El secreto de las palabras
Seguimos llegando tarde a todas las citas importantes y esta ocasi¨®n tampoco viene a quitarnos la raz¨®n, ni mucho menos. Por vez primera nos llega una de las obras fundamentales del siglo pasado con 58 a?os de retraso sobre su fecha de aparici¨®n original y a cuatro adem¨¢s de la desaparici¨®n de su autor, Louis-Ren¨¦ des Forets (Par¨ªs, 1918-2000), una de las figuras m¨¢s importantes -aunque minoritarias- de las letras francesas de nuestro tiempo. Autor de una obra escasa, exigente y exquisita, s¨®lo al final de su vida alcanz¨® un ¨¦xito -relativo siempre- cuando la Academia le otorg¨® en Par¨ªs el Gran Premio Nacional de las Letras por el conjunto de su obra, recibi¨® el Premio Maeterlinck en Bruselas, ley¨® sus obras en las universidades de Friburgo y Cambridge, vio una adaptaci¨®n de El charlat¨¢n representada en Avi?¨®n y acudi¨® a alguna que otra participaci¨®n en festivales de poes¨ªa, que sin embargo no le lanzaron a una gran popularidad. Y pese a todo, siempre le rode¨® una minor¨ªa de esp¨ªritus selectos, recibi¨® alg¨²n premio en su juventud, pint¨® e hizo cr¨ªtica musical y en su torno se cre¨® el mito del silencio, esto es, del escritor que no escribe, aun escribiendo sin parar, como un nuevo Bartleby de nuestro tiempo (bien que Vila-Matas no lo haya tratado), rodeado de algunas de las figuras m¨¢s interesantes de nuestro tiempo, como Blanchot, Klossowski, Jab¨¨s, Queneau, Bonnefoy, Quignard, que le proclamaron como el mejor prosista de su tiempo y han alimentado en su torno multitud de revistas, exposiciones y actividades de todo tipo a lo largo de toda una vida bastante larga al final, que as¨ª sobrevivi¨® hasta a su propio y proclamado silencio y "paso a paso hasta el ¨²ltimo" como titul¨® su libro postrero, p¨®stumo y fragmentario publicado en 2000.
EL CHARLAT?N
Louis-Ren¨¦ des Forets
Traducci¨®n de Jos¨¦ Antonio Guerrero Reina
Arena. Madrid, 2004
96 p¨¢ginas. 10 euros
Nacido en el seno de la bue-
na burgues¨ªa, educado en colegios de religiosos, quiso ser marino, m¨²sico y pintor, sufri¨® influencias de la gran literatura inglesa (Joyce) o francesa (Rimbaud), particip¨® en la Segunda Gran Guerra y en la Resistencia contra la ocupaci¨®n alemana y trabaj¨® despu¨¦s, mientras escrib¨ªa sin parar y publicaba poco, en Gallimard, en la Enciclopedia de La Pl¨¦iade y en su comit¨¦ de lectura hasta su jubilaci¨®n, residiendo entre Par¨ªs y su casa del Berry hasta su fallecimiento. Su obra completa consiste en dos novelas, una larga, Los mendigos (1943) -que Alfaguara tradujo entre nosotros- y otra corta, ¨¦sta de El charlat¨¢n (1946, Le Bavard en el original) que ahora aparece aqu¨ª, una obra maestra que plantea el problema central de toda literatura: ?qu¨¦ son las palabras y para qu¨¦ sirven, qu¨¦ relaci¨®n existe entre hablar y escribir, cu¨¢l es el papel que (se) juega entre el autor (nunca seguro de lo que dice) y un lector que necesita creer en la mentira que al final se le cuenta, pues siempre cabe que al final sea la verdad en resumidas cuentas pues no tenemos otra que colme su necesidad?
El resto de su obra son seis cuentos (cuatro de ellos recogidos en El cuarto de los ni?os -1960, Premio de los Cr¨ªticos-), dos largos poemas, Las comadres del mar (1983) y Poemas de Samuel Wood (1988), y desde 1975 se empe?¨® en una larga meditaci¨®n autobiogr¨¢fica que empez¨® a publicar a trozos a partir de 1984 en revistas que reuni¨® en una primera entrega bajo el t¨ªtulo de Ostinato (Mercure de France, 1997), present¨¢ndola como inacabada, como una especie de joyceana "obra en marcha" a la que se han a?adido algunas entregas m¨¢s hasta la que he citado p¨®stuma de Paso a paso hasta el ¨²ltimo (2000). No dej¨® de escribir nunca (como mostr¨® Marc Comina en El silencio imposible -1998-, y hasta destruy¨® una novela, Viaje de invierno, tras cinco a?os de trabajo, sin dejar rastro), pero dispers¨® con otras actividades (m¨²sica, pintura, labores editoriales, y los intentos fragmentarios que he citado) su maravillosa prosa de siempre.
Por ¨²ltimo, El charlat¨¢n, bien traducido aqu¨ª en esta buena editorial, no es una obra opaca, ni esot¨¦rica, posee un argumento perfectamente calculado, donde alguien que no puede dejar de hablar sin saber lo que dice cuenta un episodio de su vida donde seduce a una mujer en un bar de mala nota que al final se r¨ªe de ¨¦l al escucharle por lo que abandona y se va, es agredido por un despechado admirador de la mujer y salvado al final por la audici¨®n de un misterioso c¨¢ntico que no sabe de d¨®nde le llega. Pero el largo hablar sin fin y sin sentido de este inveterado charlat¨¢n envuelve al lector en una inextricable madeja de la que no puede salir del todo, pues no sabe nunca si lo que se le cuenta es la verdad, puede serlo o podr¨¢ llegar a serlo alguna vez. Un espect¨¢culo tan secreto como inolvidable.
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