?Por la ca¨ªda del r¨¦gimen!
V¨¢zquez Montalb¨¢n recibi¨® el homenaje de familiares y amigos durante la entrega del premio de literatura gastron¨®mica Sent Sov¨ª
El Llibre de Sent Sov¨ª es un recetario catal¨¢n del siglo XIV, de autor desconocido, considerado uno de los primeros libros de cocina europeos, cuyo manuscrito se conserva en la biblioteca de la Universidad de Barcelona. Con este nombre, en 1997 se instituy¨® una c¨¢tedra en dicha universidad y dos a?os m¨¢s tarde el premio de literatura gastron¨®mica, que publica RBA. Este premio y el de los medios de comunicaci¨®n Juan Mari Arzak reciben el mecenazgo de Cavas Freixenet. Cada octubre, en plena cosecha, un grupo bien nutrido de periodistas, editores, catedr¨¢ticos, cocineros, gente de a pie y muchos escritores a quienes les gusta comer bien nos subimos a un autocar que nos traslada a las magn¨ªficas Cavas Freixenet de Sant Sadurn¨ª. Lejos de la bazofia y masificaci¨®n en que acostumbran a caer las entregas de premios, ¨¦ste es, normalmente, un placer para las papilas gustativas. El grupo de comensales es reducido y a una le parece asistir a una boda en un restaurante de lujo (el comedor abovedado es una maravilla).
Uno de los miembros del jurado que desde el primer momento se implic¨® en la organizaci¨®n del premio, incluida una mayor dotaci¨®n econ¨®mica del mismo, fue Manolo V¨¢zquez Montalb¨¢n, a quien el pasado mi¨¦rcoles se rindi¨® un emotivo homenaje en compa?¨ªa de su esposa, su hijo y un mont¨®n de amigos que le recordaron. El a?o pasado por estas fechas el escritor part¨ªa para Australia. Los organizadores del premio estaban preparando un homenaje a Arzak y minutos antes de salir de casa V¨¢zquez Montalb¨¢n dej¨® grabado un v¨ªdeo donde cantaba las excelencias del cocinero vasco, siempre con el punto de humor justo y preciso para atrapar a todos los que le escuchamos aquel d¨ªa. Una semana despu¨¦s nos enter¨¢bamos de que no hab¨ªa tomado el avi¨®n de regreso.
Coincid¨ª con Manolo en m¨¢s de una y de dos cenas; nunca habl¨¦ con ¨¦l porque nadie me lo present¨®, pero ahora me arrepiento de no haberle contado que una conocida marca de vinos de La Rioja estuvo a punto de demandarme por haber mencionado, en esta misma secci¨®n, que Carvalho encontraba su vino execrable. Ignoro si los de dicha bodega sab¨ªan qui¨¦n es Carvalho, pero creo que era a ¨¦l a quien ten¨ªan que demandar. ?No les parece?
En la cena del Sent Sov¨ª no hay peligro de beber un vino execrable (por suerte, alentados por la consejera Tura, la mayor¨ªa vuelve en autob¨²s). Este a?o tambi¨¦n la cena ten¨ªa que ver con Manolo: era de cocina tradicional y todas las chef eran mujeres: To?i Vicente con un escabeche de ventresca de at¨²n, las restauradoras del Roig Rob¨ª con unas alb¨®ndigas con setas, y los postres, de la pasteler¨ªa del Raval Lys, de la calle de la Riera Alta, donde Manolo compraba el tortell cuando iba a comer a casa de sus padres. Naturalmente, en esta cena no pod¨ªa faltar Rosa Gil, de Casa Leopoldo, santuario gastron¨®mico del Raval donde Manolo reun¨ªa a amigos y periodistas. Rosa nos regal¨® un pica-pica cuya tripa y cap i pota hab¨ªan hecho las delicias del homenajeado. "Era capaz de zamp¨¢rselo a la una de la ma?ana, tras llegar de un viaje y mientras contestaba las preguntas de los periodistas". Tuve la suerte de compartir mesa con Rosa Gil, esa mujer que ella sola merecer¨ªa una novela. Habl¨® toda la noche, no de Manolo, sino del barrio, que era como hablar de su m¨¢s devoto cliente. Nos cont¨® Rosa que han vendido el Raval s¨®lo como barrio cutre, cuando tambi¨¦n ha sido un barrio menestral. Nos habl¨® de c¨®mo se viv¨ªa hace 50 a?os, de las mafias actuales que nadie controla, de c¨®mo viven los paquistan¨ªes amontonados en pisos deplorables, de las felaciones en medio de la calle, de los grandes proyectos urban¨ªsticos y, sobre todo, de c¨®mo se han borrado sus referentes de la noche a la ma?ana. Mientras, por el estrado iba pasando un rosario de personalidades. Empez¨® Raimon hablando de la agudeza de Manolo y cont¨® la an¨¦cdota de que ¨¦l hab¨ªa comprado su primer libro en Valencia sin saber que el escritor, el mismo a?o, hab¨ªan o¨ªdo su primer disco en la c¨¢rcel de Lleida. Luego fueron grandes amigos.
Escuchamos tambi¨¦n a su esposa, Anna Sall¨¦s; a Arzak, a Oriol Castanys.... Y en v¨ªdeo a Serrat, Rosa Reg¨¢s, Carmen Alborch... Todos coincid¨ªan en su generosidad, sarcasmo, humor, lucidez, compromiso con la capas populares y en que no sab¨ªa decir que no; pero, sobre todo, todos le echaban de menos. Y lleg¨® el turno de los premios y la sorpresa de que Daniel V¨¢zquez Sall¨¦s, hijo de Manolo, ganara el Juan Mari Arzak con el texto El Bulli antes de El Bulli, publicado en el dominical de EL PA?S. "Hay dos tipos de gente que no soporto: los que pasan de pol¨ªtica, porque as¨ª nos van las cosas, y los que pasan de la cocina, porque las ciudades se llenan de olores fast food. Y esto lo aprend¨ª de mi padre, Manolo", confes¨® Daniel V¨¢zquez. Le toc¨® el turno al premio Sent Sov¨ª y subi¨® al estrado un plet¨®rico vecino de Sant Sadurn¨ª, Josep Mu?oz, que con su libro La cocina del pensamiento se llev¨® el gato al agua. Y para recordar al homenajeado nos cont¨® que hace poco vio a un chico con una camiseta con uno de los l¨²cidos lemas de Manolo: "El movimiento se demuestra huyendo".
El conductor de la cena, Jordi Estadella, nos invit¨® a brindar por Manolo tal como ¨¦l acostumbraba a hacerlo: "?Por la ca¨ªda del r¨¦gimen. El r¨¦gimen que sea no importa!".
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