Desvanecimiento en el hemiciclo
La paradoja que marca el momento pol¨ªtico gallego tuvo ayer ocasi¨®n de escenificarse en t¨¦rminos casi pat¨¦ticos. A primera hora se comunic¨® que Manuel Fraga hab¨ªa alcanzado un acuerdo con el jefe de la facci¨®n disidente del PP en la provincia de Ourense, Xos¨¦ Luis Baltar. Poco despu¨¦s, en el debate anual sobre el estado de la regi¨®n, el presidente Fraga, de 81 a?os, sufr¨ªa un desvanecimiento que obligaba a suspender el pleno. La paradoja radica en que hace mes y medio se acept¨® la decisi¨®n de Fraga de continuar en la brecha con el argumento de que s¨®lo su liderazgo podr¨ªa evitar que aflorase la crisis latente en el PP gallego; pero se ha comprobado que esa crisis es precisamente de liderazgo, y que pasa a primer plano precisamente por la pretensi¨®n de aplazar de nuevo la cuesti¨®n sucesoria.
El problema no es la edad de Fraga, sino la incapacidad de su partido para resolver un asunto que lleva casi una d¨¦cada esperando su momento; el de tomar alguna decisi¨®n que no provoque rebeliones caciquiles de eventuales perjudicados deseosos de asegurarse su futuro. El presidente fundador se reuni¨® la noche del lunes con Baltar: una reuni¨®n de mesa camilla, en la que no se sabe qu¨¦ condiciones puso el que amenazaba con romper el partido, ni cu¨¢les acept¨® Fraga para que no lo hiciera. S¨®lo se sabe que Baltar est¨¢ satisfecho con el resultado de su "golpe de tim¨®n", que, seg¨²n dijo enigm¨¢ticamente, garantiza la paz interna "hasta las elecciones". El que sea costumbre resolver as¨ª los problemas es una raz¨®n adicional para acometer una renovaci¨®n de personal y estilo pol¨ªtico. ?Pero qui¨¦n se atreve a llevarle la contraria a don Manuel?
Irse a tiempo es la prueba m¨¢s dif¨ªcil del pol¨ªtico. Fraga no la ha superado. La voluntad de autoinmolaci¨®n no es necesariamente prueba de generosidad. De momento, contradice el deseo de Mariano Rajoy de promover una prudente renovaci¨®n en el partido, y que un l¨ªder pol¨ªtico incumpla su palabra durante tres legislaturas consecutivas perjudica la imagen de su partido en un momento en que necesita toda su credibilidad para superar el trauma simult¨¢neo del cambio de liderazgo y la derrota electoral. Pero adem¨¢s, los h¨¢bitos personalistas de gobierno y el peso de los poderes f¨¢cticos territoriales dificultan dar con un m¨¦todo de impulsar esa renovaci¨®n en Galicia sin provocar rupturas internas. Eso, m¨¢s que el desvanecimiento, es lo pat¨¦tico de la situaci¨®n vivida ayer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.