Un hombre de Gri?¨®n muere de un disparo al enfrentarse a unos encapuchados
Los asaltantes entraron en un cobertizo de Gri?¨®n mientras dorm¨ªan cuatro inmigrantes
Unas huertas alejadas del casco urbano de Gri?¨®n, con un dif¨ªcil acceso por caminos de tierra, fueron el lugar elegido por tres encapuchados para acabar con la vida a tiros de Rafie Azzie, un joven de 25 a?os de origen marroqu¨ª, al que descerrajaron un disparo. La v¨ªctima se encontraba durmiendo junto a otros tres compatriotas, cuando irrumpieron en una especie de cobertizo los asaltantes. El fallecido intent¨® reducir a uno de ellos, que la emprendi¨® a tiros. Despu¨¦s, los criminales huyeron a la carrera. ?ste es el homicidio n¨²mero 45 en lo que va de a?o.
Era la una y media de la madrugada y en los campos de Gri?¨®n se palpaba el silencio. Rafie Azzie, el sobrino del due?o de la explotaci¨®n agr¨ªcola, dorm¨ªa con sus tres compa?eros de cobertizo, situado a unos 800 metros de la ermita del municipio y bastante alejado de las primeras viviendas del mismo. Fuera hay amplios cultivos de zanahorias, hierbabuena, repollos o lechugas. De repente, entraron en este techado tres hombres encapuchados. Dos de ellos, de estatura baja, llevaban puestos chaquetas y pantalones negros, mientras que el tercero, de mayor altura, vest¨ªa una camisa blanca con rayas negras. Los tres encapuchados iban pistola en mano.
Despertaron a los cuatro moradores del chamizo, que estaban durmiendo en dos peque?as estancias cuyos suelos estaban cubiertos con mantas. Empezaron a atar y a amordazar a sus v¨ªctimas. "Comenzaron a gritar '?quietos, quietos!, que no se mueva nadie'. Hablaban un espa?ol perfecto, sin ning¨²n acento", se?al¨® uno de los moradores del techado, Redouan el Haouti, que logr¨® huir.
En ese momento, Rafie Azzie cogi¨® una manta de la habitaci¨®n y la despleg¨®. Sali¨® corriendo hacia el m¨¢s alto de los asaltantes, mientras gritaba, con la intenci¨®n de reducirle e intentar liberar a sus compa?eros. El encapuchado se gir¨® hacia ¨¦l y efectu¨® dos disparos. El primero impact¨® en la parte superior de la puerta met¨¢lica de la estancia de la izquierda, sin llegar a herir a nadie.
El segundo proyectil le alcanz¨® de lleno a Azzie en el hemit¨®rax izquierdo, con orificio de entrada y salida. La v¨ªctima cay¨® malherida, boca arriba y sangrando abundantemente en la entrada del cobertizo. Su compa?ero de habitaci¨®n Redouan el Haouti logr¨® salir corriendo campo a trav¨¦s sin que los asaltantes pudieran cogerlo. Cuando se encontr¨® en lugar seguro, llam¨® desde su tel¨¦fono m¨®vil a su jefe (el t¨ªo del fallecido). ?ste, a su vez, alert¨® a la Guardia Civil y a una UVI m¨®vil del Summa. "Hasta que no vi las luces de la polic¨ªa y de la ambulancia no volv¨ª. Estaba aterrado", se?alaba El Haouti.
Los tres encapuchados salieron corriendo en medio de la oscuridad por las huertas cercanas hasta alcanzar un coche que hab¨ªan aparcado cerca.
Todav¨ªa amordazados
Cuando los facultativos del Summa llegaron al lugar, Azzie ya hab¨ªa muerto. S¨®lo pudieron certificar el fallecimiento, seg¨²n un portavoz de Emergencias 112. Los agentes liberaron a los dos marroqu¨ªes que se encontraban todav¨ªa amordazados. Los investigadores de Homicidios y del laboratorio de Criminal¨ªstica de la Guardia Civil hallaron dos casquillos de bala. Ambos est¨¢n siendo analizados por si hubieran sido disparados con alg¨²n arma involucrada en alg¨²n delito anterior.
La Guardia Civil mantiene abiertas todas las l¨ªneas de investigaci¨®n, salvo el del crimen xen¨®fobo o racista o el ajuste de cuentas. La hip¨®tesis que m¨¢s peso gana es la del robo y eso pese a que el lugar estaba lleno de basura y pobreza. El interior del cobertizo se hallaba bastante sucio, con ladrillos descubiertos y cacharros de cocina desperdigados. Una vieja mesa de pl¨¢stico y unas sillas destartaladas completaban la exigua estancia. En su huida, los criminales no se percataron de que en una de las habitaciones hab¨ªa una ri?onera que conten¨ªa unos 900 euros aproximadamente. Era el objeto de mayor valor.
Los investigadores sospechan que, como el lugar es de dif¨ªcil acceso si no se conoce la zona, puede haber sido cometido por personas de la zona o que hayan vigilado previamente a sus v¨ªctimas. Tampoco descartan que fueran buscando alg¨²n tipo de estupefaciente.
Azzie, nacido en T¨¢nger, lleg¨® a Espa?a hace unos cinco a?os. Sus t¨ªos le emplearon en el almac¨¦n de fruta Sara, que regentan en Gri?¨®n. Adem¨¢s de esta familia, ten¨ªa un hermano que vive en el barrio de Loranca, en Fuenlabrada. Hab¨ªa conseguido la nacionalidad hac¨ªa tiempo. El resto de su familia permanece en Marruecos. "Era una persona encantadora, que no se llevaba mal con nadie. Seguro que pensaron que ¨¦l se llevaba el dinero del almac¨¦n y pensaron en rob¨¢rselo, pero no llevaba nada", explic¨® El Haouti.
Ayer nadie trabaj¨® en las huertas cercanas a las que se registr¨® el homicidio. La familia del fallecido decidi¨® enterrarlo en el cementerio de Gri?¨®n.
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