"La malaria es la madre de las enfermedades que generan pobreza"
Pedro Alonso, madrile?o de 45 a?os, es el principal autor de un art¨ªculo de alcance hist¨®rico que sale ma?ana en la revista m¨¦dica The Lancet. Alonso, investigador vinculado al Hospital Cl¨ªnico de Barcelona, detalla en el art¨ªculo los resultados de un ensayo cl¨ªnico que ha dirigido en Mozambique con una vacuna experimental contra la malaria, la enfermedad que m¨¢s ni?os mata en el mundo cada a?o. El ensayo ha sido declarado un ¨¦xito por autoridades mundiales de la medicina ya que determina que una vacuna contra la malaria es posible; y se podr¨¢ producir a escala masiva.
Alonso, que ha vivido y trabajado mucho tiempo en ?frica, ha dedicado los ¨²ltimos 20 a?os de su vida a combatir la malaria. Ha colaborado con otros m¨¦dicos espa?oles y mozambique?os, y con cient¨ªficos de la empresa farmac¨¦utica Glaxo SmithKline, y ha contado con fondos espa?oles de cooperaci¨®n y la Fundaci¨®n Gates.
"Nunca se han visto resultados como ¨¦stos. Estamos absolutamente convencidos de que la vacuna es segura y eficaz"
"No se ha invertido lo suficiente porque es una enfermedad que afecta a los pobres y, por tanto, no hay mercado"
"Ahora mismo las estimaciones son que, si todo va bien, de aqu¨ª a cinco a?os se podr¨ªa instaurar la vacuna a gran escala"
Pregunta. ?Cu¨¢l es el significado del ensayo?
Respuesta. Sencillamente, que es lo m¨¢s significativo que ha habido. Un salto cualitativo y may¨²sculo en la lucha contra la malaria. ?ste ha sido el mayor ensayo nunca hecho en ?frica de vacuna contra la malaria -m¨¢s de 2.000 ni?os-, y tambi¨¦n el que ha usado un producto m¨¢s avanzado. El objetivo fue ensayar primero la seguridad del producto en los ni?os y la eficacia: si funciona o no funciona. Y, efectivamente, funciona. Son, con mucha diferencia, los mejores resultados nunca vistos en un ensayo de vacuna relacionado con esta enfermedad.
P. ?Por qu¨¦?
R. Por la eficacia del estudio, la precisi¨®n en el an¨¢lisis de los resultados y la seguridad que tenemos en ellos. El ensayo ha salido muy bien t¨¦cnicamente, ha sido muy pulcro. Nunca se han visto resultados como ¨¦stos. Estamos absolutamente convencidos de que la vacuna es segura y eficaz.
P. ?Se sabe con exactitud cu¨¢ntas muertes produce la malaria?
R. No. La cifra que solemos manejar es que un ni?o muere cada 40 segundos; o aproximadamente 3.000 al d¨ªa. Casi todos en ?frica. Pero ¨¦sa estimaci¨®n, que supondr¨ªa un mill¨®n de muertes al a?o, puede ser conservadora. Creemos realmente que la malaria produce entre una y tres millones de muertes al a?o.
P. ?Por qu¨¦ no se puede ser m¨¢s exacto?
R. ?Muy buena pregunta! Porque el grueso de estas muertes ocurren en ?frica, y all¨ª la gente nace y muere sin ser nunca registrada. Adem¨¢s, un porcentaje alt¨ªsimo no tiene acceso a la atenci¨®n m¨¦dica y la mayor parte de las muertes ocurren en casa. En otros lugares donde tenemos mejores datos, como Latinoam¨¦rica, sabemos que la mortalidad puede ser mayor. Y tambi¨¦n est¨¢ la mortalidad indirecta, porque la malaria agrava otras enfermedades. En Guyana, por ejemplo, cuando se erradic¨® la malaria disminuy¨® la mortalidad mucho m¨¢s de lo que se esperaba. Y hay otro factor dif¨ªcil de cuantificar; la relaci¨®n entre la enfermedad y la pobreza.
