Del c¨¦sped al taller

Cuando Juan Jos¨¦ Jim¨¦nez Collar (C¨¢diz, 1957), conocido futbol¨ªsticamente como Sandok¨¢n, jugaba en el Madrid a principios de los ochenta, conduc¨ªa el ¨²ltimo modelo de una prestigiosa marca de veh¨ªculos. Era un coche prohibitivo para los sueldos de la ¨¦poca que le copi¨® enseguida M¨¢gico Gonz¨¢lez. "Se compr¨® uno igualito en cuanto lo vio", recuerda Jim¨¦nez. Veintid¨®s a?os m¨¢s tarde, el ex defensa internacional se dedica al montaje de amortiguadores y direcciones de turismos de serie en la f¨¢brica de Delphi Automotive de Puerto Real, dedicada a la construcci¨®n de materiales de automoci¨®n.

All¨ª viste un uniforme azul que se mancha seis meses al a?o, el tiempo de duraci¨®n de sus contratos temporales. "Soy feliz porque gano aproximadamente igual que un futbolista de la cantera. No not¨¦ el cambio del c¨¦sped al trabajo", afirma.

Hijo mayor de nueve hermanos en una familia humilde del popular barrio de Trille de C¨¢diz, pronto dej¨® el colegio. A los 14 a?os comenz¨® a trabajar en una tienda de confecciones. M¨¢s tarde, como repartidor de helados. Incluso estuvo descargando sacos de escayola hasta que, a los 19 a?os, debut¨® con el primer equipo del C¨¢diz.

Juan Jos¨¦ asegura que no derroch¨® el dinero que gan¨® como futbolista: "Es que no gan¨¦ tanto y la mitad me lo quitaba Hacienda. Con todo, los ingresos me valieron para tener un piso y una plaza de garaje. Todav¨ªa tengo una hipoteca, pero debo lo que cualquier espa?ol normal".

Desde que se retir¨® en 1991, su vida no ha estado exenta de dificultades. Los directivos cadistas le dieron la espalda ese a?o cuando les pidi¨® ayuda. "Desde entonces, no me he planteado volver al C¨¢diz a trabajar", afirma con cierto resentimiento. Lleg¨® a repartir publicidad por los buzones.

Sin embargo, el ex jugador del C¨¢diz, casado y padre de dos hijos, es fiel a su cita con la afici¨®n cada 15 d¨ªas, cuando acude al vetusto Carranza . "No me pierdo un partido", confiesa convencido de que el conjunto amarillo alg¨²n d¨ªa volver¨¢ a la Primera Divisi¨®n. Juan Jos¨¦ se enfunda, muy de tarde en tarde, la camiseta amarilla con el n¨²mero 2 a la espalda cuando juega alg¨²n partido de veteranos. Recientemente se desplaz¨® a El Salvador para jugar el homenaje a M¨¢gico Gonz¨¢lez. "El m¨¢s grande que yo he visto, mejor que Maradona", dice.

Tambi¨¦n sigue las evoluciones de su v¨¢stago mayor, de 21 a?os, que juega en el Chiclana B. "No se parece a m¨ª porque es centrocampista. Adem¨¢s ning¨²n hijo de los futbolistas del C¨¢diz ha llegado a jugar en el equipo amarillo", lamenta.

Lo peor fue cuando le implicaron en un turbio asunto de drogas, del que fue absuelto por la justicia. "Me involucraron injustamente y mucha gente quiso aprovecharse de mi popularidad. Forma parte del pasado que quiero olvidar", confiesa el futbolista.