Calatrava sostiene el cielo de Madrid
El ingeniero presenta el 'Obelisco de la Caja', de 120 metros, un regalo a la ciudad
Una mujer en movimiento fue la primera imagen que dibuj¨® el ingeniero y arquitecto Santiago Calatrava (1958) ante el encargo de Caja Madrid para conmemorar su tercer centenario (1702-2002) con un regalo a la ciudad. Ayer explic¨®, en la planta 13 de la torre de Caja Madrid en la Puerta de Europa, ante una maqueta, el Obelisco de la Caja, una escultura cil¨ªndrica de 120 metros de altura y seis metros de ancho, que estar¨¢ situada en el centro de la plaza de Castilla, al final del eje del paseo de la Castellana, de Madrid. Cuando se termine su construcci¨®n, dentro de dos a?os, ser¨¢ la cota m¨¢s alta de la ciudad, situada en la vertical del encuentro entre las dos torres inclinadas, que tienen 115 metros de altura.
La columna est¨¢ formada por una estructura de acero, apoyada en una base de hormig¨®n anclada con pilotes, y a lo largo del tubo se superponen 12 anillos cada diez metros de forma exterior triangular redondeada. Sobre los anillos, en sentido vertical, van montadas barras de bronce (en total, 800) que se articulan en sus conexiones con los anillos. Todo el conjunto se mueve, y al girar las barras crean la impresi¨®n visual de un movimiento ondular vertical a lo largo de toda la columna. Calatrava har¨¢ en los pr¨®ximos seis meses el proyecto de ejecuci¨®n y definir¨¢ la iluminaci¨®n interior y exterior, aunque conf¨ªa en la llegada de los rosas velazque?os a las barras de bronce.
"Es un gesto que mira hacia el futuro", afirm¨® Santiago Calatrava, al comentar la situaci¨®n de su primer proyecto en Madrid, que se mueve entre la arquitectura, la ingener¨ªa y la escultura, "una s¨ªntesis de mi trabajo". El obelisco se planta en el eje de la Castellana, entre el siglo XX y el XXI, "con un sentido de modernidad, de contemporaneidad y de futuro". "El obelisco es m¨®vil y participa de la masculinidad de la vertical y la delicadeza del movimiento de las plantas, de la femineidad". A?ade que es una pieza ¨²nica en la historia de la arquitectura, "dicho con modestia".
Calatrava declar¨® que ha hecho una columna para sustentar el cielo de Madrid, y la escala est¨¢ en relaci¨®n con la plaza de Castilla y el paso del tiempo, como un elemento especial, un hito en la ciudad, como en su d¨ªa fue la estatua de la Cibeles. Una mujer en movimiento es el primer dibujo que realiz¨® y que figura en las im¨¢genes del proceso, con los trazos de la plaza y las dos torres de la Puerta de Europa, que se unen en la vertical del obelisco. En otras im¨¢genes las formas de los anillos evolucionan y, en una parte m¨¢s hist¨®rica, recoge fotos de obeliscos de origen egipcio o romano en ciudades europeas. Las formas de las barras de bronce, de 12 metros, y sus capacidades para generar destellos y brillos aparecen en las estructuras del estadio ol¨ªmpico de Atenas. Ayer ofreci¨® otra referencia en la Columna sin fin, una escultura abstracta del rumano Constantin Brancusi, de 1918, "aunque con un contexto diferente de movimientos y rigidez".
En la presentaci¨®n del proyecto, el presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, coment¨® la decisi¨®n del patronato de celebrar el tercer centenario de la instituci¨®n con una donaci¨®n ("de los regalos no se dice lo que cuestan") a la ciudad para que se convierta en s¨ªmbolo. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, dijo que se convertir¨¢ en un hito del Madrid del siglo XXI. Elogi¨® la creatividad de Calatrava ("se cierra una herida hist¨®rica de no tener una obra suya") y adelant¨® que el Ayuntamiento reformar¨¢ la plaza de Castilla para situar en su centro el obelisco "como elemento determinante". El estudio decidir¨¢ "si permanece o se desplaza a otro lugar" el monumento a Calvo Sotelo.
Babelia
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