P. Expl¨ªquese.
R. Existe un c¨ªrculo enfermedad-pobreza. El argumento t¨ªpico es que los pobres enferman mucho porque son pobres, pero tambi¨¦n es verdad que son pobres porque enferman mucho. Me acuerdo ahora de un italiano de principios del siglo XX que se dedic¨® a mirar las relaciones entre los ciclos agr¨ªcolas y los ciclos de la malaria durante los ¨²ltimos veinte siglos. Vio que, cuando hab¨ªa malaria, hab¨ªa muy poca producci¨®n agr¨ªcola, y cuando hab¨ªa buena producci¨®n agr¨ªcola hab¨ªa poca malaria. Durante gran parte del siglo XX la teor¨ªa ha sido sencillamente que los pobres enferman m¨¢s, y esto ha determinado en gran medida las pol¨ªticas de cooperaci¨®n internacional. Los republicanos de Estados Unidos siempre han dicho "trade not aid" (comercio, no ayuda). Que la mejor manera de ayudar a la gente es poder comerciar con ellos y que se hagan ricos. Thank you. Muy bien. Pero impl¨ªcitamente ignoraban que esto no era una relaci¨®n lineal; que tambi¨¦n ocurre que los que m¨¢s enferman a su vez se hacen m¨¢s pobres.
P. ?Simplemente porque no pueden salir a trabajar?
R. Simplemente por eso. En Europa tenemos sistemas se seguridad social y te sale todo gratis y en tu empresa te siguen pagando, pero cuando no tienes estas cosas y est¨¢s fatal y tienes que salir a cultivar y tu cosecha de este a?o es todav¨ªa menor y comes menos y est¨¢s m¨¢s d¨¦bil y entonces enfermas m¨¢s todav¨ªa, y encima se te mueren un par de hijos: este es el reconocimiento de que no s¨®lo es la econom¨ªa. Y esto es muy importante porque as¨ª reconocemos que para romper el c¨ªrculo vicioso de enfermedad y pobreza no s¨®lo hay que promover el desarrollo, sino tambi¨¦n mejorar la salud de la gente. Atacar la malaria, que es la madre de estas enfermedades, es una magn¨ªfica manera de mejorar la riqueza de un pa¨ªs.
P. ?La madre de las enfermedades?
R. La malaria es la madre de las enfermedades que causan pobreza. Es el paradigma de las enfermedades que impiden el desarrollo y causan muerte y sufrimiento. Condiciona el desarrollo de las sociedades. Si Europa en tiempo de los romanos y griegos hubiera experimentado la malaria de la misma manera que ?frica hoy, la historia de la civilizaci¨®n occidental hubiera sido muy diferente. Pero el mosquito que transmite la malaria apareci¨® en el siglo V o VI.
La malaria ha condicionado la historia de la humanidad y sigue condicionando la historia de una parte sustancial de la humanidad. Y es que es muy f¨¢cil decir "estos negros cabrones, vagos", pero cuando usted se encuentra mal, ha dormido mal en una choza y le han picado 200 mosquitos toda la noche y tiene usted un episodio de malaria cada mes o mes y medio, pues no se siente demasiado bien, y si encima se te han muerto dos hijos, pues todo eso no anima mucho al trabajo y a la producci¨®n.
P. ?Y por qu¨¦ no se le ha dado m¨¢s importancia, como se le ha dado al sida, por ejemplo?
R. Por dos razones: que el par¨¢sito que causa la malaria es extraordinariamente complejo y, segundo, que no hemos tenido dinero. No se ha invertido lo suficiente porque es una enfermedad que afecta a los pobres y, por tanto, no hay mercado. Y no es tanto que la Big Pharma ignore malvadamente a los pobres, como dice el t¨ªpico discurso kumbay¨¢ [bienintencionado e ingenuo] de alguna gente de izquierdas. No. Mire usted, si hoy el presidente de Glaxo SmithKline, o de Pfizer, se levanta y dice: "Voy a invertir mil millones de d¨®lares en buscar una vacuna contra la malaria", cinco minutos despu¨¦s las acciones de la empresa se han hundido en Wall Street y en otros diez minutos lo han echado de la empresa.
