Bush y Kerry entran en el cuerpo a cuerpo
Los dos candidatos muestran de nuevo profundas discrepancias sobre Irak en el segundo debate
John Kerry ganar¨¢ o perder¨¢ las elecciones dentro de 22 d¨ªas, pero el viernes por la noche, en San Luis, volvi¨® a demostrar que es mejor que George W. Bush en los debates. El presidente se recuper¨® notablemente de su pobre actuaci¨®n en Miami y los dos candidatos mantuvieron un enfrentamiento sin cuartel, especialmente sobre Irak. Demostraron que no se gustan nada y trataron de transmitir ese sentimiento al electorado. Kerry fue agresivo y argument¨® con claridad y brillantez, pero Bush logr¨® esta vez introducir sus argumentos. Los dos cumplieron uno de los objetivos: gustar a sus bases. En cuanto al resultado del debate, los sondeos oscilan entre la victoria ajustada de Kerry y el empate. La carrera sigue abierta.
"El presidente ha transformado su campa?a en un arma de ocultaci¨®n masiva"
Bush necesitaba atacar, y lo hizo, pero en esta ocasi¨®n pareci¨® m¨¢s presidencial y m¨¢s s¨®lido. Kerry necesitaba ponerlo de nuevo a la defensiva, y lo hizo en varias ocasiones. La diferencia con Miami es que el presidente control¨® m¨¢s en esta ocasi¨®n la irritaci¨®n que le produce el senador, casi no puso caras raras y se concentr¨® en la doble estrategia de defender su historial y criticar la credibilidad del dem¨®crata. Adem¨¢s, Bush no olvid¨® mencionar por su nombre a las personas que le hac¨ªan las preguntas y no tuvo pr¨¢cticamente silencios embarazosos o dudas (aunque en una de las respuestas le sobr¨® tiempo).
Kerry acus¨® en su expresi¨®n alg¨²n golpe directo de Bush, pero qued¨® claro su dominio de los temas y que es un maestro del debate; quiz¨¢ en exceso, para aquellos estadounidenses que aprecien m¨¢s el tono de predicador convencido y campechano de Bush que la manera profesoral y poco emocional de Kerry. Pr¨¢cticamente en todos los temas que surgieron -Irak, guerra contra el terrorismo, econom¨ªa, empleo, seguro m¨¦dico, medio ambiente y el aborto- los dos chocaron sin concesiones.
Irak fue r¨¢pidamente al primer plano, cuando Kerry tuvo que responder a la pregunta de por qu¨¦ se dice que es un chaquetero. "Bush quiere hacer creer que yo no puedo ser presidente, quiere que la gente piense que he cambiado de opini¨®n sobre Irak (...). El presidente no ha encontrado las armas de destrucci¨®n masiva, as¨ª que ha transformado su campa?a en un arma de ocultaci¨®n masiva". Bush no fue menos contundente: "Si hubiera dependido de mi adversario, Sadam Husein a¨²n estar¨ªa en el poder". En varias ocasiones el presidente dijo, refiri¨¦ndose a las votaciones de Kerry en el Senado en 20 a?os: "Uno puede correr, pero no esconderse (...). Y no s¨¦ c¨®mo alguien quiere dirigir este pa¨ªs en tiempos de guerra e incertidumbre si cambia de opini¨®n por politiquer¨ªas".
Bush recibi¨® una pregunta directa que cada vez preocupa m¨¢s a los norteamericanos, en vista del panorama en Irak y del descenso en la afiliaci¨®n a las Fuerzas Armadas: "?C¨®mo mantener nuestro papel en el mundo sin recurrir de nuevo al servicio militar obligatorio?". "He o¨ªdo los rumores sobre eso", respondi¨®. "No va a haber servicio militar. Punto".
Como era de esperar, porque el viernes se conoci¨® el dato de empleo - 96.000 puestos de trabajo, menos de lo esperado-, Kerry acus¨® a Bush de ser el primer presidente en 72 a?os que no consigue crear empleo; Bush le replic¨® diciendo que hered¨® una recesi¨®n a la que se sum¨® el 11-S y que gracias a las rebajas fiscales la econom¨ªa se est¨¢ recuperando. Adem¨¢s, reiter¨® su compromiso de mantenerlas y dijo que si Kerry ganaba, subir¨ªa los impuestos. Mirando a la c¨¢mara de frente -porque as¨ª se lo pidi¨® el que le hizo la pregunta-, Kerry se comprometi¨® a no subir los impuestos excepto para los que ganen m¨¢s de 200.000 d¨®lares (unos 160.000 euros) al a?o. "?Naturalmente que les va a subir los impuestos!", dijo Bush, que tach¨® a su adversario de ser "uno de los senadores m¨¢s liberales de EE UU", con la carga negativa que esa denominaci¨®n tiene en la pol¨ªtica estadounidense.
