Un informe oficial de EE UU reitera que Irak no ten¨ªa armas de destrucci¨®n masiva
Bush insiste en que Sadam Husein representaba un "riesgo real" antes de la invasi¨®n
En contra del argumento central de la campa?a de George W. Bush -la guerra de Irak se hizo porque Sadam Husein representaba una amenaza inminente-, el informe de Charles Duelfer, experto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y enviado especial del Gobierno de Estados Unidos para buscar los rastros de las armas de destrucci¨®n masiva en Irak, establece que esa amenaza era d¨¦bil y que los arsenales que hab¨ªa en los a?os noventa pr¨¢cticamente no exist¨ªan antes de la invasi¨®n del pa¨ªs ¨¢rabe en marzo de 2003. Sadam quer¨ªa, pero no pod¨ªa fabricar esas armas. Sin embargo, el presidente Bush no se dio por aludido y sigui¨® ayer hablando del "riesgo real" que representaba el dictador iraqu¨ª.
En la presentaci¨®n del informe de 1.000 p¨¢ginas en el Congreso, Duelfer explic¨® que la capacidad de producci¨®n de armas de Irak "se degrad¨® a partir de 1998". El documento no deja lugar a dudas: Sadam Husein ten¨ªa la intenci¨®n, pero no lo medios de producir armas. El r¨¦gimen confiaba en reanudar sus programas si consegu¨ªa eliminar las sanciones de la ONU, pero, como dijo el dem¨®crata Carl Levin, "la raz¨®n de ir a la guerra no fue que Sadam ten¨ªa intenciones en el futuro de conseguir armas de destrucci¨®n masiva". Sobre el programa nuclear, "los an¨¢lisis demuestran que, a pesar del deseo manifiesto de Sadam de mantenerlo activo, durante los 12 a?os posteriores a 1991 decay¨® la capacidad de producir armas". Sobre las armas qu¨ªmicas, en 2003 Irak "estaba a pocos meses de poder producir gas mostaza y a menos de un a?o de fabricar agentes nerviosos", pero todos los programas del r¨¦gimen en 2003 estaban m¨¢s retrasados que en 1998, cuando los inspectores de la ONU fueron expulsados de Irak. Y a pesar de que el ex dictador "quer¨ªa tener misiles de largo alcance, casi no hab¨ªa adelantado nada en cuanto a las cargas de los proyectiles".
Duelfer revel¨® tambi¨¦n que los tubos de aluminio que el Gobierno de EE UU asegur¨® que eran para enriquecer uranio destinado al programa nuclear se destinaban probablemente a misiles convencionales y que no hay pruebas de que Irak tratara de comprar uranio despu¨¦s de 1991. Tampoco Duelfer encontr¨® rastro de laboratorios m¨®viles para fabricar armas biol¨®gicas, aunque no lleg¨® a negar su existencia. Duelfer afirm¨® que est¨¢ relativamente garantizado que los insurgentes no tienen conexiones con los expertos en armas qu¨ªmicas del viejo r¨¦gimen: "Creo que hemos contenido el problema, aunque sigue existiendo el riesgo de que esos conocimientos puedan pasar a otras manos". Por lo dem¨¢s, Duelfer no espera que se encuentren ya "cantidades significativas de armas escondidas en Irak".
El informe, que no aclara lo ocurrido con los posibles restos de los arsenales y sugiere que pudieron haber sido destruidos o sacados de Irak, apunta tambi¨¦n que Sadam Husein y sus asesores cre¨ªan que realmente ten¨ªan armas de destrucci¨®n masiva, seg¨²n se deduce de las palabras -es la primera vez que esta informaci¨®n sale a la luz- de Sadam despu¨¦s de su detenci¨®n. El ex dictador dice tambi¨¦n que esas armas le permitieron sobrevivir durante un periodo tan prolongado de tiempo, detener la ofensiva de Ir¨¢n en la guerra de los a?os 80 entre los dos pa¨ªses y disuadir a los aliados de llegar a Bagdad en 1991. "Lo que est¨¢ claro es que Sadam estaba convencido del uso de la fuerza y que tuvo experiencias que le demostraron la utilidad de las armas de destrucci¨®n masiva".
A esta afirmaci¨®n se agarraron ayer la Casa Blanca y Bush, que afirm¨® en Pensilvania que "el dictador ten¨ªa un historial de usar esas armas, de agresi¨®n y odio a EE UU", y que "hab¨ªa un riesgo real de que facilitara armas de destrucci¨®n masiva a redes terroristas. En el mundo posterior al 11-S, ¨¦se es un riesgo que no podemos permitirnos el lujo de correr". Bush lanz¨® duros ataques contra Kerry, al que acus¨® de tener, en cuestiones de seguridad nacional, "una mentalidad del 10 de septiembre de 2001, porque quiere que el liderazgo de EE UU sea sustituido por un control internacional, porque tiene una estrategia de retirada en Irak y porque cuenta con un historial de 20 a?os de debilidad" en sus propuestas. Despu¨¦s de decir que el dem¨®crata se contradec¨ªa sobre Irak, Bush lanz¨® un gui?o a su entusiasmada audiencia y dijo, aludiendo a sus muecas de enfado en el debate de Miami: "Uno escucha esas cosas y entiende por qu¨¦ se pueden poner caras raras".
Los dem¨®cratas atribuyeron el ataque de Bush a la corriente de p¨¢nico que recorre las filas republicanas. Edwards dijo en Florida que el Gobierno "no podr¨¢ resolver los problemas, en Irak o en la econom¨ªa, si no reconoce que existen. Est¨¢n en una situaci¨®n en la que niegan casi todo". Con este nivel de enfrentamiento los candidatos llegan al debate de ma?ana en San Luis, potencialmente el m¨¢s peligroso para ambos. Kerry y Bush recibir¨¢n preguntas de espectadores dem¨®cratas, republicanos e independientes. Es el formato menos previsible y en el que cualquiera puede resbalar y tropezar sobre el tema m¨¢s inesperado.
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