Maragall pide inversiones a China y garantiza que no se producir¨¢n estallidos como los de Elche

El humo del atentado contra un almac¨¦n de zapatos el pasado 16 de septiembre en Elche a¨²n se respir¨® ayer en las entrevistas que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, mantuvo en Pek¨ªn. En este viaje de tres d¨ªas de duraci¨®n a China, que comenz¨® ayer, el Ejecutivo catal¨¢n tiene el objetivo confeso de atraer inversiones de esta potencia asi¨¢tica, que crece a un ritmo del 9% del PIB anualmente y que espera su a?o ol¨ªmpico -2008- para lanzar a sus 20 grandes multinacionales. Pero la inversi¨®n quiere seguridad y por eso Maragall afirm¨® que en Catalu?a "estamos alerta" para que estas situaciones no lleguen a producirse.

Aunque el nombre de la ciudad alicantina no lleg¨® a pronunciarse, en China existe preocupaci¨®n por c¨®mo son tratados sus intereses en Espa?a. Por eso la comitiva catalana debi¨® esforzarse en subrayar el mensaje de seguridad. Y tuvo que hacerlo en la primera entrevista de la jornada: la que el presidente mantuvo con el viceministro de Asuntos Exteriores de China, Li Hui. El representante del Gobierno chino habl¨® de luces y sombras en las relaciones. Horas despu¨¦s, Maragall aseguraba en conferencia de prensa: "En Catalu?a las relaciones con la colonia china son excelentes; los chinos de Santa Coloma de Gramenet [donde son el segundo contingente migratorio] lo ¨²nico que hacen es trabajar y trabajar".

"Debemos acostumbrarnos a la idea de que las empresas chinas est¨¦n presentes en Catalu?a; queremos que vengan muchas y que sean importantes", destac¨® el presidente catal¨¢n. Arropado por el jefe de la oposici¨®n, Artur Mas, y por dos consejeros -el de Econom¨ªa, Antoni Castells, y el de Trabajo e Industria, Josep Maria Ra?¨¦-, Maragall expres¨® su deseo de que la econom¨ªa catalana salga fuera, porque "para estar bien en casa, hay que estar en el mundo". Ah¨ª glos¨® la presencia de proyectos catalanes en China, que cuentan desde 1993 con el escudo del Consorcio de Promoci¨®n Comercial de Catalu?a en Pek¨ªn (Copca), cuya sede fue ampliada ayer mismo. Pero lo hecho no es suficiente. Hay que ir m¨¢s lejos, manifest¨® un Maragall insistente en su tesis sobre la mala y la buena deslocalizaci¨®n.

La buena deslocalizaci¨®n, seg¨²n el presidente de la Generalitat, es la que consiste en que las empresas catalanas deben llevar fuera "algunos de sus procesos productivos". La mala es que para hacerlo se lleven sus centros de investigaci¨®n y direcci¨®n.

Pero para tanto viaje de ida y vuelta, la situaci¨®n no es buena como deber¨ªa. As¨ª se puso de manifiesto en la entrevista que Maragall mantuvo por la tarde con el ministro chino de Comercio, Bo Chilar. "Debemos incrementar los vuelos entre Catalu?a y China", le dijo Maragall. Y el responsable de Comercio le pregunt¨®: "?Cu¨¢ntos hay?". A lo que el presidente de la Generalitat respondi¨®: "Ninguno, nosotros hemos venido v¨ªa Francfort y al consejero Antoni Castells, con tanto enlace, le han perdido el equipaje".

Para que todo est¨¦ m¨¢s cerca, de la reuni¨®n entre ambos ha surgido la idea de crear una feria catalana que anime al inversor chino. De momento, el pr¨®ximo mes de noviembre Barcelona ser¨¢ sede del foro Espa?a-China que organiza Casa Asia. El director de este organismo, Ion de la Riva, forma parte de la comitiva del viaje.

Adem¨¢s de la petici¨®n de inversi¨®n, el presidente de la Generalitat no ha olvidado su faceta de embajador de la Espa?a plural; por ello ha solicitado a las autoridades chinas apoyo para dos iniciativas: los Juegos Ol¨ªmpicos de Madrid en 2012 y la Expo Universal de Zaragoza para 2008. Maragall tuvo ocasi¨®n de plantearlo ayer en diversas entrevistas con los responsables de Exteriores y con el propio alcalde de Pek¨ªn, presidente del comit¨¦ organizador de los Juegos Ol¨ªmpicos.