P. Entonces, ?qu¨¦ es lo que hay que hacer?
R. Hemos aprendido muchas lecciones con este ensayo en Mozambique, y una de ellas es que hay que invertir m¨¢s en combatir las enfermedades que causan la pobreza. Aqu¨ª hemos dado el primer ejemplo tangible de que, si aumentamos la inversi¨®n, conseguiremos resultados. ?Y c¨®mo ha funcionado esto? Pues con colaboradores m¨²ltiples. ?D¨®nde est¨¢ el conocimiento para producir vacunas? Una gran farmac¨¦utica. ?D¨®nde est¨¢ el dinero de la filantrop¨ªa que puede llegar donde no llega el mercado? La Fundaci¨®n Gates. ?Y d¨®nde m¨¢s? Dinero p¨²blico europeo, en este caso espa?ol, que ha apostado por el centro de cooperaci¨®n en Manhi?a. ?Y el conocimiento de una instituci¨®n acad¨¦mica europea que adem¨¢s tiene un proyecto de cooperaci¨®n internacional con un pa¨ªs end¨¦mico? En este caso el Hospital Cl¨ªnico de Barcelona.
P. ?Glaxo SmithKline ha puesto dinero?
R. Pr¨¢cticamente nada.
P. ?Gates?
R. Pr¨¢cticamente todo.
P. ?Todo lo que le hubiera costado a Glaxo en los ¨²ltimos a?os desarrollar esta vacuna lo ha puesto, todo, Bill Gates?
R. S¨ª. Los de Glaxo se enfadar¨¢n si lo digo, y tambi¨¦n es verdad que en Glaxo hay gente excelente que lleva desde los a?os ochenta en esto, pero lo que est¨¢ claro es que sin el dinero de la Fundaci¨®n Gates no hubi¨¦ramos llegado aqu¨ª ahora. Fue el dinero clave en el momento clave. Ahora, ?es correcto esperar a que aparezca una persona que quiere devolver a la humanidad toda su riqueza? ?Y qu¨¦ pasa si a ese tipo que es el m¨¢s rico del mundo se le ocurre dedicar su dinero a la diseminaci¨®n de los bons¨¢is, o a un nuevo estadio para los Seattle Seahawks? ?Es leg¨ªtimo que un problema que ha condicionado la historia del mundo y contin¨²a condicionando el desarrollo de un continente entero dependa del impulso filantr¨®pico de un individuo? El modelo europeo ha fallado, y est¨¢n fallando los Estados, y la sociedad civil tiene que darle a esto la importancia que merece. Los impuestos tienen que ayudar a resolver este desequilibrio estrat¨¦gico y cubrir all¨¢ donde el mercado no llega. Es un poco alarmante que todo esto tenga que depender de un se?or. Un se?or cuyo impacto est¨¢ siendo masivo.
P. ?Entonces estas quejas que tienen las autoridades en Bruselas sobre el monopolio que ejerce Gates sobre las tecnolog¨ªas del mundo de la inform¨¢tica...?
R. No. Que le den m¨¢s monopolio. ?Que tenga todo lo que quiera!
P. Volviendo al ensayo, ?se dio a cada ni?o de los 2.000 un seguimiento riguroso?
R. Cada uno ten¨ªa su ficha, y detallada. Por eso pudimos hacer comparaciones caso por caso. No s¨®lo fue el estudio m¨¢s grande en cuanto a n¨²meros, sino en cuanto a la posibilidad que nos dio de profundizar en los datos. Es el ensayo m¨¢s grande que se ha hecho, pero tambi¨¦n el que ha permitido sacar las conclusiones m¨¢s amplias. Por eso es un hito. Esta vacuna ha protegido casi la mitad de las infecciones y de la enfermedad en s¨ª casi un 30%, un 60% de los episodios graves y, en algunos casos, los de los ni?os m¨¢s peque?os m¨¢s severamente afectados, cerca del 80% de enfermedad grave. La confianza con la que podemos decir que estos n¨²meros son correctos es, desde el punto de vista matem¨¢tico, alt¨ªsima. La probabilidad de obtener estos resultados por azar es menos del 0,001%.
