El adi¨®s de El Molinero
Ricardo Ag¨¹in, El Molinero, naci¨® en Par¨ªs el 30 de abril de 1970. Afincado en Alag¨®n, es y le consideran de Zaragoza de toda la vida. Al contrario que la tarde del 4 de julio de 1993 en la que de manos de Armillita Chico tom¨® la alternativa en esta misma plaza, donde todo fue felicidad y parabienes y se contaba con la moral y la afici¨®n altas, llenas de hambre de triunfos, la de ayer fue la de su adi¨®s, su retirada. Curtido en duras batallas, seguramente no tantas como ¨¦l hubiera so?ado. Y cansado de salvar tantos obst¨¢culos como les colocan a los que como ¨¦l les etiquetan con la pegatina de valientes. O mejor, gladiadores, ya que siempre que hacen el paseo les sueltan a los leones. En su hoja de servicios constan 102 festejos enfrentado a toros de la mayor condici¨®n y dificultad. Terminado el pase¨ªllo, rota la plaza en una emocionante ovaci¨®n, en el rostro de El Molinero se reflejaba el orgullo de haber alcanzado el doctorado en el arte a la vez que la frustraci¨®n por verse abocado a presentar la renuncia por falta de contratos. Le acompa?aron dos diestros de Arag¨®n, quedando la funci¨®n en una exaltaci¨®n a la cantera taurina de la tierra. Para no desmerecer anteriores festejos, el ganado fue una tarde m¨¢s un vergonzoso e indigno retal.
Carriquiri / Molinero, Paulita, ?lvarez
Toros de Carriquiri, anovillados, descastados y sin fuerzas. 1?, 3? y 5? inv¨¢lidos; 2?, devuelto. Sobrero de Juan Manuel Criado, inv¨¢lido. El Molinero: saludos; gran ovaci¨®n y saludos. Paulita: saludos y saludos. Alberto ?lvarez: saludos y palmas. Plaza de Zaragoza. 14 de octubre. 7? de feria. Tres cuartos de entrada.
El Molinero se justific¨® en el primero. No estuvo brillante ante Jabonero, el de la despedida. Nada supo hacer. Nada ten¨ªa que demostrar. Su estado an¨ªmico quiz¨¢ no era el m¨¢s apropiado. No es lo mismo retirarse de la gloria que de la nada.
Paulita deleit¨® a la parroquia con toreo barato, desaprovechando la dulzura de sus oponentes. Mal hacen los toreros o asesores de los mismos que en pos de los trofeos f¨¢ciles recurren a la galer¨ªa, olvid¨¢ndose del toreo cl¨¢sico y fundamental. A la larga esto se paga.
Alberto ?lvarez puso voluntad y entrega, pero le quedaron enganchadas y sin mando.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.