Juan Carlos Romero consolida su guitarra elegante

Luis Landero, que fue tocaor flamenco antes que escritor, dice en el libreto del nuevo disco de Juan Carlos Romero (Huelva, 1942) que su guitarra "ha recorrido mucho camino hasta llegar a nuestro coraz¨®n" y que en su m¨²sica "no hay notas banales". Es una definici¨®n espl¨¦ndida del sonido y el esp¨ªritu que transmite este compositor original, guitarrista elegante y sutil que,

jugando con las notas y los silencios, nos mete en un mundo fronterizo, esencial para toda creaci¨®n, seg¨²n a?ade Landero, que mezcla el respeto al tesoro plural y antiguo con la atenci¨®n singular a los caminos de la emoci¨®n. "El silencio tambi¨¦n es m¨²sica y yo siempre he querido tenerlo en cuenta como compositor", dice Romero, "y si es verdad que en el disco se escucha eso, entonces estoy feliz por haber logrado expresar lo que quer¨ªa".

Editado por Harmonia Mundi, prestigiosa discogr¨¢fica de cl¨¢sica que cuenta ya con un estupendo cat¨¢logo flamenco, Romero ofrece un recorrido sin artificios in¨²tiles por ocho palos distintos. Todo, salpicado con unas gotas de su segunda pasi¨®n, el cante de la llamada generaci¨®n exquisita (Estrella Morente en los fandangos de Huelva y las sevillanas, y su paisano Arc¨¢ngel en las alegr¨ªas, adem¨¢s de El Vareta en los tientos), a lo que suma una pincelada del prodigioso baile de pies de Eva Yerbabuena en la farruca, las discretas voces gospel en la rumba, y los jaleos y las palmas del indispensable d¨²o jerezano Ch¨ªcharo y El Bo en las buler¨ªas.

Una compa?¨ªa joven y de lujo para un disco que Romero siente como muy personal: "En el primer disco uno vuelca todo lo que ha aprendido, todo lo que sabe", cuenta. "En el segundo has soltado ya ese fardo, te has despojado de la informaci¨®n y es el momento de decir cosas, si tienes algo que decir. Yo he tenido la suerte de tener absoluta libertad y he tratado de ser lo m¨¢s sincero posible para contar con mi m¨²sica todo lo que he vivido ¨²ltimamente".

Descartar los caprichos

Los primeros y largos a?os de aprendizaje los pas¨® Romero junto a Miguel, El Tomate, y su hijo, el Ni?o Miguel. En cuanto a los maestros indirectos, Paco de Luc¨ªa y Manolo Sanl¨²car son sus gu¨ªas de viaje: "Ellos tienen una visi¨®n global que va m¨¢s all¨¢ del flamenco. Saben que no podemos caminar s¨®lo a golpes de intuici¨®n, que hay que pensar mucho para traer al flamenco s¨®lo las cosas que sean asumibles por nuestra cultura y descartar los caprichos que no tienen que ver con el esp¨ªritu nuestro".

"No podemos dejar de parecernos a nosotros mismos, no nos lo podemos permitir", agrega Romero, que ha producido los dos discos de Arc¨¢ngel y se encargar¨¢ del pr¨®ximo ¨¢lbum de Miguel Poveda; "el mundo est¨¢ asombrado con el flamenco. Hay que mantener viva la llama y confiar en que nuestra formaci¨®n musical y cultural mejorar¨¢ y nos permitir¨¢ entender que esto no es un folclor ni una se?a de identidad, sino una m¨²sica grande". Una m¨²sica hecha tambi¨¦n de silencios, porque, como escribe Landero, "el poeta y el m¨²sico han de saber callar cuando han herido las fibras m¨¢s ¨ªntimas del alma".