El alma de la moto
Rossi hace campeona a una Yamaha que no hab¨ªa ganado el t¨ªtulo de MotoGP desde 1992, pero muestra una cara oscura frente a Gibernau
Su alegr¨ªa no fue compartida con todos. Sete Gibernau le tendi¨® al menos por dos veces la mano, pero Valentino Rossi, ya flamante campe¨®n mundial por sexta vez en su primer a?o en Yamaha, lo ignor¨®. Se la cogi¨®, como quien no quiere, minutos m¨¢s tarde, tras pasar por su lado varias veces sin mirarle, dispuesto a llevar el pique que los dos mejores pilotos de MotoGP de esta temporada mantienen desde la carrera de Qatar. "Fue una buena batalla con Gibernau. Ha sido un gran campeonato, especialmente para nosotros", fue la ¨²nica concesi¨®n que le hizo al ¨²nico hombre que ha sido capaz de plantarle cara a lo largo de toda la campa?a.
Pareci¨® poco. Esa no es la imagen que todo el mundo esperaba de este chico de 25 a?os que se ha ganado el reconocimiento de los aficionados por su simpat¨ªa, por su forma de enfocar la vida, por la fidelidad que siempre ha demostrado al grupo de amigos de su pueblo, Urbino, y a sus mec¨¢nicos, y por la incuestionable calidad de piloto que atesora. De un campe¨®n de este calibre se esperaba algo m¨¢s: tal vez que se olvidara de las peque?as rencillas, de si Sete hab¨ªa hecho el comentario que acab¨® en la denuncia de que los mec¨¢nicos de Rossi hab¨ªan limpiado la posici¨®n de salida del italiano en Qatar.
La sanci¨®n recibida en Qatar fue la espoleta que hizo aparecer una nueva dimensi¨®n de Valentino
Adem¨¢s de ser el mejor, conoce la m¨¢quina como nadie, igual que Schumacher en la F-1
Al menos en dos ocasiones hizo caso omiso a los intentos de Sete por darle la mano
Hace s¨®lo unos meses, eran amigos. "Espero que nos veamos en Ibiza", hab¨ªa dicho Gibernau, antes de afrontar la parte final del campeonato. Ten¨ªan ganas de verse, de compartir copas. Pero la sanci¨®n que llev¨® a Rossi a la ¨²ltima fila de la parrilla de salida en Qatar fue la espoleta que hizo aparecer una nueva dimensi¨®n de Valentino. En su intento de remontar sufri¨® una ca¨ªda y, de golpe, se encontr¨® con Sete Gibernau pis¨¢ndole los talones en la clasificaci¨®n general. Sinti¨® su aliento. Y tuvo una reacci¨®n furibunda.
Sobre la moto reaccion¨® como lo que es, un gran campe¨®n. Gan¨® el Gran Premio de Malaisia, mientras que Sete, agobiado por los problemas con su moto, concluy¨® s¨¦ptimo. Rossi recuper¨® entonces su posici¨®n de predominio en el Mundial. Pero al bajarse de la moto volvi¨® a coger el testigo de su discurso. "Sete ha hecho una gran carrera... para nuestros intereses", insisti¨® con una iron¨ªa incluso hiriente para el piloto espa?ol de Honda que, lejos de avivar el fuego, intent¨® calmar los ¨¢nimos del campe¨®n italiano. "Comprendo que est¨¦ enojado, aunque yo no tengo ninguna culpa de lo que le ocurri¨®. No tengo en cuenta sus palabras", dijo Gibernau entonces.
Ayer en Australia, Valentino Rossi volvi¨® a constatar lo que ya todo el mundo sab¨ªa: que es el mejor. Lo hab¨ªa anunciado ya de forma categ¨®rica el pasado mes de abril en Sur¨¢frica, cuando en el inicio del campeonato consigui¨® alzarse con la victoria a pesar de competir con una nueva Yamaha que ning¨²n otro piloto hab¨ªa logrado llevar a lo m¨¢s alto del podio. Hab¨ªa tenido poco tiempo para preparar aquella moto, pero con la inestimable ayuda del jefe de mec¨¢nicos de Honda, Jeremy Burgess, al que se llev¨® con ¨¦l a Yamaha, logr¨® convertirla en una m¨¢quina ganadora.
Ah¨ª se not¨® otro de los aspectos que distinguen a este gran campe¨®n. Conoce tan profundamente la moto que le es f¨¢cil saber los aspectos que deben mejorarse. En este sentido se parece a Michael Schumacher, en la f¨®rmula 1. Porque, como ¨¦l, no s¨®lo es el mejor sino que consigue agrupar al mejor equipo t¨¦cnico y motiva a sus ingenieros para que den lo mejor de s¨ª mismos y colaboren estrechamente con ¨¦l en la puesta a punto de la moto.
La cuesti¨®n es que Rossi se convirti¨® en Sur¨¢frica en el ¨²nico piloto de la historia de la categor¨ªa reina capaz de ganar dos carreras consecutivas -la ¨²ltima de la pasada temporada y la primera de ¨¦sta- con dos marcas distintas. E igual¨®, tambi¨¦n, el r¨¦cord del brit¨¢nico Barry Sheene, que hab¨ªa ganado la primera carrera del campeonato durante cuatro a?os consecutivos, entre 1976 y 1979.
Sin embargo, aquello fue s¨®lo un aviso. En Honda no se lo cre¨ªan. Pero cuando Rossi fue sumando triunfos -ahora lleva ocho a falta de la carrera de Valencia-, los responsables del equipo tuvieron que reconocer: "Nos falta Rossi".
Ayer, en Australia, Rossi escribi¨® la pen¨²ltima p¨¢gina de su brillante carrera deportiva: su cuarto t¨ªtulo de la categor¨ªa reina -tres en MotoGP y otro en 500- y el sexto de su historial, tras haber sido campe¨®n en 125cc con 18 a?os, y en 250cc con 20. Un palmar¨¦s impecable, que le ha permitido marcar la historia del motociclismo mundial de forma ineludible.
Sin embargo, por encima de sus ¨¦xitos, la imagen que siempre ha destilado ha sido la de un chico que no quiere perder sus ra¨ªces. Corre con el 46 porque era el n¨²mero que utilizaba su padre, Graziano. Ha subido al podio vestido de Robin Hood, ha subido a la moto a uno de sus amigos disfrazado de pollo para dar la vuelta de honor tras una victoria. En Mugello, en 2002, tras conseguir la victoria, dos de sus amigos saltaron a la pista disfrazados de polic¨ªas para pararle y ponerle una multa por exceso de velocidad. Llev¨® dedicatorias a otros pilotos escritas en su mono. Y desde hace algunos a?os, se ha adua?ado de un nombre: il dottore. "Son ideas que se me van ocurriendo y que no creo que molesten a nadie. Son actos simp¨¢ticos y que ayudan al espect¨¢culo", dice ¨¦l.
Todo le est¨¢ permitido. Por algo es el mejor. Sin embargo, ahora parece que hay motivos para plantearse: ?de qu¨¦ Rossi estamos hablando? ?Del gran campe¨®n capaz de ganar con una Yamaha por la que nadie daba un duro al principio de la temporada, capaz de encandilar por su calidad de pilotaje y por su simpat¨ªa, o del muchacho que mantuvo unas trifulcas que llegaron a las manos con su compatriota Max Biaggi y que ahora se muestra incluso arrogante en el podio de su sexto t¨ªtulo frente a su ex amigo Sete Gibernau? Este Rossi es m¨¢s oscuro y gusta menos.
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