores sordos", es decir, profesores que comparten su discapacidad con los alumnos.
Valcarce, de acuerdo con las asociaciones de sordos, asegur¨® ayer que se debe evaluar cu¨¢les son las necesidades de estas personas antes de presentar el proyecto de ley que d¨¦ car¨¢cter oficial a la lengua, como ocurre ya en Reino Unido, Finlandia y Dinamarca. En seis meses se tendr¨¢n las conclusiones de la comisi¨®n que fijar¨¢ cu¨¢ndo los sordos podr¨¢n disponer de int¨¦rpretes de LSE, entre otras medidas.
"Somos biling¨¹es por necesidad, no por capricho. El reconocimiento de la lengua supone que dejemos de ser invisibles y nuestros derechos ignorados". Cuando se pregunta a Luis Jes¨²s Ca?¨®n, presidente de la Confederaci¨®n Estatal de Personas Sordas, si el coste de la integraci¨®n ling¨¹¨ªstica de los sordos ser¨¢ elevado, ¨¦l responde alto y claro, aunque sea con sus dedos: "Estamos hablando de un derecho humano. Adem¨¢s, ?qu¨¦ es m¨¢s caro, tener a un sordo integrado o a uno analfabeto funcional que no puede trabajar?", a?ade.
Las terciarias franciscanas, encargadas durante d¨¦cadas de la educaci¨®n de los sordos en Espa?a, sab¨ªan qu¨¦ se hac¨ªan cuando ense?aban a los ni?os en lengua oral todas las asignaturas menos la de religi¨®n. Las dos hijas de To?i Espejo, presidenta de la Asociaci¨®n Biling¨¹e de Padres de Ni?os Sordos, escucharon sus primeros cuentos mirando las manos de su madre.
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