Lucha por el voto de la mujer
El voto femenino est¨¢ supercodiciado en la recta final de la campa?a presidencial. Las estadounidenses suelen esperar hasta el final para decidirse y los candidatos aprovechan tambi¨¦n hasta el ¨²ltimo minuto para intentar conquistarlas. George W. Bush corteja sobre todo a las casadas y John Kerry a las solteras, sus bases respectivas. En ese juego de seducci¨®n pol¨ªtica, sin embargo, hay varios obst¨¢culos, el principal la apat¨ªa, que padecen con mayor intensidad las solteras: 22 millones se abstuvieron en 2000.
Si 200.000 solteras de Florida hubieran acudido a las urnas hace cuatro a?os, Al Gore habr¨ªa ganado c¨®modamente este Estado crucial que Bush se anot¨® por 537 votos. A¨²n sin ese bloque de electoras, a escala nacional las mujeres favorecieron al candidato dem¨®crata y los hombres al republicano. Al Gore obtuvo un 11% m¨¢s del sufragio femenino que Bush, y ¨¦ste un 11% m¨¢s del masculino. En cambio en las actuales elecciones la "brecha de g¨¦nero" se est¨¢ cerrando. Los sondeos del Pew Center, Gallup y Zogby, arrojan un empate entre ambos candidatos.
En 2000, Al Gore obtuvo un 11% m¨¢s del sufragio femenino que Bush
El senador Kerry es el que m¨¢s tiene que perder si esa tendencia se materializa en las urnas el 2 de noviembre. "Si Kerry pierde entre las mujeres, pierde la elecci¨®n, as¨ª de simple", se?ala Susan Carroll, profesora del Centro de Mujeres y Pol¨ªtica de la Universidad de Rutgers. La afirmaci¨®n de Carroll est¨¢ respaldada por los resultados electorales del ¨²ltimo cuarto de siglo: las mujeres han votado siempre por el vencedor, con excepci¨®n de Bush hace cuatro a?os.
?A qu¨¦ se debe la polarizaci¨®n casi a la mitad del electorado femenino en esta contienda? No exclusivamente a las afinidades ideol¨®gicas, ni al carisma de los candidatos (un dato anecd¨®tico es que las americanas siempre han elegido al m¨¢s alto y con m¨¢s pelo, que en teor¨ªa favorecer¨ªa a Kerry), el factor determinante ha sido el 11-S. La seguridad es prioritaria para las madres, que ven en Bush al l¨ªder m¨¢s fuerte contra el terrorismo. El fen¨®meno se conoce como las soccer moms, que son las madres de clase media que dedican las tardes a llevar a sus ni?os a actividades extraescolares como el soccer (f¨²tbol).
La percepci¨®n de Bush como el m¨¢s "duro" (generalizada entre todo el electorado, seg¨²n los sondeos) ha creado una din¨¢mica nunca antes vista en las contiendas pol¨ªticas: los candidatos pugnan a ver qui¨¦n es el m¨¢s macho. En palabras de la escritora feminista Naomi Wolf, la presidencia de EE UU es "el arquetipo de la potencia masculina". Wolf apoya a Kerry pero acusa a su mujer, la multimillonaria Teresa Heinz, de "castrarle" pol¨ªticamente declarando que el "gran amor de su vida" fue su primer marido en vez de Kerry.
Antes de que el terrorismo irrumpiera en la vida de EE UU, las madres votaban indistintamente a ambos partidos en funci¨®n de la plataforma de temas dom¨¦sticos, como educaci¨®n, sanidad, e igualdad salarial. La premisa sigue siendo v¨¢lida para las madres solteras con ingresos inferiores a 30.000 d¨®lares anuales -la gran mayor¨ªa seg¨²n el censo-, que afrontan el futuro con m¨¢s incertidumbre y, por tanto, "la garant¨ªa del bienestar social es prioritaria", en opini¨®n de la profesora de Harvard, Anne Greenberg. ?stas, cuando votan, tienden a hacerlo por el Partido Dem¨®crata, pero muchas se abstuvieron en 2000.
Los analistas coinciden en que el estado civil ha sido hist¨®ricamente el gran indicador de las preferencias femeninas a la hora de emitir el voto. Este a?o dos tercios de las casadas se inclinan por Bush, y dos tercios de las solteras -incluyendo divorciadas y viudas-, por Kerry. La frontera suele estar definida por factores econ¨®micos y de filosof¨ªa ante la vida. Las solteras suelen ser m¨¢s liberales en temas como el derecho al aborto o al matrimonio homosexual, y las casadas m¨¢s conservadoras.
En EE UU hay 62,1 millones de casadas y 52,5 millones de solteras, de las cuales un 58% y 42%, respectivamente, est¨¢n registradas para votar. La categor¨ªa de "no casadas", representa un 24% del total de electorado, m¨¢s que los jud¨ªos, negros e hispanos juntos. Son la carta a la que aspira Kerry como contrapartida a las soccer moms de Bush.
Son, sin embargo, un grupo dif¨ªcil de abordar al estar disperso entre distintos segmentos de la poblaci¨®n, se?ala la profesora Ruth Mandel, directora del Instituto Eagleton de Pol¨ªtica. "Cubren varias categor¨ªas ¨¦tnicas, de edad, y de ingresos que complican el abordarlas con un mensaje ¨²nico". Por esa raz¨®n han sido "olvidadas" por los pol¨ªticos, y el sentirse ignoradas ha fomentado su apat¨ªa.
Por el contrario el mensaje de Bush para movilizar a su base, es m¨¢s f¨¢cil. La campa?a del presidente se centra en que su incicial "W quiere decir que est¨¢ con las mujeres" (W is for Women) y ha prometido a las madres "horario laboral flexible"; adem¨¢s, se presenta como el liberador de las mujeres de Afganist¨¢n. Kerry promete "protecci¨®n de los trabajos y ampliar la cobertura m¨¦dica", dos temas clave para las solteras.
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