A Kerry le preguntaron sobre el uso del dinero p¨²blico para costear los gastos de los abortos. Contest¨® que es cat¨®lico, que fue monaguillo y que respeta la vida, pero que la ley es la ley. Bush aprovech¨® para decir que ¨¦l firm¨® una ley contra un procedimiento espec¨ªfico para abortos tard¨ªos y Kerry, no. Los dos discreparon sobre las limitaciones a la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre y Bush tuvo que explicar -con poco ¨¦xito- por qu¨¦ est¨¢ en contra de la importaci¨®n de medicinas baratas de Canad¨¢, y Kerry le record¨® que hace cuatro a?os dijo que era una buena idea. Ambos discutieron sobre la reforma del seguro m¨¦dico para personas mayores, los abusos de las responsabilidades penales en los juicios y el medio ambiente.
Varios sondeos dieron la victoria a Kerry, pero sugirieron que hubo un empate. Seg¨²n Gallup, el balance fue favorable a Kerry (47% contra un 45%). La cadena de televisi¨®n ABC dio la ventaja al dem¨®crata (44% contra un 41%). En los actos posteriores al debate, Bush fue aclamado y dijo que estaba "lanzado" a la recta final, mientras que Kerry se atribuy¨® un 2-0, igual que su mujer, Teresa Heinz, que salud¨® a los jubilosos dem¨®cratas con un "?Dos a cero, y el mi¨¦rcoles pr¨®ximo, triple premio!".
La guerra como arma arrojadiza
Irak es el arma arrojadiza de los dos candidatos en estas elecciones. Para Kerry, es la prueba de la incompetencia de Bush. Para el presidente, es la prueba del nueve de que Kerry vota s¨ª y no a lo mismo seg¨²n el momento y la oportunidad.
A Bush le pidieron que se?alara tres errores cometidos en su mandato en la Casa Blanca. Vano empe?o. El presidente, que ya ha admitido algunos -pecados veniales-, s¨®lo reconoci¨® haberse equivocado con algunos nombramientos, pero se neg¨® a dar nombres, dijo que "a veces se adoptan decisiones impopulares porque uno cree que es lo adecuado". Acus¨® a Kerry de falta de credibilidad por votar a favor de la guerra y en contra de su financiaci¨®n. Kerry asegur¨®: "Nunca he cambiado de opini¨®n sobre Irak; creo que Sadam Husein era una amenaza y siempre lo he cre¨ªdo", y dijo despu¨¦s: "Yo me equivoqu¨¦ al decir hace dos meses que volver¨ªa a apoyar la guerra sabiendo lo que ahora sabemos, pero el presidente se equivoc¨® al hacerla como la hizo. ?Cu¨¢l de los dos errores es peor?".
Ayer, Bush insisti¨® en su argumento: "Sin inmutarse, Kerry dijo que s¨®lo ha tenido una opini¨®n sobre Irak. ?En qu¨¦ planeta cree que vivimos?". Kerry hab¨ªa reiterado el viernes que ¨¦l habr¨ªa usado la fuerza "de manera inteligente, no precipit¨¢ndose hacia una guerra sin un plan para ganar la paz". Kerry repiti¨® que la coalici¨®n que hizo la guerra dej¨® mucho que desear y que ocho pa¨ªses la han abandonado: "Si Misuri fuera un pa¨ªs
[maneos de seis millones de habitantes], ser¨ªa el tercero en poblaci¨®n en la lista de los aliados, despu¨¦s de Estados Unidos y el Reino Unido", dijo, sin tener en cuenta a Polonia, Italia o Australia. Bush se enfad¨®, mencion¨® a Blair, Berlusconi y Kwasniewski (los respectivos primeros ministros de estos pa¨ªses) y dijo: "Hay 30 pa¨ªses all¨ª. Es insultante para una alianza decir que somos s¨®lo nosotros, despreciar los sacrificios que ellos est¨¢n haciendo".
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