Siete meses de tensi¨®n

El pacto alcanzado ayer por el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia cierra siete meses de tensi¨®n en torno a la organizaci¨®n de la Copa del Am¨¦rica. El proyecto naveg¨® por aguas tranquilas, aparentemente, mientras el PP control¨® las tres administraciones integrantes del Consorcio Valencia 2007 -en el que no dio entrada a la oposici¨®n-, pero el cambio de Gobierno tras las elecciones generales del 14-M desbarat¨® sus previsiones y despej¨® la bruma que envolv¨ªa la gesti¨®n del evento y su financiaci¨®n.

La relaci¨®n de la Generalitat y el Ayuntamiento con el nuevo Ejecutivo socialista comenz¨® con mal pie, con reproches del PP por su supuesta "falta de inter¨¦s" hacia el acontecimiento que enrarecieron el ambiente ante la primera entrevista de la alcaldesa, Rita Barber¨¢, y el consejero de Econom¨ªa, Gerardo Camps, con el vicepresidente econ¨®mico, Pedro Solbes. La alcaldesa pidi¨® el pasado junio al ministro 1.600 millones de euros para las infraestructuras de la Copa y diversas obras en Valencia en una reuni¨®n que puso en evidencia que ni el Ayuntamiento ni la Generalitat pretend¨ªan contribuir econ¨®micamente al evento, aparte de su cuota del canon de 90 millones a la empresa ACM, titular de los derechos de la competici¨®n. Su propuesta de financiaci¨®n se basaba en una operaci¨®n urban¨ªstica, en parte a costa de suelo de uso portuario, para crear "una gran marina", seg¨²n Barber¨¢.

Ante esta situaci¨®n, y tras revisar la gesti¨®n realizada por el Consorcio -que motiv¨® quejas de ACM, preocupada por el cumplimiento de los plazos de las obras y la organizaci¨®n-, el Gobierno decidi¨® dar un giro al proyecto. El Ejecutivo asumir¨ªa la financiaci¨®n de la Copa del Am¨¦rica, pero tambi¨¦n controlar¨ªa la organizaci¨®n y las obras. El desencuentro con el PP estaba servido. La primera reuni¨®n del Consorcio con los nuevos miembros del Gobierno, encabezados por el ministro de Administraciones P¨²blicas, Jordi Sevilla, marc¨® a a finales de junio las l¨ªneas principales del nuevo escenario, en el que no tardaron en aflorar los conflictos. La eliminaci¨®n del t¨²nel del futuro acceso norte al puerto de Valencia por debajo del nuevo canal para la Copa, con el fin de terminar la obra en plazo, desat¨® una tormenta entre los empresarios y nuevas acusaciones al Gobierno de maltratar a la Comunidad Valenciana.

A ello se sum¨® la idea del Gobierno de crear una sociedad estatal para dirigir las obras de la Copa, y la intenci¨®n de sustituir al director general del Consorcio, Jos¨¦ Salinas -designado por Barber¨¢-, planes que chocaron con la resistencia, sobre todo, del Ayuntamiento de Valencia a perder el control y protagonismo de la Copa. Las dos reuniones siguientes del Consorcio permitieron aprobar los presupuestos, lanzar las obras m¨¢s importantes -con cambios en la bocana para el nuevo canal, objeto de otro pulso-, pero dejaron para despu¨¦s del verano los cambios en el Consorcio. Entremedias, un encuentro de todas las partes presidido por el rey Juan Carlos certific¨® la necesidad de un acuerdo y la preocupaci¨®n de ACM por el funcionamiento del Consorcio.

La negociaci¨®n se encarril¨® definitivamente hace escasas semanas, cuando la Generalitat asegur¨® su apoyo a los planes del Gobierno socialista. El acuerdo con Barber¨¢ se ha hecho esperar hasta ayer, terminadas ya las regatas previas de la Copa del Am¨¦rica en aguas valencianas.