P. Hay gente en el mundo cient¨ªfico que ha afirmado que una vacuna contra la malaria no es posible.
R. Efectivamente. Hubo un premio Nobel de Medicina de 1996 que dijo precisamente esto -lo le¨ª en las p¨¢ginas de EL PA?S- hace apenas una semana. Que no era posible. Lo siento, pero est¨¢ equivocado. Lo que afirmamos al final del art¨ªculo que hemos escrito para la revista The Lancet es exactamente lo contrario. El gran valor de todo esto es que se ha demostrado que s¨ª es posible inmunizar a ni?os africanos y protegerlos contra la malaria. Ahora ha dejado de ser un tema de debate. Ahora es un hecho. S¨ª se puede producir una vacuna contra la malaria, y s¨ª que ahora est¨¢ a la vuelta de la esquina. Ahora s¨ª.
P. Este ensayo en Mozambique ha demostrado que en casos graves de malaria en ni?os entre 1 y 4 a?os ofrece eficaz protecci¨®n en el 58% de los casos. ?Se puede extrapolar entonces que si mueren, como se dice, entre un mill¨®n y tres millones de ni?os al a?o de malaria, se podr¨ªa llegar a salvar entre medio mill¨®n y mill¨®n y medio de vidas?
R. S¨ª. Absolutamente. Por eso estos resultados que hemos tenido en casos de ni?os severamente afectados por la enfermedad son tan llamativos. Y si se tiene en cuenta que en ni?os de menos de dos a?os hemos visto una eficacia del 77%, y si a eso se le agrega que la mayor¨ªa de las muertes son de ni?os de menos de dos a?os, entonces existen motivos para sentirse optimistas.
P. ?Se podr¨¢ llegar a un 100% de eficacia?
R. Quiz¨¢ nos toque llegar a s¨®lo un 90%, o menos, de eficacia con la malaria. Es posible. Estamos acostumbrados a que una vacuna proteja a un 100%, pero quiz¨¢ tengamos que acostumbrarnos a que s¨®lo la mitad funcionen. Ahora, si la vacuna se administra como parte de un paquete de medidas, incluyendo el uso masivo de las mosquiteras con insecticida, por ejemplo, puede que se llegue a un 100%; puede que de aqu¨ª a diez a?os la malaria pueda dejar de ser un problema de escala masiva; que contraer y morir de la malaria en ?frica sea la excepci¨®n y no la regla.
P. ?Por qu¨¦ se duda de la posibilidad de crear una vacuna que ofrezca un 100% de protecci¨®n?
R. El primer prototipo de esta vacuna empez¨® en 1986 y desde entonces ha habido fracaso tras fracaso. Cambiamos este poquito, cambiamos este otro, y as¨ª, tras fallos y fallos y ¨¦xitos peque?os as¨ª hemos avanzado. Esta idea de '?Eureka! La hemos descubierto!', hay que olvidarla. No estamos en eso. Nos enfrentamos a cosas muy complejas. La paradoja parece ser por qu¨¦ se desarrollaron tantas vacunas en la primera mitad del siglo veinte y ahora que tenemos mucha m¨¢s tecnolog¨ªa no conseguimos los mismos resultados. La respuesta es que las que se han desarrollado son las m¨¢s f¨¢ciles.
