Una excelente adaptaci¨®n
Los amantes de la literatura de John Irving no siempre est¨¢n de parabienes cuando sus populares novelas son llevadas a la gran pantalla, incluso cuando es el propio escritor quien se encarga de firmar el gui¨®n. Claro que, por citar un ejemplo clamoroso, Las normas de la casa de la sidra es una correcta, incluso muy progresista, propuesta, pero no cabe ninguna duda de que su densidad narrativa empalidece ante el jocundo, turbulento r¨ªo de situaciones y personajes que exhibe la novela que le sirve de base, Pr¨ªncipes de Maine. Reyes de Nueva Inglaterra.
Las razones para que rara vez se produzca la conjunci¨®n entre el mundo que imagin¨® el lector y el que le proponen las ficciones cinematogr¨¢ficas son muchas, pero en general los fracasos guardan relaci¨®n con la propia capacidad fabuladora de Irving, creador de aut¨¦nticos mundos que se despliegan ante los ojos de su espectador. Por eso, una adaptaci¨®n como la que propone Door in the floor (Una mujer dif¨ªcil) hay que saludarla como se merece: porque es, a pesar de alguna m¨ªnima obviedad perfectamente prescindible (la forma de mostrar el accidente que est¨¢ en la base de toda la peripecia, por ejemplo), el mejor ejemplo de una buena adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica del robusto universo ficcional de Irving.
DOOR IN THE FLOOR (UNA MUJER DIF?CIL)
Direcci¨®n: Tod Williams. Int¨¦rpretes: Jeff Bridges, Kim Basinger, Jon Foster, Mimi Rogers, Elle Fanning, Bijou Phillips. G¨¦nero: comedia dram¨¢tica. EE UU, 2004. Duraci¨®n: 111 minutos.
La f¨®rmula del ¨¦xito la hall¨® el guionista y director, Tod Williams, no muy lejos de donde la encontr¨® el gran Luchino Visconti cuando adapt¨® El Gatopardo: en la eliminaci¨®n de buena parte de las p¨¢ginas del original, reducido aqu¨ª a ese verano fundacional en la vida del joven Eddie (Jon Foster) y clave en el declinar de una relaci¨®n, la del escritor y pintor Ted (Bridges) y su mujer, Marion (Basinger), desgarrados por una tragedia que gravita sobre su incomunicaci¨®n presente. Todo lo que desde ah¨ª arranca, es decir, casi cuatro quintas partes de la novela, no est¨¢ en el filme.
Pero lo que hace de Una mujer dif¨ªcil una brillante recreaci¨®n del mundo de Irving no es m¨¢s que la fidelidad con que ¨¦ste se despliega ante los ojos del espectador. Brillante mezcla de contenido drama y desopilante colecci¨®n de momentos chocantes (?esa relaci¨®n entre Bridges y Mimi Rogers!), notable introspecci¨®n en el despertar sexual y amoroso de un adolescente, la pel¨ªcula contiene no s¨®lo extraordinarias prestaciones actorales y esplendorosos aciertos de casting (para empezar, el gran Bridges y la madura, sensual, Basinger; pero no s¨®lo ellos), sino tambi¨¦n una hermosa lecci¨®n de vida: hay que sobreponerse al dolor para poder seguir adelante, aunque por el camino se deje uno la piel a jirones. Bella, contenida e inteligente, la apreciar¨¢ no s¨®lo el amante de Irving, sino cualquier ciudadano de a pie con un m¨ªnimo de sensibilidad y sentimientos.
Babelia
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