P. Por ejemplo...
R. Difteria, t¨¦tanos, sarampi¨®n, polio.
P. ?Por qu¨¦ la malaria es m¨¢s complicada?
R. Porque el organismo, el par¨¢sito, es mucho m¨¢s complejo. Y m¨¢s cambiante. La difteria, el t¨¦tanos: es como una bicicleta. Los neumococos que causan la neumon¨ªa, un Rolls Royce. Y el par¨¢sito de la malaria es un shuttle espacial. Es un orden de magnitud mucho m¨¢s complejo.
P. ?Cu¨¢l es el pr¨®ximo paso que se va a dar?
R. Este ensayo se ha hecho en ni?os de edades entre uno y cuatro a?os. Ahora falta hacerlo con ni?os menores de un a?o. ?ste ser¨¢ el pr¨®ximo ensayo. Tenemos grandes esperanzas de que funcione con ellos, e incluso mejor, porque la tendencia que se ha visto es que cuanto m¨¢s peque?os son los ni?os m¨¢s eficaz es la vacuna. Despu¨¦s, si todo eso va bien, la idea es meter la vacuna contra la malaria en lo que llamamos la gran autopista de las inyecciones, que se da de manera est¨¢ndar a los ni?os de dos o tres meses de edad. O sea, que se vacunen contra la difteria, el t¨¦tanos y la malaria al mismo tiempo.
P. ?Cu¨¢ndo cree que se podr¨ªa llegar a incluir esta vacuna en la autopista?
R. Ahora mismo las estimaciones son que, si todo va bien, en el 2009. El 2009 o el 2010. De aqu¨ª a cinco a?os de podr¨ªa instaurar la vacuna a gran escala.
P. ?Hay realmente motivos por pensar que antes del final de la d¨¦cada se lograr¨¢?
R. S¨ª.
P. Los m¨¦dicos prefieren siempre ser cautos pero entonces, en este caso, ?ser¨ªa exageradamente cauto decir que este ensayo que ustedes han concluido no a va a resultar en una vacuna definitiva contra la malaria?
R. Totalmente. Es segur¨ªsimo que habr¨¢ una vacuna y que ser¨¢ parte de la vacuna definitiva.
"El paso del arte a la producci¨®n"
Pedro Alonso enmarca su trabajo en una serie hist¨®rica jalonada de fracasos. "Desde 1936 ha habido todo tipo de intentos de descubrir una vacuna. En los 70 se avanz¨®, conocimos mejor el par¨¢sito. En los 80, cuando empec¨¦ a trabajar en Gambia, se lleg¨® a pensar que la vacuna era inminente. No fue as¨ª. Hubo fallos. Hubo mucha frustraci¨®n y se pens¨® en abandonar", dice este m¨¦dico.
En su repaso, Alonso, critica el ensayo del del colombiano Manuel Patarroyo. "A fines de los 80 dijo que ten¨ªa una vacuna que proteg¨ªa al 90%. Es un gran comunicador, y atrajo la atenci¨®n internacional porque vacunaron a miles en Colombia. La OMS evalu¨® y dijo que no se pod¨ªa concluir lo que este se?or estaba diciendo. Hicieron estudios independientes en ?frica (entre otras cosas porque en Colombia no hay mucha malaria). Particip¨¦ en ese tipo de estudios en Tanzania y la conclusi¨®n fue que en algunos casos se dio algo de protecci¨®n y en otros nada. Parte del problema es que el producto no estaba estandarizado. Era sint¨¦tico, b¨¢sicamente producido como algo en la cocina de casa: cada d¨ªa sale un poco diferente. Y eso en algo tan serio como una enfermedad que mata a millones de personas no sirve. Es fundamental tener una empresa cuyo negocio es hacer vacunas siempre iguales. De ah¨ª el valor de haber colaborado con una gran empresa como Glaxo".
Alonso concluye: "Hemos dado el paso, por as¨ª decir, del arte a la producci¨®n. Ahora podemos saber que se fabricar¨¢ exactamente el mismo producto aqu¨ª o all¨¢, hoy, ma?ana y el mes que viene. Un salto cualitativo nunca visto".
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